lunes, 30 de julio de 2007

La Perra Vieja

Ha llegado la hora de hablar de "Los compañeros" o mejor dicho “La compañera” (léase compañera con ironía)

*Aviso, en este post usaré mi mala boca, lo veo venir*

En un post anterior me dediqué a analizar algunos tipos de jefes, y dije que lo de los compañeros lo dejaba para otro día. Pues bien, hoy es el día. Y hoy es el día porque ya de buena mañana de lunes me están tocando la moral (por no decir los ovarios). Pero no voy a analizar todos los tipos de compañeros... no hoy. Hoy sólo hablaré de una, y a modo de desahogo (lo siento por vosotros), si no lo hago, reviento.

Comencemos... respiro hondo y suelto:

Esta entrada se la dedico a la hija de puta que me está tocando la moral a estas horas ya, nada mas llegar. Esta mala pécora tiene el honor de verse reflejada en este post por encabezar el ranking de los más capullos de entre los compañeros. Ya tuvo el honor (dudoso) de ser nombrada en la entrada dedicada a "Los jefes". Si, es la Perra Vieja de la empresa. Y donde digo Vieja no lo uso en sentido literal (no pasa de los 36), pero donde digo Perra, si!

Como ya dije "es esa compañera que lleva más años currando allí que el fax y la impresora, que se sabe la vida y milagros de todos (incluidos clientes y proveedores, y hasta de la mujer de la limpieza) y que malmete a todos, y sobre todo a tu jefa, para que todo se haga como ella manda (que para eso sabe más que nadie) aunque sea la peor manera de hacerlo… pero claro, ella lleva allí toda la vida y siempre se ha hecho así, por sus santos cojones tiene que ser así". Pues tenemos que añadir, que como Perra Vieja que es, hace y deshace lo que se le antoja, con lo cual es la única de toda la plantilla que coge el mes enterito de vacaciones y cuando a ella le viene bien. Se fue en julio...el mes más maravilloso que he tenido en esta empresa!! Creo que nadie, NADIE, la ha echado de menos, nadie la ha recibido con dos besos cuando ha venido hoy, nadie le ha preguntado por cómo lo ha pasado (y si lo ha hecho ha sido por compromiso y de pasada, sin prestar atención)... En fin, que por algo será, no???

Además de todo lo dicho anteriormente, es tan hija de la gran puta que cuando se va de vacaciones deja un cerro de cosas pendientes... y tú, que eres el último mono, y el comodín del público (porque lo mismo sacas curro de un departamento que de otro) te lo chupas enterito, sacando tu curro, el suyo y el de otro compañero que también está de vacaciones. Pero bueno, te pagan por ello y lo haces como puedes, y cuando llega final de mes has dejado todo finiquitado y su mesa libre de marrones. Pues bien... esta perraca, porque es una perraca (se está notando que la tengo cariño, no?) es de las que llegan, con la cabeza muy alta y estirada, después de sus vacaciones de un mes enterito mientras tu llevas ese mismo mes currando por tres, no nos olvidemos, y lo primero que hace es ponerle pegas a todo TODO lo que has hecho. Claro... no lo has hecho a su manera (aunque esté bien hecho) y no lo ha hecho ella, que es doña perfecta. Y no contenta con llamarte nada mas llegar para cantarte las cuarenta y darte las quejas, le va con el cuento a la jefa (no olvidemos que ya conté que esta pájara era la que manipulaba a la jefa) y ésta te llama no sabiendo muy bien para qué, porque en el fondo sabe que no tiene nada que decir, porque has hecho más de lo que podías. Así que se tiene que callar la boca y darse media vuelta.
En fin...que no me amarga ésta a mí el día vaya!!... peazo de... uffff me muerdo la lengua!

Y encima se creerá que es “mega guay”... pena me daría que nadie me recibiera con los brazos abiertos al volver de vacaciones... pena me daría que nadie me dijera “vámonos a tomar un café y me cuentas qué tal lo has pasado”, pena me daría que hablaran de mí como hablamos de ella, comentándonos unos a otros que ya ha venido de vacaciones, y no precisamente porque nos alegremos, sino mas bien todo lo contrario, preparados para sus batallitas personales, porque tiene una con cada uno de nosotros... pero claro, es la perra vieja, brazo derecho de la jefa, intocable... voy a ser mala, muy mala... pero es que se me vienen a la cabeza algunas preguntas.... como que delante de cuantas entrepiernas tiene que arrodillarse para mantener su puesto, o peor... cuántos botes de vaselina ha gastado para llegar hasta donde está y ser una “intocable” en la plantilla... (soy muy bestia, lo sé, pero es que esta tía me supera).

Y es que por algo será que la gente no quiera ni verla, por algo será que no se lleve bien con nadie, que no se tome café ni salga a fumar mas que con la jefa y con los lame chochos de turno, que son dos: “el tránsfuga que se ha vendido por un puñado de polvos con la nueva heredera” y “la nueva heredera universal de la empresa a costa de lamerle el chocho a la Perra Vieja” (otros que son dignos de estudiar, pero no sé si tengo fuerzas para tanto...)

Y yo soy “la nueva” y se supone que todavía no sé por donde van los tiros... pero aquí la nueva tiene una intuición a veces prodigiosa y tonta... pues tonta tampoco soy (gilipollas a veces si, pero tonta no), y nada mas verla supe del pie que cojeaba. Me hacía gracia cuando mis propios compañeros (mucho antes suyos que míos) se encontraban conmigo en los pasillos, o en donde salimos a fumar, y me decían “¿qué, que tal lo llevas con tu “compañera”?” (léase de nuevo compañera en tono irónico). Y me lo decían a modo de aviso, para que no me pillara de susto. Se lo agradezco, pero ya lo intuía. Lo que no sabía, y de eso me he enterado después... es que aquí mi “compañera” la Perra Vieja es la culpable de que yo esté aquí... ¿se lo tengo que agradecer? No creo... estoy aquí porque amargó e hizo la vida imposible a la persona que meses atrás ocupaba el puesto que ocupo yo hoy. ¡Pues conmigo va de culo! Como diría mi abuelo “¡Con la Iglesia hemos topao!”. Conmigo ha mordido en hueso, porque ya pasé una vez por un infierno gracias a otra “compañera” y me juré que nunca mais. A mi se me da muy bien torearla...

¿Que me pones mala cara?........... Te regalo una sonrisa.
¿Que me hablas con desprecio?................. Seré la más amable que te puedas imaginar.
¿Que me tratas con superioridad?......... Te trataré con indiferencia.
¿Que quieres desahogarte y pagar tu amargura conmigo?.....Te diré a todo que si, o te daré la razón y luego haré lo que me salga de... de.... de los cojones!
¿Quieres discutir y provocarme para dejarme en mal lugar? .....No lo vas a conseguir. Te harían falta un par de dedos mas de frente.

En días como hoy me acuerdo de otro compañero que tuve una vez (que no era tan capullo como ésta, pero también tenía lo suyo a veces...) y que me decía:

“Patri, ¡¡ hoy puede ser un gran día ¡!..... hasta que venga alguien y te lo joda”

Y qué razón tenía... pero no jode quien quiere, sino quien puede y a mí ni esta Perra Vieja ni nadie puede joderme hoy el día.

¡Y punto!

domingo, 29 de julio de 2007

Nothing to win and Nothig left to lose

El silencio llenaba la habitación. De pie, uno frente al otro, se miraban sin atreverse a tocarse. Sentían que la distancia entre los dos era un abismo de apenas un metro y ninguno de los dos era capaz de dar un paso al frente. Se observaban, sin hablar… el tiempo se había parado.

Se giró, despacio y caminó hacia una esquina del cuarto… sabía que él la observaba, sentía su mirada clavada en su espalda. Vio cómo se inclinaba y se giraba de nuevo encaminando sus pasos hacia él.

Lenta, muy lentamente se fue aproximando, mirándole a los ojos mientras unos acordes comenzaban a llenar la habitación. Su gesto era serio, pero sus ojos sonreían. De nuevo un metro entre ellos, de nuevo un abismo… pero esta vez si dio un paso al frente.

Sus manos tocaron su pecho y subieron en una caricia hasta rodear con los brazos su cuello… Él la tomó por la cintura y la atrajo un poco más. No había ya distancia entre ellos pero en cambio sentían vértigo de estar al borde del abismo.

"See the stone set in your eyes, See the thorn twist in your side, I wait for you"

Sus cuerpos iniciaron un lento movimiento... bailaban, apenas sin moverse, aquella música que emanaba de algún rincón de la habitación. Se aproximaron aún más y ella escondió su cabeza en el arco que formaban el cuello y los hombros de él…

"You give it all but I want more, And I´m waiting for you"

Tenían los ojos cerrados. Ella le respiraba, aspiraba su olor recorriendo con su nariz todo su cuello, llegando a su oreja y le susurraba la letra de la canción que les envolvía. Él también lo hacia… su aliento entrecortado a penas dejaba salir las palabras. Había llevado una mano a su pelo y lo acariciaba, mientras que con la otra recorría su espalda.

"And you give yourself away"

No había nada más… la habitación había desaparecido, todo, el resto del mundo no existía, solo ellos. Sólo la canción envolviéndoles, sólo sus respiraciones agitadas, sólo los latidos de sus corazones, solo sus cuerpos unidos moviéndose lentamente… Sólo tú y yo.


"Nothing to win and nothing left to lose"

viernes, 27 de julio de 2007

Abracadabra

Me llamas bruja con todo tu descaro y vienes a mí diciendo que no duermes, que no sueñas si no es conmigo, y me culpas de un embrujo que te tiene hechizado. Dices que no eres tú, que hay una fuerza que te domina y te atrae hacia mí e insinúas que soy yo misma quien la provoca, que soy yo quien prepara hechizos y que lanzo conjuros al viento.

Me llamas bruja, sin serlo. Quizá mi culpa sea darte el brebaje de mis labios y entregarte mis sueños. Quizá sea culpable de entrelazar mis piernas a tu cintura, cual escoba, y cabalgar tu cuerpo. Soy culpable de lograr que te sientas mío al susurrarte letanías mientras te beso. Si el embrujo de mis ojos es causante de tus sueños, soy culpable, lo siento.

jueves, 26 de julio de 2007

Porque todo lo que acontece sucede por alguna razón...

Podía parecer una adolescente empezando a enfrentarse a un mundo de adultos. Acababa de terminar sus estudios y tocaba trabajar tres largos meses gratuitamente en una empresa, haciendo prácticas. Pero no lo era, no era una adolescente. Ella ya era adulta. Sabía lo que le esperaba, llevaba moviéndose en ese mundo algunos años. Desde muy joven empezó a llevar una vida adulta. Estudiaba y trabajaba, arrimaba el hombro en casa, hacía lo que podía. Quizá fuera la mezcla de su adelantada madurez y su costumbre de codearse con gente mayor que ella, la que hiciera que sus ojos delataran una edad que no tenía.
Habían sido unos tiempos duros… se habían dado una serie de hechos que marcaron aquella época como el comienzo de un largo descenso hacia ningún lugar, hacia lo más profundo del abismo. Hechos que indirectamente le obligaron a recluirse en sí misma y esperar, aletargada, esperar a que se produjera una chispa de corriente que iluminara aquél oscuro foso. En eso estaba, esperando… Mientras esperaba, su cabeza se llenaba de preguntas que nunca antes se había hecho. Tenía tanto tiempo para pensar, tanto tiempo de soledad consigo misma, que pensaba en cosas que no se había planteado antes de ese momento. Era un mar de interrogantes, de dudas, de inquietudes… necesitaba SABER.
Se adentró en otros mundos, tomando como guía de viaje la lectura. Leía, leía… todo lo que caía en sus manos. Vagaba por los pasillos de las secciones de librería de los centros comerciales… ojeaba, unos y otros, hasta encontrar lo que quería leer. No fijaba su atención en un solo tema, o en un solo estilo… tocaba cuantos palos le apetecía… ella elegía. O eso creía hasta aquél día de mayo.

Llevaba ya más de un mes trabajando en la empresa que le habían adjudicado para llevar a cabo sus prácticas. Estaba en pleno centro de la ciudad y eso le encantaba. Podía caminar cada día para ir y volver del trabajo por aquellas calles que tanto le fascinaban. Aquella ciudad y su centro histórico le encantaban, era un regalo para sus sentidos. A veces se sorprendía encontrando algún rincón que nunca antes había visto, a pesar de haber pasado mil y una vez por delante de él, o se paraba a escuchar a los guías camuflada entre los turistas esperando descubrir cosas de la historia de aquellas calles que ignoraba. Se paraba en las caras de la gente, que iban y venían… algunos con prisas, los que iban al trabajo, como ella, o volvían a casa después de la dura jornada laboral. Otros, turistas, fotografiando cada rincón de la que sentía su ciudad, a pesar de no serlo, observando maravillados las calles empedradas, los soportales, las plazas, la catedral… Cada día era tan distinto, y a la vez tan igual…

Era monótona, su vida aquél tiempo lo era. Tomaba un autobús que le llevara a la ciudad, cargada con su libro de turno siempre en la mano… caminaba por la Calle Mayor en dirección a su trabajo y una vez allí, la monotonía, el silencio, la soledad, y más tiempo para pensar. Trabajaba en prácticas, por lo que no tenía tareas adjudicadas… la mayor parte del tiempo debía pasarla observando cómo otros trabajaban, y eso la sumía de nuevo en sus pensamientos… más preguntas, más dudas… más necesidad de SABER.

Creo que fue la primera vez que sintió el vacío. Sentía que moría en vida, sentía que al pasar por la calle la gente no la veía, sentía que era una extraña en un mundo que no era el suyo, sentía que estaba sola en definitiva. Las ideas que había tenido o que le habían impuesto desde pequeña se caían por su propio peso y empezó a descubrir que todo lo que le habían contado era mentira. Su mundo se derrumbaba y necesitaba una explicación.

Aquel medio día de mayo salió agotada de tanto “hacer nada” en el trabajo… tenía prisa por llegar a comer y echarse un rato antes de volver a encaminar sus pasos hacia la oficina. Cruzó la calle y caminó hasta cruzarse con la Plaza. Pasó bajo los soportales y comenzó su ruta por la Calle Mayor. No miraba los escaparates de las tiendas, no le gustaba… prefería entretenerse en buscar las miradas de otras gentes, en imaginar cómo serían sus vidas, si acaso serían como la suya. A veces creía que si, que todos estábamos solos, perdidos, siempre esperando al fondo del abismo a que llegara una mano y tirara de nosotros. Otras veces pensaba que no, que sólo era ella la incomprendida.

Sumida en sus pensamientos vio que llegaba al final de la Calle Mayor, dispuesta a cruzar hacia la Plaza de la catedral, cuando de repente algo la hizo fijar su vista en un escaparate. Era la librería más antigua de la zona, situada en una de las esquinas de la Calle Mayor con la Plaza. Había pasado por delante millones de veces en su vida, y en las últimas semanas cuatro veces diarias… pero nunca antes se había parado a mirar su escaparate. Esta vez sí. Paró en seco en la puerta y entró. Sus manos empezaron a dar vueltas a uno de esos expositores giratorios que nos colocan estratégicamente a la altura de la caja donde nos van a cobrar, y chocaron con un libro. Su aspecto hacía intuir que trataría de algo técnico, que no sería una novela como acostumbraba a leer últimamente. Parecía uno de aquellos molestos libros que se empeñaba en hacerla leer su profesor de filosofía en el instituto. Iba a dejarlo en su sitio… pero lo giró y leyó la sinopsis:

“Pedro y Elizabeth no se conocían y nada indicaba que hubiera entre ellos la menor afinidad, salvo que la infelicidad de ambos los había llevado a ponerse en manos del mismo psiquiatra. El doctor Weiss supo intuir que Pedro y Elizabeth estaban ligados indisolublemente. Fueron necesarias muchas sesiones de terapia bajo hipnosis y el entusiasmo de un médico capaz de transgredir el marco de la ciencia al uso, para que ambos recuperaran la memoria de anteriores reencarnaciones y descubrieran los lazos que los unían más allá del tiempo.
Brian Weiss es autor de grandes éxitos como Muchas vidas, muchos maestros y A través del tiempo”

Fue extraño… en aquél momento no le apetecía leer historias de amor, pues le provocaban nostalgia y bajaban sus ánimos. Pero un impulso interior le decía que debía llevarse ese libro y leerlo. No lo pensó… también creo que ese fue el primer día en que decidió hacer las cosas según las pensaba, dejarse llevar por su intuición, aunque aún quedaba mucho que correr hasta llegar a día de hoy y a su manera de actuar. Metió su mano en el bolsillo y sacó las monedas que tenía… no era buena época. En casa no sobraba el dinero y ella había tenido que dejar su trabajo remunerado para entregarse de lleno a su trabajo no remunerado en prácticas. Mil pesetas. No había más. Y tenía que guardar doscientas para el autobús de vuelta a casa… ochocientas pesetas era todo cuanto disponía. Iba a dejarlo de nuevo en su sitio cuando la librera reparó en ella y la dijo:
- Ese libro está muy bien… no se vende mucho, pero te aseguro que yo lo he leído y merece la pena. ¿Te lo llevas?

Hizo una mueca, negando… pero entonces las palabras le salieron solas.
- ¿Cuánto cuesta?
- Setecientas noventa y cinco pesetas.

Sin dar su consentimiento la librera metió el libro en una bolsa y se lo entregó. Pagó y se fue, con la sensación de haber hecho algo en contra de su voluntad. Pero no por la librera, sino todo en sí: reparar en la librería, pararse en seco en la puerta, entrar, coger ese libro y llevárselo. No había puesto voluntad en ninguno de aquellos actos, en cambio los había hecho.

Llegó a casa, comió… y en lugar de echarse un rato comenzó a leer aquel libro que ya empezaba a parecerle enigmático. No pudo parar.

Tras leerlo supo por qué lo había comprado. No había sido ella quien había elegido al libro, sino el libro a ella. Desde la tienda le hizo una seña y la obligó a entrar y a cogerle, a leerle. Era él quien le enseñaría que había gente que se hacía las mismas preguntas que ella, y que había respuestas. No sabía si eran las respuestas únicas y verdaderas, pero al menos le enseñaron que sus pensamientos no eran tan raros como le parecían.

La lectura de aquél libro le abrió los ojos a nuevos pensamientos, a nuevos conocimientos, y a nuevas inquietudes… pero le dio paz y le enseñó que no debía quedarse sentada al fondo del abismo esperando una mano, una chispa de luz que llenara su oscuridad, sino que debía dar una patada al fondo y coger impulso para subir y ver la luz desde arriba. Era ella quien debía actuar y no los demás. Esperar no era la salida. Y le enseñó que no estaba sola, que había miles y miles de personas que pensaban como ella, que sentían como ella… que al fin y al cabo estamos hechos de la misma materia.

Desde entonces ve la vida de otra manera y mira más allá de lo visible para ver lo invisible a los ojos humanos, pero no a los del alma. Y el tiempo le demostró que a veces hay magia y los que una vez se conocieron vuelven a hacerlo con el tiempo, una y otra vez, como en una espiral de humo que gira y gira y no se acaba.

Cogió fuerza, dio la patada y salió del abismo, y hoy sigue fuera, negándose a volver a entrar pero sin miedo de hacerlo. Sabe que al llegar al fondo tocará suelo y volverá a levantarse.

El libro fue una de las chispas que iluminó su oscuridad y la guió hasta llegar a lo que hoy es. Él la encontró porque tenía que encontrarla… porque todo lo que acontece sucede por alguna razón.

Aun hoy, cada vez que pasa por la puerta de aquella librería recuerda aquél día de mayo en que empezó a ver la luz.

miércoles, 25 de julio de 2007

Una de Coelho

- ¿Qué debo hacer para sumergirme en el desierto?
- Escucha tu corazón. Él lo conoce todo, porque proviene del Alma del Mundo, y un día volverá a ella.

[…]


- ¿Por qué hemos de escuchar al corazón?- preguntó el muchacho cuando acamparon aquel día.
- Porque donde él esté es donde estará tu tesoro.
- Mi corazón está muy agitado – dijo el chico - . Tiene sueños, se emociona y está enamorado de una mujer del desierto. Me pide cosas y no me deja dormir muchas noches cuando pienso en ella.
- Eso es bueno. Quiere decir que está vivo. Continúa escuchando lo que tenga que decirte.

[…]


- Mi corazón es traicionero – dijo el muchacho al Alquimista cuando pararon para dejar descansar un poco a los caballos -. No quiere que yo siga adelante.
- Eso es una buena señal – respondió el Alquimista – Prueba que tu corazón está vivo. Es natural que se tenga miedo de cambiar por un sueño todo aquello que ya se consiguió.
- Entonces, ¿para qué debo escuchar a mi corazón?
- Porque no conseguirás jamás mantenerlo callado. Y aunque finjas no escuchar lo que te dice, estará dentro de tu pecho repitiendo siempre lo que piensa sobre la vida y el mundo.
- ¿Aunque sea traicionero?
- La traición es el golpe que no esperas. Si conoces bien a tu corazón, él jamás lo conseguirá. Porque tú conocerás sus sueños y sus deseos, y sabrás tratar con ellos. Nadie consigue huir de su corazón. Por eso es mejor escuchar lo que te dice. Para que jamás venga un golpe que no esperabas.



El muchacho continuó escuchando a su corazón mientras avanzaban por el desierto. Fue conociendo sus artimañas y sus trucos, y aceptándolo como era. Entonces, dejó de tener miedo y de sentir ganas de volver, porque una tarde su corazón le dijo que estaba contento. "Si protesto un poco - decía su corazón – es porque soy un corazón de hombre, y los corazones de hombre son así. Tienen miedo de realizar sus mayores sueños porque consideran que no los merecen, o no van a conseguirlos. Nosotros, los corazones, nos morimos de miedo sólo de pensar en los amores que partieron para siempre, en los momentos que podrían haber sido buenos y que no lo fueron, en los tesoros que podrían haber sido descubiertos y se quedaron para siempre escondidos en la arena. Porque cuando eso sucede, terminamos sufriendo mucho".

- Mi corazón tiene miedo de sufrir – dijo el muchacho al Alquimista, una noche en que miraban al cielo sin luna.
- Explícale que el miedo a sufrir es peor que el propio sufrimiento. Y que ningún corazón jamás sufrió cuando fue en busca de sus sueños…

[…]

"Cada momento de búsqueda es un momento de encuentro – dijo el muchacho a su corazón - . Mientras busqué mi tesoro, todos mis días fueron luminosos, porque yo sabía que cada momento formaba parte del sueño de encontrar. Mientras busqué este tesoro mío, descubrí por el camino cosas que jamás habría soñado encontrar, si no hubiese tenido el valor de intentar cosas imposibles para los pastores".

[…]

"Cada hombre sobre la faz de la tierra tiene un tesoro que lo está esperando – le explicó-. Nosotros, los corazones, acostumbramos a hablar poco de esos tesoros, porque los hombres ya no tienen interés en encontrarlos. Sólo hablamos de ellos a los niños. Después, dejamos que la vida encamine a cada uno hacia su destino. Pero, desgraciadamente, pocos siguen el camino que les ha sido trazado, y que es el camino de la Leyenda Personal y de la felicidad. Consideran el mundo como algo amenazador y, justamente por eso, el mundo se convierte en algo amenazador. Entonces, nosotros, los corazones, vamos hablando cada vez más bajo, pero no nos callamos nunca. Y deseamos que nuestras palabras no sean oídas, pues no queremos que los hombres sufran porque no siguieron a sus corazones ".

- ¿Por qué los corazones no explican a los hombres que deben continuar siguiendo sus sueños? – preguntó el muchacho al Alquimista.
- Porque, en este caso, el corazón es el que más sufre. Y a los corazones no les gusta sufrir.

A partir de aquel día, el muchacho entendió a su corazón. Le pidió que nunca más lo abandonara. Le pidió que, cuando estuviera lejos de sus sueños, el corazón se apretase en su pecho y diese la señal de alarma. Y le juró que siempre que escuchase esta señal, también lo seguiría.


martes, 24 de julio de 2007

Cosas de jueces

Ayer me quede flipada con una noticia que he leí en un diario digital. La copio a continuación:

Un juez retira la custodia de sus hijas a una mujer porque es lesbiana
 'La madre tendrá que elegir entre sus hijas o la nueva pareja', señala el auto
 'Es imposible que dos progenitores homosexuales den una formación integral'
 Este juez está siendo investigado tras la denuncia de otra pareja de lesbianas

RAQUEL QUÍLEZ | RAFAEL J. ÁLVAREZ
MADRID.- O tu pareja o tus hijas. Ésta es la disyuntiva que un juez de Murcia, Fernando Ferrin, ha planteado a una mujer. Según ha denunciado su ex marido, la nueva pareja de ella es otra mujer, algo que la afectada niega. El magistrado da credibilidad a la versión del padre y le ha retirado la custodia de las niñas porque, según sostiene, la relación sentimental de la madre perjudica al desarrollo de las niñas.
La Federación Estatal de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales (FELGTB) ha hecho público este caso que, considera, atenta contra los derechos básicos de los ciudadanos.
La secuencia de hechos es la siguiente: un hombre sorprende 'in fraganti' a su esposa en el domicilio conyugal con otra mujer, según denuncia ante el juez. Tras la doble sorpresa, llegan los trámites de divorcio que terminan con una lapidaria sentencia que concede al padre la custodia de las dos hijas. ¿El motivo del juez? "Está demostrado que la mujer es lesbiana". Sin embargo, la madre niega ser homosexual.
El auto del juez está sembrado de afirmaciones controvertidas. Por ejemplo, "la condición homosexual perjudica a los hijos, que tienen derecho a un padre y a una madre, no a dos padres o a dos madres. Los más prestigiosos especialistas lo determinan, pero no hace falta ser especialista, el sentido común así lo dice". O, "el ambiente homosexual perjudica a los menores y aumenta el riesgo de que estos también lo sean". Incluso, "es imposible que dos progenitores homosexuales den una formación integral".
En su auto, el magistrado reconoce que, en este caso, ambos progenitores están "en igualdad de condiciones", pero la relación homosexual que mantiene la madre influye negativamente en la educación de las niñas por lo que se ve "obligado" a conceder la custodia al padre. "La madre tendrá que elegir entre sus hijas o la nueva pareja", concluye.

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¿Y ahora que? Lo primero que se me ocurre es buscar la definición de Justicia, y una de las muchas que he encontrado es esta:

• La Justicia se la puede definir como el arte de hacer lo justo, y de "dar a cada uno lo suyo" (latín:Ars Iuris), básicamente esto nos dice que la justicia es la virtud de cumplir y respetar el derecho, es el exigir sus derechos, es otorgar los derechos a un individuo.
No voy a sacar la Constitución y tirar de artículos, pero todos tenemos los mismos derechos, homosexuales o no. Y dar a cada uno lo suyo, en igualdad de condiciones, implica dar la misma oportunidad a un padre y a una madre de tener a sus hijos, con independencia del sexo de la persona con la que se acueste.
Dice aquí el señor Juez que “la condición homosexual perjudica a los hijos, que tienen derecho a un padre y a una madre, …” ¿y que hay de las familias que solo tienen un progenitor, como por ejemplo un viudo, o una viuda, que queda solo a cargo de su/s hijo/s? También esos niños tienen derecho a un padre y una madre, pero por circunstancias X no lo tienen ¿Tampoco ese padre o madre puede dar una “formación integral” a sus hijos?
Y digo yo… ¿Qué hay de malo en que a un niño lo eduquen dos personas del mismo sexo? Mientras lo eduquen bien, en la tolerancia, en el respeto, etc…(por cierto, valores que escasean a pesar de que la inmensa mayoría nos hemos criado en una familia “normal” con padre y madre) Acaso es mejor que el niño crezca en una familia constituida por madre, padre e hijos, pero en la que…
El padre sea un alcohólico que cada vez que llega a casa hace la vida imposible a los que en ella viven, no sea capaz de darles una vida digna a sus hijos porque se gasta la nomina en copitas de coñac, se ponga agresivo cuando su mujer le suplica que no le de esa imagen a los niños, etc, etc…
O en la que la madre sea una adicta al bingo y otros vicios, aparque el carro de la compra en la entrada de los salones de juego y se gaste el pan de sus hijos en cartones, y cuando llega a casa y su marido se lo recrimine, ella le grite, insulte y amenace con denunciarle por malos tratos siendo falso (habiendo jueces como este, fijo que cuela), etc, etc…
Solo son dos ejemplos (reales) de familia aparentemente “normal” para este juez, con su papa y su mama, nada de homosexualidad. ¿Acaso son estas familias ejemplares o mejores que la formada por dos personas del mismo sexo? ¿Acaso estos padres educarían mejor a sus hijos que cualquier homosexual? (No quiero decir con esto que todos los homosexuales sepan dar una buena educación a sus hijos, igual que tampoco todos los heterosexuales tienen por que ser capaces de hacerlo. En definitiva somos personas, y podemos ser o no capaces de educar en unos valores a nuestros pequeños, independientemente de nuestra orientación sexual)
Me pregunto que clase de educación le esta dando este juez a sus hijos. Probablemente este hombre será de las personas que argumentan aquello de “esos niños serán rechazados por la sociedad, por los otros niños, por ser hijos de homosexuales”… No señores no… Si educamos a nuestros hijos en la igualdad y en el respeto, en la tolerancia, no verán a ese compañero de clase que tiene “dos mamas” como un bicho raro si nosotros nos encargamos de que sepan que el amor se da entre hombres y mujeres, hombres y hombres, y mujeres y mujeres, en definitiva el amor se da entre personas. Deberemos enseñarles que una familia ya no es Madre, Padre, Hijos. Ahora tenemos mucha diversidad de tipos de familias: con madres/padres solteros, viudos, separados/divorciados, homosexuales, heterosexuales… y todas son “normales”.
Me parece mucho peor dejar que este hombre llamado “Juez” eduque de manera tan retrograda a sus hijos, que dejar que unos niños sean educados por dos personas del mismo sexo que se quieren.
Seguro que me dejo muchísimas cosas en el tintero, pero es que cuando veo injusticias tan grandes me enciendo y me pierdo.

domingo, 22 de julio de 2007

Escondida

Aquella noche quería esconderse, alejarse del mundo y de la gente y estar consigo misma frente al mar.

Sólo quería sentir la brisa sobre su rostro… quizá así se secaran sus lágrimas.
Sólo quería oír el soplo del viento… quizá le susurrara en secreto su porvenir.
Sólo quería tomar la arena en sus manos… quizá supliera así el roce de otra piel.
Sólo quería mirar al mar… quizá esperando algún velero cargado de esperanzas.

Se sentó y cerró los ojos. Meditaba sobre ella misma, sobre su vida, sus anhelos, sus
deseos, sus ilusiones, sus esperanzas… Se sentía vacía, perdida. Respiró profundamente y se quedó inmóvil.

Pasaron minutos, quizá horas… había perdido la noción del tiempo, incluso de su cuerpo. Había salido de sí misma y se observaba desde afuera.

De pronto notó una mano en su hombro y volvió en sí. Ahí estaba él, un hombre alto, bien parecido, con una sonrisa en sus labios y un brillo triste en los ojos.

- ¿Puedo sentarme?
- Ahammm – asintió con la cabeza y volvió a mirar al mar.

El desconocido se sentó, sacó un cigarrillo y lo encendió, mientras le ofrecía uno a ella. Lo aceptó. La llama del mechero iluminó sus ojos y los de él… cruzaron sus miradas un instante y volvieron a mirar al mar.




- Es bello – dijo él.
- Si… - contestó sin saber qué decir. Se hizo un silencio largo hasta que él volvió a hablar.
- ¿Por qué estas aquí?
- Estoy escondida.
- ¿Y de que te escondes?
- De todo, de todos… sólo quería huir.
- Lo siento, entonces me marcho, no quiero molestarte – se inclinó para levantarse, pero ella puso una mano en su brazo y se lo impidió.
- Quédate… me has encontrado. Ahora hablemos.

Y hablaron, toda la noche, mirando al mar. Hablaron de sus vidas, de sus ilusiones, de sus pasiones… sin mirarse. Llegó el amanecer y allí los encontró, dos extraños sentados en la arena abriendo sus almas ante el otro.

- Deberíamos marcharnos, es tarde – dijo él, mientras prendía el último cigarro.
- Es cierto… Gracias.
- ¿Gracias por qué?
- Por encontrarme.
- Yo sólo escuché a la luna… me dijo que estarías aquí y vine por ti.
- Entonces le daré gracias a ella. Anoche le pedí en silencio una señal y debió escucharme.
- ¿Qué pediste?
- Que me hiciera un gesto para saber que alguien me encontraría…
- Y aparecí yo.
- Si.
- Yo no soy una señal…
- Lo se. Por eso siento miedo.
- No temas. Soy yo quien está asustado.
- No tienes por qué.
- Lo se. Tu tampoco.
- Vámonos, se hace de día.
- Está bien… ¿volveré a verte? – ella asintió mientras le preguntaba a él lo mismo con la mirada – Volveré a buscarte en tu escondite y me esconderé contigo… nadie nos encontrará.

jueves, 19 de julio de 2007

La Historia Del Pícaro Ángel Caído

Siempre fue un Ángel especial. Cuando nació quiso Dios abrir los cielos grises del invierno y dejar salir al Sol para que bañara sus cabellos y le iluminara con su luz. Puso en él gracias no visibles al ojo humano y esperó a que germinaran cual semillas regadas por la lluvia de los años. Le regaló verdes ojos que irradiaban esperanza. Le dibujó una sonrisa capaz de hacer nacer sonrisas en sus semejantes. Pero tuvo miedo y no se atrevió a darle un cuerpo bello en el que vivir, pues sabía que sería un Ángel tentador que las fuerzas del mal intentarían arrebatarle. Pensó que no dándole el don de la belleza le mantendría a su lado… ¡cuán equivocado estaba!
Aquél Ángel vivió su infancia tranquila. El Padre se encargó de ponerle en una buena familia que le quería y le cuidaba como el tesoro que era. Además le encargó a uno de sus ángeles de la guarda que le vigilara de cerca, pues siempre sentía la amenaza del Maligno sobre su Ángel especial. El Ángel no sabía que estaba siendo protegido y vigilado de cerca, y vivió feliz en su ignorancia. No era consciente de su propio valor, pero empezaba a saber de sus dones. Sabía que era la bondad en estado puro, sabía que era la fuerza y pilar donde se apoyaban los seres que la rodeaban, sabía del poder de su sonrisa y del brillo de su mirada… pero también sabía que jamás sería un Ángel bello.
Creció, le nacieron las alas… comenzó a aprender a volar. Entonces el Padre multiplicó su guardia… el Maligno acechaba, y el Ángel empezó a sentirse como ave en jaula de cristal. A veces se cruzaba con él, el Maligno, que buscaba encontrar sus ojos y seducirle para llevarle a su lado, pero el Ángel le evitaba… le tenía miedo. Pasaba por su lado procurando no mirarle, pero algo había en él que le llamaba… El Maligno tenía un poder de atracción descomunal.
Un buen día el Ángel bajó la guardia, y cruzaron sus miradas… Sólo un guiño le bastó al Maligno para abrir una brecha en aquél Ángel divino. Sólo un guiño le bastó para convertirlo en El Pícaro Ángel. El brillo de sus ojos ya no era tan limpio… había un sutil destello color fuego. Comenzó a revelarse contra su ángel de la guarda, burlando su celosa vigilancia y adentrándose a veces en el lado oscuro al que el Maligno le invitaba a entrar. Cuando volvía, su naturaleza divina le hacía arrepentirse y rogaba perdón al Padre y al guardián. Pero volvía a cruzarse con Él y caía de nuevo en el juego del otro lado.
Cuanto más tiempo pasaba con el Maligno más poderoso se sentía, y al volver junto al Padre ya no sentía remordimientos, sólo sentía rencor y rabia por un Ser que a pesar de ser su Padre le había negado cosas que añoraba, y que en cambio, el Maligno si le daba. Fue entonces cuando una mañana al despertar notó que sus alas empezaban a perder sus blancas plumas y que al final de la espalda comenzaba a nacerle un pequeño apéndice puntiagudo que creció y creció. El Padre, al verlo, montó en cólera y quiso castigarle quitándole lo que más quería: su ángel de la guarda. Pensaba que así su pequeño Ángel, ahora Pícaro Ángel, recapacitaría y volvería a los brazos de su Padre. Pero entonces el Maligno jugó su baza y le llevó a las puertas del Infierno. Descorrió la gran cortina roja y le mostró lo que había tras ella. El Pícaro Ángel se asustó… pero sintió tanta atracción por lo que vio que no pudo más que dar un paso al frente y ver de cerca lo que allí había. El Padre, al verle dejó escapar una lágrima de dolor… no soportaba ver que su Ángel especial, su tesoro, estaba siendo arrastrado por el Maligno lejos de él. Tragó sus lágrimas y con un gran golpe de voz gritó: “¡Apártate de mi vista, mal hijo! ¡Tu castigo será supremo! Vivirás viendo como tu ángel guardián se consume día a día, ¡vivirás viendo cómo sufre y sufrirás por él! . Y no sólo no serás bello, sino que tus dones atormentarán a quienes sean capaces de verlos, ¡ te temerán, huirán de ti y estarás sólo! ¡¡Serás el Pícaro Ángel Caído!!”.
El Maligno, que vio todo lo que ocurrió, no habló. Se giró, dio la espalda a Dios y miró cara a cara a su ahora Pícaro Ángel Caído… le sonrió, pasó su mano sobre los hombros y se adentró con él en el Infierno… tras ellos se cerró el enorme cortinón rojo.
El Pícaro Ángel Caído comenzó a vivir en aquél mundo de Pecados Capitales. Cuando pecaba era feliz. No pensaba, no sufría, no sentía.
Vivía en la Pereza. El Maligno, como reconocimiento por haberse convertido en su hijo le había regalado siervos que satisfacían sin dudar todos y cada uno de sus antojos. Ya ni se molestaba en salir a buscar almas débiles de frágiles ángeles como él lo fue. Sentía Envidia por los malignos natos, pues no tenían conciencia y él aún conservaba parte de ella por su naturaleza divina. Comía y devoraba almas oscuras, poseído por la Gula, intentando llenarse así de su oscuridad y eliminar cualquier rastro de la luz que un día su Padre le pidió al Sol que le entregara. Se llenaba de Ira cuando salía tras la gran cortina roja y veía postrado a su ángel guardián que yacía castigado por su culpa. Volvía a adentrarse en la cortina y entonces sólo quería olvidar, perderse en la Lujuria de los cuerpos ardientes y deseosos de sexo que allí había. Conservaba con celosa Avaricia los recuerdos y tesoros que aún guardaba de su vida al lado de la luz y se crecía en su Soberbia cuando se juraba que le haría pagar al Padre lo que le estaba haciendo a su ángel guardián.
Vivió así meses, años… cegado por el Maligno. Día a día se iba cansando de la vida tras la cortina roja y a veces añoraba estar fuera de allí y respirar el aire limpio, puro… despertar los dones que tenía y que allí dentro dormían. Una mañana al despertar notó que le volvían a nacer plumas en sus alas, pero esta vez eran negras. El apéndice bajo su espalda encogió quedando solamente a la mitad de su longitud anterior. Se sentía extraño allí. Comenzó a escuchar de nuevo a su conciencia y notó como sus dones despertaban poco a poco… pero había perdido la inocencia y apenas quedaban visos de ilusión.
Era rechazado por los malignos y sabía que fuera de la cortina también lo sería por haber pertenecido al Infierno… sus alas negras lo delataban.
Tomó una decisión. Sería libre. Atravesaría la cortina y viviría entre dos mundos, entre el bien y el mal, sin pertenecer a nadie. Se marchó. Descorrió la cortina sin mirar atrás, ni si quiera se despidió. Al abrirla, la luz cegó sus ojos acostumbrados a tanta oscuridad, pero poco a poco fue haciéndose a la claridad.
Cuando dio el primer paso se encontró de bruces con el Padre. Le miró, sin desprecio, pero sin afecto. Sentía indiferencia. No le odiaba por haberle castigado, sabía que había hecho mal cuando le abandonó… pero tampoco le perdonaba tanto sufrimiento, no por él, sino por su querido ángel guardián. Jamás volvería a él, ya no era su padre ni él su hijo. El Padre asintió, entendiendo la postura del Pícaro Ángel Caído y no pronunció palabra. Lo dejó ir.
Ni Pícaro, ni Ángel, ni Caído. Ahora no era nada. Era sólo un alma solitaria que batía sus alas negras en busca de hallarse en paz.

B.S.O.

Ayer no tuve un buen día... tampoco es que fuera malo, procuro no dejar que se ennegrezca del todo dándole toques de color a golpes de sonrisa. Pero el caso es que no fue bueno. Estaba cansada, agotada, física y psicológicamente sobre todo. Yo no sé si es éste maldito calor, la falta de horas de sueño, o que hacía mucho que no tenía un día “bajo” y ya tocaba. El tema es que estaba deseando llegar a casa, llenar la bañera hasta arriba (lo siento, sé que hay sequía, pero sólo uso esta técnica de relajación cuando ya no puedo mas, que suele ser como mucho un par de veces al año), poner a Yann Tiersen en el cd y meterme allí, con los ojos cerrados durante al menos media hora. No hizo falta.... a medio camino entre el curro y casa saltó una pista en el cd que llevaba puesto que me hizo cambiar el chip, y conduje hasta casa con un subidón de energía impresionante.

Curioso el efecto que puede tener sobre mí una canción, algo de música. Es una cosa que he pensado siempre, que la música forma parte de mi vida, no puedo estar sin escucharla. Desde que me levanto hasta que me acuesto es fácil que el 90% del tiempo esté escuchándola... a veces más de fondo, como de hilo musical, otras más conscientemente... a veces eligiendo lo que escucho, otras simplemente poniendo la radio... pero al fin y al cabo, escuchando música. Lo que no quiere decir para nada que tenga una cultura musical, que ya me gustaría. Soy una ignorante en el tema, pero me gusta escucharla, qué le vamos a hacer.

Pienso que hay un tema o canción para cada persona, para cada momento, para cada día, para cada estado de ánimo... canciones que te recuerdan a alguien, a algo, a una situación en concreto, o que te transportan a algún lugar (real o no).

La canción que ayer hizo saltar los resortes de mi bajoncillo fue “Deltoya”, pero la versión que incluye Fito y los Fitipaldis en su último disco. Empezó a sonar y subí el volumen a todo lo que daban los altavoces... joder, cómo me gusta esta canción, y ésta versión “Me da igual!! Me voy a poner Deltoya y sin parar!!” Es algo automático, empiezan los primeros acordes y me da el subidón. Pero no es la única canción que lo consigue... por ejemplo hay otra, que guardo siempre como un tesoro y sólo escucho cuando lo necesito. Mismo sistema: subo el volumen y pulso play... “Ain’t no mountain” de Marvin G. Encuentro que es una canción súper positiva, consigue siempre arrancarme una sonrisa y hacer que me ponga a bailar y a cantar como una tonta.

A veces una canción en determinado momento puede cambiar tu estado de ánimo, tu rumbo y me atrevería a decir que incluso tus decisiones.

Estoy tratando de pensar cual es mi banda sonora de hoy, pero estoy tan dormida que no se me ocurre ninguna... de hecho hoy no he decidido qué escuchar, he puesto la radio, y lo que salga. Como tengo estos días tontos me apetece escuchar cosas tranquilitas, melódicas, romanticonas... pero me lo tengo prohibido. Cuando estoy así de tonta lo que menos necesito es hacer leña del árbol caído y machacarme con historias de amor hechas canción... así que paso al plan B, que suele ser darle al rock, al house y a todo lo que sea cañero. Pero con reservas... me explico: ahora mismo estoy en el curro, y no “debo” escuchar cualquier cosa, puesto que estoy en recepción. Imagino la cara del Gran Jefe entrando por la puerta y yo escuchando a los Marea, ¡con lo que ponen algunas de sus canciones! Jajajajaj sería todo un puntazo. O si me encuentra con el Subliminal Session 9 de Erick Morillo, CD1, que me encanta, puesto a todo gas, porque no sé escucharlo con el volumen bajito jajajaja

Mira, está sonando en la radio Crazy, de Aerosmith.... buena canción para este momento. Crazy, I go crazy....pues si, un poquito crazy si que me estoy volviendo! Más que nada porque se me está ocurriendo cual es mi banda sonora para este preciso momento jajajajjajaa . Tengo mucho trabajo, y muchas más ganas de irme a mi casa a descansar.... y me estoy acordando.... de....
Aaaayyyhooooooooo aaaaayyyyhooooooooooooo, a casa a descansar! Lalalaaaa la la lalalaaa la laaaa ayyyyhoooooo aaayhooooooooo
Está claro que estoy loca jajajajaja ¡¡ Estoy silbando la canción de Blancanieves y los siete enanitos!! Lo mío es grave jajajajaja Na, que por lo menos trabajaré con humor, y con la sonrisa puesta, eso siempre.

En fin, pues eso... ¿y cual es tu banda sonora? ;)

lunes, 16 de julio de 2007

Despertando en cama extraña.

Se despierta, pero no abre los ojos. Trata de recomponer en su cabeza la imagen del lugar donde se encuentra… no lo recuerda con exactitud. Un rictus de dolor se dibuja en su cara… viene del estómago, que se queja del alcohol y otros excesos de la noche anterior. No se mueve, solo respira. Sabe que cuando abra los ojos no estará donde quiere estar… ni con quien quiere estar. Se vuelve a repetir la historia: un rayo de luz golpea sus párpados que se abren en un quejido. No gira su cabeza, pero sabe que está ahí. Está en un cuarto extraño, de una casa extraña y a su lado, tendido, un extraño. Vuelve a cerrar los ojos y susurra un “¡Mierda!” que a penas se oye pero que en su cabeza resuena como un grito lanzado a las puertas de una cueva… << mierda, mierda, mierda, mierda…>> No cesa… no lo soporta. Se levanta, no mira atrás… sabe que él duerme y que no la impedirá irse. Se viste con prisas, recoge sus ropas esparcidas por toda la habitación, que le fueron arrancadas con pasión horas antes…la pasión de dos extraños devorándose. Sale sigilosamente y cierra la puerta. Ahora si, sola en el descansillo es consciente de que sigue perdida, a la deriva, sigue sin encontrar su norte. Mientras baja patea los escalones con fuerza, con rabia... va pisando la rabia contenida de saber que ha vuelto a pasar. Ha vuelto a buscarle en un cuerpo extraño, en una mirada, en una voz, en un susurro, en un baile de cuerpos, en una mezcla de sudores y sexo… le ha buscado pero no le ha hallado. Llega a la calle y un soplo de aire frío le abofetea la cara y le sacude el cuerpo. Parece que la grite “¡Despierta!”… Si, se ha despertado. Vuelve a ser consciente de que esta vez la búsqueda ha sido en vano… una vez más. Llega a su coche, entra en él... gira la llave arrancando el motor que con su rugido ahoga un sollozo. Y entonces cierra los ojos y se repite a si misma que se odia.
“Me odio. Me odio por buscarte y no encontrarte, me odio por no ser capaz de encontrar el camino hacia ti. Me odio porque te odio, tu tienes la culpa, sólo tu. Te odio por no encontrarme, por no aparecer y rescatarme… te odio porque no llegas a mí y llenas mi vida de vida, por no darme un soplo de amor, de alegría… Te odio porque te quiero. Te quiero, quiero que me encuentres, que me lleves contigo, que me llenes de ti, que me abraces, me quieras, me ames, me mimes… y mimarte y quererte y amarte y dormir… dormir contigo, abrazados, sintiéndonos, respirándonos… Odio cada camino que recorro para buscarte y no hallarte, odio cada día que pasa sin que me encuentres. Odio vivir sin estar contigo, odio vivir sin conocerte. Quiero… te quiero… quiero creer en los cuentos y que tú hagas de mi vida uno de ellos. Quiero que existas, que seas real ¡y que aparezcas!... te quiero, te odio… te odio y te quiero…”
Siguió susurrando mientras conducía de camino a casa… en momentos como aquél no sabía qué pesaba más, si la desidia de buscar y no encontrar el amor que anhelaba o la esperanza de encontrarlo tal vez en la próxima cama.

viernes, 13 de julio de 2007

La fantasía del ascensor

Quien no ha tenido nunca fantasías sexuales… y quien no ha soñado nunca quedarse encerrado en un ascensor con alguien del sexo opuesto (o del mismo si nos va el rollo “homo”). Bueno… pues yo si que las he tenido, levanto la mano y digo “¡Servidora!”, si, yo he tenido la fantasía de quedarme encerrada en un ascensor con un tío y “montárnoslo” (a pesar de que pueda sufrir un ataque de claustrofobia jaja pero supongo que se me pasaría en cuanto empezara el temita…)
Pues hoy se ha “cumplido” mi fantasía, y no solo con un maromo… ¡¡ sino con cuatro ¡! ¡¡Y en el curro!! (Lenita, toma nota jaja que entre los cuatro maromos estaba el jefe jajajaja ). Pero he de decir que si todas mis fantasías se van a convertir en lo que se ha convertido esta… no se yo si prefiero no cumplirlas y que sigan siendo fantasías, ¡que tienen mas morbo!
Decepcionante, decepcionante… cuatro hombres y una mujer en un ascensor y ni un roce ni nada jajajjajaa Ahora… reírme me he reído hasta dolerme la tripa.
Resulta que se ha roto el ascensor del curro… debe ser tanto trajín pa’ arriba pa’abajo (*observación: fíjate si seremos vagos que solo hay una planta y nos pasamos 1/3 de la jornada subiendo y bajando en el ascensor por no subir 30 o 40 escalones). El caso es que he avisado al técnico, que por cierto, estaba bastante potente, ya podía haberse metido el también en el ascensor jajajja uno mas y hubiera habido roces fijo, porque no cabíamos. Y entonces el muchacho ha pedido voluntarios para meterse en el ascensor a hacer contrapeso para que bajara, puesto que se había quedado en la planta de arriba… Claro, el ascensor roto, y piden voluntarios para subirse… a ver quien es el guapo que se sube jajajaja. Nada, el chico muy majete nos ha dicho que no pasaba nada, que estaba todo controlado, y con media sonrisa y guiñando (me) un ojo dice “no os preocupéis, si total, es solo una planta, y ya me quedo yo fuera por si hay que llamar al 112.” ¡¡ Será mamonnnnnnn! Nada, pues que me ha tocado subirme en el ascensor con Don Jefe/director Gerente, Don Jefe de Compras, el Señor Don Jefe de Comerciales y el Señor Don Jefe de Fabrica… todo un lote de jefecillos, y yo, la ultima de la fila. Allí los cinco como sardinas en lata entre bromas nerviosas mientras el técnico nos explicaba lo que íbamos a hacer: “Veréis… vais a funcionar como contrapeso para que el ascensor baje hasta la planta de abajo, porque si no, no puedo ver el mecanismo. Bajara muy muy despacito, puede que tardéis cinco minutillos de nada (ahí me ha cambiado la cara… ¡¡cinco minutillos de nada dice!!) y os dejo las puertas abiertas para que no os agobiéis” ¡¡Que cachondo!! Como si así fuéramos a ver el paisaje jajaja si estábamos entre cuatro paredes!!! El tema es que le da al botoncito y empezamos a bajar… muy muy suave, muy despacio… nada, risas, lo típico:
- Anda Patri, en la vida te vas a ver tú con cuatro pedazo de hombres encerrada en un ascensor.
- Si, si, muchos hombres, pero ninguno bueno… ¡¡si además vais cagaooooooos!! (estaban nerviosos, se olía en el ambiente)

Sacando mi vena puñetera empiezo a cantar, bajito… “se masca la tragedia aleee aleeeee, se masca la tragedia aleee aleeeee”. Primera mala cara del comercial, que es un caguetas jajajaj y el de compras negro de la risa, aprovecha la coyuntura y le dice al Jefe/director Gerente “En cuanto bajemos un poco mas y no nos vea nadie te acorralamos entre los cuatro y o nos firmas que nos subes el sueldo o hacemos que parezca un accidente…” jajajjaja
A todo esto el ascensor iba bajando y ya solo le veíamos las piernas al técnico… cuando le digo “oye oyeeeeeee, tu nos estas engañando!! No estamos bajando, eres tu el que sube!!” jajajjaja el chaval se partía.
Ya se estaba poniendo un poco blanco el Jefecin de fabrica, cuando salta el de Compras “oye, te imaginas que ahora entra uno corriendo como en Misión Imposible y salta hacia el ascensor y se le pillan las piernas?? ¡ que masacreeeee!” jajajjajaa y el Jefe/director Gerente “No habléis de sangre que me mareo” jajajjaaaaaaaaaaaaa ya me estaba dando la risa compulsiva jajajaja aquello era como el Camarote de los hermanos Marx.
De repente pared. Ya no veíamos el exterior, estábamos encerrados totalmente. Y dice Jefe de Fabrica…. “oye y si firmamos en la pared?? No lo va a ver nadie…” Saco mi boli, que siempre llevo uno en la mano y lo pierdo en cualquier mesa que no sea la mía y se lo doy “Ale, firma, que parece que te hace ilusión”…. Se pone el “tontolobaila” a firmar y el so gilipollas va y firma con nombre y apellidos!! Jajaj será pavo, deja también tu DNI si eso! Ya íbamos por la mitad de camino… tres minutos y pico… en verano, cinco personas en metro y medio cuadrado como mucho… los nervios… los calores… y le veo al Comercial que cada vez esta mas blanco… y yo ya me estaba empezando a agobiar, y mas cuando ha sonado un ruido extraño “¡Nos matamos!” jajajjaa me ha mirado echando fuego por los ojos, y le digo “oye Jesús... yo me estoy poniendo un poco mala... si ves que me pongo histérica me das dos hostias?” y me dice… “no, me las vas a tener que dar tu como tardemos un poco mas, porque se me esta revolviendo hasta la tripa” jajajajjaa El de compras y yo a la vez “¡¡No se te ocurra tirarte un pedo o nos morimos!!” jajajajjaja carcajada general. Y de repente, silencio. Aquello estaba tardando demasiado… Esto no es la fantasía que yo había soñado jajajaja me estaba agobiando de verdad, me faltaba el aireeeeeeeeeeeee. Ya oíamos a otros compañeros que nos estaban esperando abajo. En esos momentos éramos la atracción de la empresa y cuando se abriera la puerta iba a parecer como cuando toman tierra los astronautas después de una misión a Marte, o como cuando sale el imitador de Lluvia de estrellas todo lleno de humo detrás jajaaja igualito! Y en ese instante… ¡¡chasss!! Aterrizamos, y la puerta que no se abre jajajja ayyyyyyyyyyyy ayyyyyyyyyyyyy, ¡¡abrirnos por diossssssssss, que Jorge se ha tirao un pedoooooooo!! Jajjajajaa era mentira, pero y si se lo llega a tirar?? Al día siguiente hubiéramos salido en la prensa “Cinco trabajadores de una empresa del Corredor del Henares mueren intoxicados por inhalación de gases tóxicos mientras bajaban en un ascensor. Las autoridades policiales están tratando de encontrar la procedencia del escape”. Al abrirse las puertas hemos besado el suelo, como el Papa, y acto seguido hemos pedido al Gerente un plus de peligrosidad, porque la hazaña bien lo ha merecido… Nos ha prometido que lo estudiara, en las próximas tres semanas… mientras se toma unos daiquiris en las Bahamas ¡¡será cabrón!!
En fin… que después de todo esto nos hemos ido a echar un cigarrito pa los nervios… ¡¡anda!! Ahora que lo pienso… si hubiera echao un polvete en un ascensor hubiera hecho lo mismo, echar un piti después… ¿A que al final si que se parece esto a una fantasía sexual?? Ajajajjajaa
Total, al final no ha servido de nada, porque el ascensor sigue roto y hasta la semana que viene no lo arreglan. Como el próximo día nos hagan meternos otra vez en el ascensor juro que me llevo la cámara de fotos y luego las cuelgo en el tablón de la empresa jajajajjaa. Y por si acaso ya les he avisado a todos… la semana que viene queda totalmente prohibido comer cualquier tipo de legumbre, ni cocido, ni judías, ni fabada, ni lentejas… no vaya a ser que nos toque entrar otra vez al ascensor todos juntos y al final si que haya que llamar a la prensa. Por si acaso estaros atentos a la prensa, si desaparezco la semana que viene y veis alguna noticia de tipo “escape de gases” o “muertos en un ascensor” sabed que soy yo. Rezad 5 Padre Nuestro y 1 Ave Maria por el descanso eterno de mi alma (en el infierno, que ya tengo reservada la suite).

Salud! :P

miércoles, 11 de julio de 2007

Los jefes

Los jefes… toda una fauna por estudiar.
Venía yo en mi mundo, de currar, y mira tu por dónde me he cruzado en la puerta de mi casa con una de mi ex jefas… la muy perra ha girado la cara y me ha negado el saludo ¡¡como si la debiera algo!! ¡¡Hija de puta!! (Perdón, pero creo que voy a usar mi mala boca en esta entrada) ¡¡Si es ella la que me debe a mí!! Que después de estar dos años debajo de sus faldas currando por ti, por mí y por todos mis compañeros, al final salí por la puerta grande, ¡como los toreros! Pero claro, no es de extrañar, porque ésta es de las que creen que te hacen un favor “dejándote trabajar para ella”, cuando en realidad eres tú quien le da de comer con el sudor de tu propia frente… pero en fin, un espécimen más en la fauna esta de los jefes.
Y es que repito, son una fauna que estudiar. ¿Cuántos tipos de jefes hay? En mi relativamente corta vida laboral he tenido la fortuna o el infortunio de tener varios tipos muy variados de jefes, cada uno de su padre y de su madre, pero en general todos son hijos de…de puta, si, ¡para qué negarlo!
Analicemos:
Está el jefe “pasivo”, ese que parece que siempre está de buen rollo y te deja hacer y deshacer lo que te sale de los cojones en el trabajo, mientras des el callo y todo salga bien. Tu piensas “Que te cagas, aquí mando yo mientras el curro salga y no me tocará la moral ningún toca pelotas (léase JEFE)”. ¡¡Ay amigo!! Cuidado con éstos. Cuando el curro sale mal no te libras del marrón… como te ha dejado hacer lo que te ha dado la gana, el marrón siempre es culpa tuya (aunque no lo sea)… ¿Pero y las flores cuando todo está niquelado?? ¡¡Las flores para él ¡! Olvídate de subidas de sueldo por tu buena gestión laboral ni nada de eso… allí el único que sale ganando es él, y el que pierde si hay que perder eres tú.
Por otro lado tenemos al jefe “comprensivo/amigo”. Los que van de guays y te hacen ver que no son tu jefe, sino un compañero más. Que si él gana, tu ganas, y si él pierde… pues no pasa nada, ¡¡ porque aquí todos somos colegas y vamos en el mismo barco!! Nooooooo, no te lo creas nuncaaaaaaaaaa. Eso es una táctica para que curres como si fueras a heredar la empresa, y al final, cuando la levantas y va de puta madre te dan boleto y a la calle, porque ya no encajas en el perfil, porque hay que reestructurar el organigrama de la empresa… o porque les sale de los cojones, así de simple. Te has dejado las uñas y los dientes en levantar una empresa que no es tuya para que al final él se haga de oro y tu seas un número más en las oficinas del INEM.
Tenemos al jefe “desconfiado”. Es ese que te contrata porque sabe por tu currículum que eres la persona idónea para currar en ese puesto, porque tienes experiencia en puestos similares, y controlas, no nos engañemos, él sabe que tú controlas más que él. Pero aquí está su miedo… Sabes tanto que no se fía de ti. Si, si, este es el típico jefe que te encuentras cada dos por tres soplándote en el cogote, espiando lo que haces a hurtadillas para ver si coges 5 euros de la caja y te los metes al bolsillo. ¡¡Será cabrón!! ¡¡Pero si hasta cuando barres y te encuentras 20 céntimos miserables en el suelo se los das!! Nada, pues él erre que erre desconfiando, hasta que no puede más, porque no duerme por las noches pensando que eres muuuy lista (no es que seas una eminencia, no, pero es que él es muy ignorante, por no decir gilipollas) y se la estás jugando todos los días. Al final vas a la calle porque te cumple el contrato y prefiere contratar a una polaca o una colombiana, que (según su parecer) saben menos y no se la van a jugar… no, no le van a sisar 20 euritos de la caja cuando no lleguen a final de mes y tengan que mandárselos a su niño de 7 años que vive en la miseria en su país (quiero aclarar que no tengo nada en contra de la gente extranjera y trabajadora que viene a nuestro país a currar, no soy nada racista ni xenófoba, pero me limito a reflejar aquí la realidad que he vivido).
Tenemos al jefe “negrero”. Éste es de la especie más común… lástima no estén en peligro de extinción. De esta especie es la que me he cruzado hace un rato en la puerta de casa. Con estos curras hasta decir basta. Desde el primer día te dicen que “esto son lentejas, si quieres las comes y si no las dejas” y que aquí las condiciones las pone él, porque es quien te hace el favor de darte trabajo. Si aceptas (que depende de tu situación, si te hace falta, pringarás) estás perdido. A partir de ese momento no tienes vida propia, vives por y para complacer las exigencias de tu Dios, sí, de tu Dios, porque no es tu jefe, es tu Dios. No sólo currarás las 8 horas de rigor, sino que si él quiere harás las extras de rigor, gratis, por supuesto, olvídate de cobrarlas, y te llamará los sábados e incluso los domingos para ver si puedes hacerle el favorcito de ir a la oficina y solucionarle no se que papel o ponerle un puto fax. Y no sólo eso… si tu Dios te pide que le vayas a la compra, lo harás, porque es tu Dios (y porque así perderás tu tiempo laboral en aprovechar para irte de compras para ti misma), si te pide que vayas a recoger a sus hijos al colegio, lo harás, porque es tu Dios… Así hasta que se te hinchen los cojones (los ovarios en caso de ser mujer) y un día, de buenas a primeras, se de la mutación del abducido, porque eso eres, un abducido por la secta del hijo de puta de tu jefe. Y un buen, un grandioso día, te levantas de mala ostia y te juras a ti mismo que hoy es el día, hoy dejas el trabajo… Y luego llega tu jefe y te monta un pollo del copón porque se te olvidó entregar no se qué papel… y agachas las orejas y se te olvida que hoy era el día… Y así una y otra vez, un día tras otro. Hasta que un día suena el teléfono… tu Dios, con ganas de tocar la moral te ladra no se qué historia, y de repente, no sabes cómo ni por qué le dices “Me tienes hasta la polla”. Se queda tan sorprendido que no atina a articular palabra… y tu te enciendes, y empiezas a echar espumarajos por la boca como la niña del exorcista… ladras y ladras, y gritas y das golpes en la mesa… y él sigue sin poder articular palabra ¡¡ su siervo se le subleva!! Al día siguiente tiras la carta de baja voluntaria encima de su mesa mientras escupes un “ahí te quedas” que te sabe a gloria. Luego viene cuando te llama para ofrecerte mas pasta (poca más ehh, no se vaya a arruinar), pero es demasiado tarde, tú ya estás en el nirvana sabiendo que mañana no vas a ver su puta cara cuando entres al despacho porque ya no irás a trabajar. Entonces se cabrea y te la juega en el finiquito… pero eso ya es harina de otro costal.
De pronto das con el jefe “coleguita”, que es una variante del “comprensivo/amigo” pero más gracioso(al menos eso se cree él). Éste no sólo te hace creer que es tu coleguita, sino que además se apunta a las fiestas que organizas con los compañeros, se emborracha y si se tercia hasta te tira los trastos (el muy cabrón… ¡¡si lo supiera su mujer!!) De hecho… porque tú eres muy inocente a veces (o te lo haces) pero hasta jurarías que alguna vez se te ha insinuado a lo bestia… pero tu te haces la tonta, una tonta muy digna que jamás se pondría las rodilleras por unos míseros euros de subida de sueldo (ni por unos míseros euros, ni por un dineral, y menos ante semejante capullo que tienes por jefe). Va de guay, de comprensivo, si tienes un problema él te llama a su despacho, te escucha, te aconseja (y te toca una teta si te dejas…) y luego te dice que él te lo soluciona. Lo que no te dice es que se va a enterar de tu problema toda la empresa porque es un puto bocas. Al final te cumple el contrato, se te insinúa una vez más (por si caes) para renovarte… pero tu ya has decidido que te vas porque tienes otro curro mejor (eso le dices, pero la verdad es que estás hasta el higo de aguantar sus insinuaciones y sus gilipolleces).
Y por último (de momento) llegas a una empresa donde hay toda una jungla de jefes. De hecho no tienes muy claro quién es el tuyo y quién manda más… aunque al Mandamás ni lo conoces ni lo conocerás, porque es como Dios, sabes que existe pero nunca lo ves (mientras te pague a final de mes a ti que más te da). Entonces descubres que entre toda una suerte de jefes a ti te ha tocado “la influenciable”. Que no es más que aquella que es jefa porque le tocó en un sorteo (no debía de haber otra en el bombo) y se deja llevar por la “perra vieja” de la empresa, que es esa compañera que lleva más años currando allí que el fax y la impresora, que se sabe la vida y milagros de todos (incluidos clientes y proveedores, y hasta de la mujer de la limpieza) y que malmete a todos, y sobre todo a tu jefa, para que todo se haga como ella manda (que para eso sabe más que nadie) aunque sea la peor manera de hacerlo… pero claro, ella lleva allí toda la vida y siempre se ha hecho así, por sus santos cojones tiene que ser así. Pero bueno, el tema de los compañeros daría para otro estudio y otra clasificación que dejaremos para otro momento.

En fin… conclusión: todos son hijos de la cabra, aunque se disfracen de corderos. El jefe siempre, SIEMPRE, es el enemigo. El truco está en saber distinguirlos y aprender a torearlos a cada uno con un pase distinto, y no dejar nunca que te corneen. Yo ya tengo alguna cicatriz por asta de estos toros, pero he aprendido a recortar, y ya hago unos quiebros impresionantes: por el pitón izquierdo, por el derecho, de espaldas, de rodillas, ¡y hasta me los salto si vienen como un miura dispuestos a embestir! (uis, qué torera me he puesto… debe ser esto de los San Fermines, que se respira en el aire)

Pues eso, que esto de los jefes es todo un mundo… y lo de los compañeros ya lo trataremos otro día, que también tiene tela… marinera.

Salud! Y que no os toquen mucho la moral vuestros jefes.

martes, 10 de julio de 2007

Susurros sin rumbo mecidos al viento.
Miradas perdidas que miran sin ver.
Palabras vacías a oídos extraños.
Caricias al aire sin dueño ni amo.
Bocas que hablan de tiempos pasados
Ojos que lloran lo propio y lo ajeno.
Voces que cantan canciones sin letras.
Manos que buscan tocar lo olvidado.


Oye mi voz susurrando…
Busca en mis ojos la luz…
Lee mis letras malditas…
Siente mi mano rozarte…

Y ahora cierra los ojos.
¿Acaso no es lo que buscas?
¿Acaso no anhelas sentir unos labios,
un aliento, unos versos, unas manos…
tu vello erizarse con una mirada?
¿Acaso no anhelas sentir sin sentido?
Pues resulta que mucho Pícaro Ángel Caído pero que aquí sólo me sale poner ñoñerías y pasteladas, que también está bien escribir esas cosas... pero hoy me apetece cachondeo! Y resulta que hoy me he acordado de un par de cosas que me pasaron un tiempito atrás (no muy lejano)... de esas cosas que pasan y que te hacen reírte de ti misma, de la vida y hasta de tu sombra.

Resulta que como dice una canción de Nena Daconte "he perdido los zapatos". Si, los perdí, pero lo hice adrede, a ver si los encontraba algún príncipe, pero naaaaaaaa, resulta que ya los he encontrado! por desgracia, que yo no los quería encontrar... estaban debajo de la cama, con las botas altas de tacón, el cajón de plástico con jerseys de invierno que hace siglos no me pongo, unos calcetines que no se como llegaron allí (usados claro), un par de madejas de pelusillas (que guarra por dios, cuánto hacía que no barría debajo de la cama??), y un montón de recuerdos y sueños que tenía ahí escondidos, pero que no echo en saco roto. Ahí están, para sacarlos y desempolvarlos cuando barro, y volverlos a meter bajo la cama.

Pero si lo que yo quería era perder el zapato para que lo encontrara la rana y luego besarla y que fuera el príncipe de Beckelar con un cartucho de galletas de chocolate!!! Y ser felices y comer perdices por los siglos de los siglos, amen! Pero na... que está visto que no hay manera.. ni príncipes, ni ranas, ni galletas de chocolate!!

Pero por lo menos esto de dejar el zapato por ahí a ver qué cae, me trajo situaciones... digamos que cómicas cuanto menos... embarazosas incluso jajajaa y ultimamente de estas me han pasado unas cuantas....

.... hace unas semanas, sin ir mas lejos... estoy en el curro, en mi puesto de trabajo, abajo en recepción... y de buenas a primeras viene un tío y me dice, así mirándome a los ojos... "Oye, y tu como estás de temperatura por ahí abajo???" ¡¡¡ uyyy lo que me ha dichooooo!!! ´"Mira chato, por qué no sacas el termómetro y me la tomas tu mismo??"... eso!!, eso es lo que le hubiera dicho yo al morenazo aquél en la calle, si me lo dice en la calle!!!..... pero ainssss, ilusa de mi, mi gozo en un pozo... Pero Patricia jamia.. tu te crees que con ese cuerpo escándalo te va a decir a ti un tío eso??? No hija noooo!! Si es que todo tiene su explicación.... na, que el tío era del aire acondicionado, y resulta que "ahí abajo" era "abajo en recepción".... y tengo roto el aire acondicionado, y me lo quería arreglar.... joder! si yo lo que quiero es que me arregles esta sequía sexuaaaaaaaaarlll !!!! jajajajaja

Na, que no hay manera.... el otro día igual... voy en el atasco de por la tarde, de vuelta a casa... y noto que el tío del coche de la derecha no hace mas que mirarme de reojo.... digo "ostia, ya he ligao... estas gafas son la caña, me deben hacer interesante".... me hago la despistada... yo ahí cantando con la música a todo gas lalalalalalaa.... y miro de reojo y el tío sigue mirando.... y na, yo ya me estaba poniendo nerviosa, y a la vez como que se me subía el ego... lalalalal bailoteo.... y ya tanto le vi que me miraba que me giro, y le miro, con mi mejor sonrisa.... y de repente se me para el corazón!! Diooooooo que me está haciendo señales para que baje la ventanilla!!! Ainsss mare meuaaaaa, benditos chinos donde me compré las gafas, ya no me las voy a quitar ni para mear eh!!, esto es cosa de las gafas de sol.... na, que bajo la ventanilla, yo toda chula repitiendo mentalmente mi teléfono para decírselo del tirón... cuando me dice el pavo "Oye, no es por nada, pero te llevo mirando desde hace un rato....(aquí ya le tenia en el bote, es miooooooooooo).... y por si no te has dado cuenta... llevas la rueda trasera deshinchada" ya decía yo que esto no podía ser verdad... se te pone cara de boba y le contestas "615... digo... ahh si... ya... ahora paro en la gasolinera a darle presión... si es que me pierde un poco... "...pava, mas que pava... por lo menos haber dicho que habías pinchado y que si te ayudaba a cambiar la rueda!!! so gilipollas!!!! y no que encima te las das de lista, que tu sabes la presión que llevan tus ruedas y siempre te las apañaste solita para hacer esas cosas... GILIPOLLAS!!! tanta puta manía con la igualdad, con lo bien que me habría venido ahora hacerme la niña boba que no sabe cambiar una rueda! na... otro chasco... seguimos sin ligar.
Así que na.... habrá que probar nuevas técnicas, a ver si hay alguien que se ofrezca y me enseñe unos truquitos.... aunque me estoy pensando seriamente apuntarme a eso de "Cambio Radical".... pero no para cambiarme yo ehhh, que yo soy ferpecta y divina de la muelte... sino para cambiarles el cerebro a muchos capullitos que andan por ahí sueltos, a ver si así se nos complica menos a las mujeres esto de ligar....

En fin...con lo fácil que lo tuvo la cenicienta perdiendo el zapato....

lunes, 9 de julio de 2007

La Fabula del Anillo

Hoy vengo a contar una fabula que hace tiempo me contaron a mi. Me la contó alguien a quien a penas conozco pero al que guardo un cariño especial por muchas cosas... entre ellas por haberme regalado esta fabula aquel día que tanto necesitaba, y que algunas veces (pocas, afortunadamente) he vuelto a necesitar leer.
Bert, quizá leas esto (como siempre digo, el mundo es un pañuelo) y si lo lees sabrás quien soy, tu mangurrina :P, siempre te agradeceré los pequeños ratos que me regalaste y los buenos consejos de hermano mayor que nunca tuve. Gracias por la fabula mangu ;).
Y ahora aquí la dejo... espero que a alguien le sirva de algo, como me sirvió a mi en ciertos momentos. Besos, y salud!


El anillo

Vengo maestro, porque me siento tan poca cosa que no tengo fuerzas para hacer nada. Me dicen que no hago nada bien, que soy torpe, nadie me quiere.¿Cómo puedo mejorar?, ¿qué puedo hacer para que me valoren más?.
El maestro le dijo:
-Cuánto lo siento muchacho, no puedo ayudarte, debo resolver primero mi propio problema.
Quizá después… -Y haciendo una pausa agregó:
-Si quisieras ayudarme tú a mí, yo podría resolver este tema con más rapidez y tal vez después pueda ayudar.
-E… encantado maestro -titubeó el joven, pero sintió que otra vez era desvalorizado y sus necesidades postergadas.
-Bien -asintió el maestro.
Se quitó un anillo que llevaba puesto en el dedo pequeño de la mano izquierda y se lo dio al muchacho, agregó:
-Toma el caballo que está ahí afuera y cabalga hasta el mercado. Debo vender este anillo porque tengo que pagar una deuda. Es necesario que obtengas por él la mayor suma posible, pero no aceptes menos de una moneda de oro. Vete y regresa lo más rápido que puedas.
El joven tomó el anillo y partió. Apenas llegó, empezó a ofrecer el anillo a los mercaderes.
Estos lo miraban con algún interés, hasta que el joven decía lo que pretendía por el anillo.
Cuando el joven mencionaba la moneda de oro, algunos reían, otros le daban vuelta la cara, hasta que un viejito se tomó la molestia de explicarle que una moneda de oro era muy valiosa para entregarla a cambio de un anillo. Después de ofrecer el anillo a todo el que se cruzaba en su camino, y abatido por su fracaso, montó su caballo y regresó.
Entró a la habitación, donde estaba el maestro, y le dijo:
-Maestro, lo siento pero no es posible conseguir lo que me pediste. Quizá pudiera conseguir dos o tres monedas de plata, pero no creo que pueda engañar a nadie respecto al verdadero valor del anillo.
-Qué importante lo que dijiste, joven amigo -contestó sonriente el maestro
-Debemos primero saber el verdadero valor del anillo. Vuelve a montar y vete al joyero. ¿Quién mejor que él para saberlo?. Dile que quisieras vender el anillo y pregúntale cuánto te da por él.
No importa lo que ofrezca, no se lo vendas. Vuelve aquí con mi anillo.
Llegó a la joyería, el joyero examinó el anillo a la luz del candil, lo miró con su lupa, lo pesó, y luego dijo:
-Dile al maestro, muchacho, que si lo quiere vender ya, no puedo darle más que 58 monedas de oro por su anillo.
-58 monedas?! - exclamó el joven.
-Sí -replicó el joyero -Yo sé que con tiempo podríamos obtener por él cerca de 70 monedas, pero no sé… Si la venta es urgente…
El joven corrió emocionado a casa del maestro a contarle lo sucedido.
-Siéntate -dijo el maestro después de escucharlo. -Tú eres como este anillo: una joya, valiosa y única. Y como tal, sólo puede evaluarte verdaderamente un experto. ¿Qué haces por la vida
pretendiendo que cualquiera descubra tu verdadero valor?
Y diciendo esto, volvió a ponerse el anillo en el dedo pequeño de su mano izquierda.
Mis ojos te llaman, mi voz a tu voz
Mi cuerpo te espera para entregarte mi amor
Mis pasos te buscan, mi olor a tu olor
Mi alma siempre atenta se mueve a tu alrededor.

Tus ojos me llaman, tu voz es mi voz
Tu cuerpo me espera para entregarme todo su amor
Tus pasos me buscan, tu olor es mi olor
Tu alma que siempre está atenta bailando a mi alrededor.

A veces me amas y otras me puedes odiar
A veces creemos que el tiempo se puede parar.
A veces son guerra y otras receso en paz
A veces creemos que el tiempo se puede parar.
Se puede parar… el tiempo se puede parar.
El tiempo se puede parar… el tiempo, tiempo, tiempo….

Shuarma.

¿En qué momento pararías el tiempo?

viernes, 6 de julio de 2007

Hasta el infinito... ¡¡ ida y vuelta !!

Subía aquellas enormes escaleras trabajosamente, pues eran grandes los escalones para sus pequeñas piernas... apenas contaba 5 años. Pero subía segura, decidida, sin miedo, pues sabia que ella iba detrás, cuidando que no cayera, siguiendo sus pasos camino de la cama.

Llego a su cuarto y se sentó mientras miraba con curiosidad de niña, la niña que era, como su abuela retiraba las sabanas y moldeaba su almohada haciendo un pequeño hoyito para que pusiera ahí su cabecita y durmiera plácidamente. Cuando ya estaba hecho, la niña saltaba y se metía dentro de la cama, se acomodaba... a veces incluso hacia que su abuela volviera a deshacer el hoyito y volviera a hacerlo, porque no estaba de su gusto.

Una vez acomodada la niña miraba a su abuela, con los ojos llenos de ternura y cariño... ¡la quería tanto! Tomaba su mano y entonces empezaba esa retahíla que repetían cada noche al despedirse para ir a dormir.....

-Buenas noches, que duermas bien…- decía la niña, sin soltar la mano de su abuela, y mirándole a los ojos.

-Igualmente, que sueñes con los angelitos… - seguía la abuela, que se sabia tan bien aquella sucesión de palabras que se repetían la una a la otra todas las noches.

-Y tu también… Abuela... me quieres?

-Mucho…

-Cuanto??

-Mucho mucho mucho mucho… y tu a mi?

-Yo más, yo te quiero hasta el infinito, ¡¡ ida y vuelta !!

Ante tal ocurrencia la abuela no podía mas que besarla...

- Hasta mañana…

- Hasta mañana…

- Abuela…. No te duermas hasta que yo…

Se que estás ahí, como entonces, que no te has dormido, que estás en un eterno duerme-vela por si te llamo en mitad de la noche, o me cuelo en tu cama. Siempre será así.

jueves, 5 de julio de 2007

A veces...

A veces cometa que surca el cielo desplegando sus alas…
A veces topo que surca la tierra buscando refugio…
A veces la niña que juega escondida en un mundo distinto…
A veces mujer que juega a saber caminar por la vida…
A veces llena, a veces vacía… A veces triste, a veces derrochando alegría…
A veces me miro y me veo… a veces abro el libro de mi vida y leo…
Leo, serena y tranquila, a veces… A veces inquieta, expectante.
A veces grito, a veces lloro… A veces deseo, a veces amo.
A veces abro mis alas y vuelo a un lugar distinto, seguro…
A veces piso la tierra y corro, corro buscando horizontes.
Y a veces, solo a veces… cierro los ojos y soy yo.
Sueño, amo, vivo, sonrío…
Y a veces, otras veces… abro los ojos y también lo hago.
Y cuando piso la tierra y corro hacia el horizonte, me asomo al precipicio, y vigilo.
Vigilo lo que viene, y lo que se quedó atrás. Vigilo lo que está a mi lado.
Observo con calma lo que arrastra el río… el río de la vida...
Pero también veo el agua que hay en su nacimiento… y sé que vendrá.
Fluirá por la vertiente, cruzará la ladera, surcará valles… llenará el caudal de mi vida.
Sé que morirá, que finalmente llegará al mar… pero antes…
Antes bañará la rivera, y la llenará de vida… florecerá.
Y con suerte habrá cosas que la corriente no podrá arrastrar…
Se quedarán estancadas aquellas personas y sueños que mas deseo.
Y allí, allí donde se estancan se formará una isla.
Allí podré sentarme a mojar mis penas, mis alegrías…
Allí soplará el viento que hace que vuele la cometa…
Allí encontraré el refugio que busca el topo que surca la tierra…
Allí se sentará la niña en su mundo de fantasía…
Y allí, la mujer que soy aprenderá a caminar por la vida.

10 años atras escribí esto...

El mar, el cielo, las olas… Todo embravecido. Una imagen: la traición. Todo es negro y tenebroso. Las olas estallan unas contra otras, como mi ira. La tragedia de un naufragio. La muerte. El marinero traicionado por el mar, su mar. La pena en el alma, la soledad. La fuerte amargura del dolor, de la traición. Las lágrimas en la garganta. El nunca más. El adiós. Todo vuelve a la calma, pero se ha llevado el amor.

[12 – V – 97]

miércoles, 4 de julio de 2007

La Valse d'Amelie

Hoy toca música. No se si he contado ya aquí que me encanta la música, toda... no se vivir un solo día sin escuchar algo, lo que sea.
No es que sea una entendida en el tema.. mas bien creo que una inculta de la música... pero me gusta, qué le vamos a hacer... Y me gusta toda, una más , otra menos... pero escucho muchos estilos distintos, y me gusta que me abran los ojos a nuevas cosas (o no tan nuevas, pero si nuevas para mi).
Hoy quiero pediros algo. Me gustaria que escucharais "La Valse d'Amelie" de Yann Tiersen. Lo descubrí gracias a una película, Amelie. Desde entonces me encanta escucharle, me transporta a otros sitios, a otras épocas, a otras vidas.
Va, bajaros la cancion y escuchadla... pero escuchadla!! sin hacer otra cosa que cerrar los ojos y dejar que os lleve... y decidme... donde os lleva????
Que la disfruteis.
Besos del pícaro ángel caído.

martes, 3 de julio de 2007

Mienteme

Miénteme… Miénteme y ven, llama a mi puerta, sube a mi casa… abrázame. Dime que has venido porque me echas de menos, dime que sueñas conmigo, que me necesitas. Miénteme, miénteme y siéntate conmigo en el sofá, y abrázame… peina mi pelo con tus manos, susurra en mis oídos… y bésame. Miénteme y bésame, despacio, suave… bésame… y abrázame. Miénteme y déjame acurrucarme entre tus brazos y besarte el pecho, deja que yo también te mienta y te diga que quiero estar así toda la vida. Mintamos… dejemos de ser dos extraños y seamos dos cómplices de una mentira. Miénteme y hazme el amor, miénteme y lléname de besos, de dulzura, de pasión. Prometo mentirte y quererte, susurrarte que te amo mientras me abrazas… mintamos. Miénteme, porque hoy lo necesito, necesito sentir unos brazos, necesito sentir unos labios, un aliento, necesito susurros, consuelos… hoy te necesito.
Miénteme hoy...que mañana será otro día.

Visita al Bernabeu... :P

Apenas hacia tres horas que se habían conocido esa mañana soleada de principios de septiembre. El la había besado nada mas verla y desde ese momento todo fue puro calentón. Se besaban en el coche, se besaban en la calle, se paraban en las esquinas, se escondían en los portales… se respiraba química y se podía oler lo que venía después…
Terminaron de comprar los discos que él había venido a buscar al Fnac y fueron hacia el coche de ella, el quería aprovechar que había subido a Madrid para ver el Bernabeu, y ella accedió a llevarlo. Caminaban cogidos de la cintura, hacia al coche... y al llegar a él la giró y la aprisionó entre el coche y él mismo. Comenzó a besarla apasionadamente, buscando con su lengua la de ella, intentando penetrar con ella al máximo en su boca… mientras con sus manos la cogía del culo y la atraía mas hacia él a la vez que con su pubis la empujaba contra el coche, haciéndola sentir lo dura que se la había puesto. Eso la puso a mil…abrió ligeramente sus piernas y acompasó el movimiento de su pubis al de él… quería sentirla, que la rozara, que la presionara para aliviar el deseo que sentía en todo su sexo… ya estaba empapada. El empezó a lamer su cuello, su barbilla… y a meter sus manos debajo de su camiseta, buscando sus pechos a los que no había quitado ojo ni un solo momento… Ella lo apretó mas contra si misma y le lanzó un mordisquito en la oreja, al tiempo que observaba que tras ellos había unas personas sentadas en un banco que empezaban a dirigir miradas de reprobación hacia ellos… “Vámonos de aquí…” Se montaron en el coche resoplando de calor y excitación…. Ella le miró y sonrió... “¿Dónde vamos?” dijo él… “Querías ver el Bernabeu, vamos” dijo ella, con una pícara sonrisa.
Llegaron a Concha Espina, aparcaron el coche… hacia demasiado calor. Ambos estuvieron de acuerdo en pasar al centro comercial a tomarse algo, y a pasar al baño a refrescarse… así que lo hicieron. Cada uno entro al lavabo de señoras y caballeros respectivamente… pero cuando ella salió él ya la estaba esperando. La volvió a arrinconar contra la pared y empezó el desenfreno.
Comenzó un baile de lenguas y manos buscándose… el amasaba sus pechos sobre la camiseta mientras ella le cogía del culo y le atraía mas y mas. Se mordían los labios, se chupaban el cuello, gemían de excitación… tuvieron que separarse varias veces, pues salía y entraba gente de los lavabos y les lanzaban miradas inquisidoras… Hasta que una de esas veces él la susurró… “Entremos dentro”. Ella no lo pensó. Abrió la puerta, le cogió de la mano y lo arrastró hasta la última puerta del baño. Entraron dentro y cerraron la puerta. Se miraron… sus ojos estaban llenos de deseo y lujuria. Entonces la giró, él quedó a su espalda comiéndola el cuello mientras con sus manos amasaba sus pechos… ella pasó la mano tras de si y la puso sobre la cremallera del pantalón de él… le oyó gemir y sonrió… buscó su boca y le ofreció su lengua, que él recibió con la suya. De nuevo la giró y se encontraron de frente. La apoyó en la pared y se apartó de ella, para verla bien mientras la levantaban los brazos y la quitaba la camiseta. Cuando la tuvo en sujetador delante de él no pudo más y se abalanzó sobre ella lamiéndola el pecho mientras le arrancaba el sujetador. Amasaba sus pechos con ambas manos mientras le mordía los pezones, se los pellizcaba… Ella se mordía los labios para no gemir, continuamente había gente saliendo y entrando al los lavabos, podían oírlos. Entonces fue cuando la desabrochó el pantalón y puso su mano estirada sobre su tanga, presionándolo suave pero firme, moviéndola despacito, mientras la miraba a los ojos. Ella levantaba su cabeza, gimiendo de placer…lo que le dejó a él libre el cuello para morderlo mientras metía su mano esta vez debajo del tanga, encontrándose su sexo empapado. Al primer contacto de sus dedos con su rajita tan húmeda ambos emitieron un gemido que más parecía un bufido animal. Ella metió la mano dentro del pantalón de él, acariciando su pene muy lentamente… pero entonces él se apartó de ella, la bajó los pantalones y el tanga de un tirón y empezó a besarla desde la boca bajando por el cuello, sus pechos… mordiendo sus pezones… y siguió bajando hacia su ombligo… su pubis…mientras que con una mano levantó una pierna de ella apoyándola sobre el inodoro. Comenzó a besarle la parte interna de los muslos, el pubis… a lamer las zonas más cercanas a aquel volcán que era ahora su coño. La hizo desear tanto que se lo comiera que entre gemidos logró pedírselo… cómemelo…. Entonces él la miró sonriendo y se lanzó con su lengua a los pliegues de sus labios, los abrió con la punta de su lengua buscando su clítoris y empezó a lamerlo con fuerza. Lo besaba, lo chupaba, lo tomaba entre sus labios… apenas podía ella mantenerse en pie, y mucho menos cuando notó que él introducía dos dedos en su coño y comenzaba a moverlos vigorosamente sin dejar de comerla el clítoris… supo que se iba a correr de un momento a otro, y que no podría evitar gemir y que la oyeran fuera del lavabo, incluso en mitad del centro comercial. Le susurró a él que se iba a correr…lo que le encendió más… e incrementó el ritmo de sus dedos y de su lengua. Fue espectacular. Ella se mordió tanto los labios para no gritar que se hizo una herida…le temblaban las rodillas… había tenido un orgasmo increíble y él lo sabia. Se levantó, se puso frente a ella y la besó apasionadamente en la boca mientras con sus dedos seguía masajeando ya mas despacio su coño… notaba como aun latía todo su sexo… se quedaron ahí besándose así unos minutos… pero aquel baño era ya un infierno. La temperatura había subido tanto que los dos estaban empapados en sudor… Así que se vistieron y salieron... primero uno, después otro, disimulando…. Se refrescaron y salieron a tomarse algo en una de las terrazas. Se miraban y sonreían… los dos estaban agotados así que pidieron unos zumos… “Muy bonito el Bernabeu, me ha encantado” dijo él…y rompieron en una carcajada los dos.

Por peticion popular

A ver... ya llevaba yo pensandolo un par de dias... y es que lo del Picaro Angel Caido es un poco largo, no????
Venga, pues habra que rebautizarme.
Se admiten sujerencias, que yo no estoy pa pensar.
Y por cierto, muchas gracias por los mensajes de animo y que me recupere pronto y eso, de veras. No os podeis imaginar cuanto me entretiene esto y me hace olvidarme de la situacion. Gracias corazones (como la Anne Igartiburu os lo digo eh jajajajjaa)
Venga va, mis tres lectores, y si viene alguno mas que tb opine... como podemos abreviar lo del picaro angel caido????????????????????

PD: P A C no vale que parece PACA jajajajjaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa :P

lunes, 2 de julio de 2007

Análisis de un pokero.

Perreando por el Youtube (primer dia de baja y ya no sé ni qué mirar...) me he encontrado con esto llamado "Análisis de un pokero", que me ha causado el segundo ataque de risa de la tarde, y despues el consiguiente ataque de tos por el que casi me muero otra vez (y van dos).
Lo siento, de verdad que yo soy muy tolerante con todo, que cada uno puede ser como quiera, pero esto de los pokeros me supera, esta es la generación que nos sigue?? madre mia... pokeros y pokeras leopardesas.
A ver... identificais a algun vecino vuestro? jajajaj porke sale uno que es clavaito al Josito, uno de mi barrio jajajaja los pokeros nos invaden!!
Na, espero que os riais o un rato... o al menos que no os ofendais si vuestro hermano pekeño es pokero... hay que llevarlo dignamente... la mia es leopardesa jajajaja.
Besossssssssss

http://www.youtube.com/watch?v=YOa10M1c84M

A la pequeña P.

Y ella la miró, echa un ovillo en el suelo, acurrucada en un rincón a oscuras, abrazando sus piernas, la cara hundida entre las rodillas… la vio pequeña, una niña indefensa, como nunca antes la había visto. Se acercó lentamente, tomó suavemente su cabeza entre sus manos y le levantó la cara. Fue entonces cuando vio que lloraba. Tenía los ojos hinchados de haber llorado durante horas, quizá días… incluso años. La pequeña alzó los ojos, que se la clavaron. Nunca antes había visto tanta tristeza en una mirada. El verde de sus ojos ya no destilaba alegría, no había sonrisa en ellos… ahora suplicaban, pedían a gritos una mano que la levantara, unos brazos que la rodearan, un susurro, una palabra… Fue entonces cuando ella la tomó entre sus brazos y la acunó como a un bebe. Acarició su pelo, le susurró consuelos, tan suaves que solo el alma de la pequeña podía oírlos. Le secó las lágrimas a besos, besó su frente. La pequeña suspiró, quizá aliviada, quizá solo buscando algo de aliento para seguir llorando. Volvió a levantar su cara, y sus ojos se encontraron… se vieron la una en la otra. Una débil, frágil, cansada… La otra fuerte, con entereza, madura… Se sonrieron y su sonrisa fue una… la misma.
Ella se puso en pié y ofreció su mano sincera a la pequeña, quería levantarla… La niña miró su mano y sus labios volvieron a dibujar una sonrisa cómplice, de agradecimiento. Tomó su mano y alzada por el impulso que ella le dio, se puso en pié. Una frente a la otra volvieron a mirarse, reconociéndose, sin soltar sus manos… ya no parecía tan niña, ni tan pequeña, ni tan triste… sus ojos dejaban ver consuelo. Volvieron a abrazarse y hubo un susurro casi imperceptible a los sentidos, pero que al corazón le pareció un grito… “yo cuidaré de ti”. La pequeña se sintió segura… y ella supo que saldría adelante por las dos.
Con sus manos aún unidas en un lazo inseparable, comenzaron a caminar, sin mirarse… solo con la certeza de que las dos estaban allí, la una para la otra, que las dos eran una, la misma persona, y todo iría bien.



27 de enero de 2007.