lunes, 29 de diciembre de 2008

Feliz 2009

Ya estamos a 29 de diciembre y tengo el blog abandonado y el balance del año sin hacer. Y ya toca, no?

Siempre estoy rara en estos días últimos del año. La Navidad me gusta y me disgusta al 50%. Son días cargados de reuniones, de nuevos propósitos, de nuevas metas e ilusiones. Pero también son días llenos de ausencias, algunas por distancia, otras por tiempo… y alguna inevitable… no tenemos cerca a los que ya no están. Y estos días parece que todo se hace grande, los kilómetros, los recuerdos… y pesan, pesan mucho.

Pero bueno, si algo dicen que me caracteriza es mi forma de encontrarle el lado positivo a todo, ese don de hacer que lo bueno pese más que lo malo y de hacer que la alegría eche a un lado todas las tristezas.

El año pasado decía que el 2007 había sido un año neutro, ni bueno ni malo ni regular. Y al final descubrí que no había sido así, sino que había sido positivo. Este año tengo claro que ha sido muy muy positivo. En lo personal, en lo profesional… ha habido grandes cambios y todos buenos.

En lo profesional he crecido mucho, y lo mejor de todo es que se me ha reconocido públicamente, y a la cara. A todos nos gusta que nos den una palmadita en la espalda de vez en cuando y nos reconozcan la labor desempeñada. Este año lo han hecho en varias ocasiones, la última hace muy poquito, y reconozco que me siento muy satisfecha. Me han regalado los oídos con muy buenas palabras (y también los bolsillos, que no nos engañemos, pero es la mejor manera de agradecer el esfuerzo). Y este reconocimiento no ha venido sólo de los superiores, sino de los compañeros… eso es lo que más me llena.

Y en lo personal… pues también he crecido. Hace unos meses un día descubrí que había dejado de ser pequeña para ser muy grande. Si una vez me desperté y todo era enorme y me venía grande, ese día descubrí que ahora yo era gigante. He madurado mucho… me he hecho mayor. Me he convertido en una mujer de ideas claras, más segura de si misma y que ha aprendido a valorarse… siempre he sido así, pero ahora soy consciente de ello. Y eso es bueno, muy bueno para mí, y para quienes me rodean, a pesar de que haber crecido suponga un cambio que no todos saben apreciar o aceptar. Como dice una amiga, si antes era rara, ahora lo soy más. Pero sigo siendo yo.

Además ha sido un año cargado de suerte. El 4 de octubre de 2008 la suerte se puso a mi lado y me regaló la posibilidad, a medio plazo, de independizarme. Titular de una vivienda de P.O. ahora mis días se llenan de ilusión por que llegue el momento de coger mis cosas y emprender una vida sola. Sólo pienso en ahorrar y ahorrar con muchísima ilusión pensando en cómo será mi hogar… mío, qué bien suena.

Hice el viaje de mi vida (hasta hoy… porque espero no sea el único ni el último) y me enamoré un poco más del espíritu viajero que ya me invadía antes. Conocí lugares que nunca hubiera podido imaginar que visitaría y grabé en mi retina cada paisaje, cada ciudad… me quedé con ganas de más, y volveré.

Conocí grandes personas que se han vuelto importantes para mi, y que quiero conservar conmigo mucho tiempo. Personas que me hicieron y me hacen sentir viva, que me abrazan si lo necesito, que me demuestran su cariño y el afecto que me tienen, igual que yo a ellas. Otras se fueron, pero no dejaron vacío sino aprendizaje. Aprendo de todo, soy una esponja que sabe absorber lo bueno de cada cosa vivida, y también lo malo, que es de lo que mas se aprende.

Ha sido un buen año y siento que el próximo lo será aún más. Tengo muchas ganas de que empiece para avanzar e ir desvelando poco a poco el misterio de mis días. Tengo ganas de ver crecer las flores que últimamente crecen en mi ventana.



Mis mejores deseos para el año próximo, para todos vosotros que, mucho o poco, me conocéis y pasáis por aquí de vez en cuando. De corazón…

viernes, 12 de diciembre de 2008

Hope there's someone

La primera vez que la escuché lo hice de la mano de un compañero de trabajo que sabe que soy especialmente sensible a la música.

Patri - me dijo - siéntate, quiero que escuches algo. Pero siéntate relajada, sin prisa... y aunque al principio te suene un poco distinto, espera.

Confíé, y le hice caso. Estábamos solos en su departamento. Me senté en su silla, justo delante del altavoz, de espaldas... y apagó la luz. Entonces le dió al play y él desapareció...

Me estremecí... la música, tan limpia, tan delicada y suave... la voz, tan distinta y peculiar, tan especial... no entendía del todo la letra, ni si quiera me concentré en ella, pero me transmitía algo muy intimo, algo que no había escuchado nunca. Me emocioné.



Se llaman Anthony and The Johnsons, y la canción Hope there's someone. Desprende tanta sensibilidad que roza el alma.

I hope there's someone, too.


Hope there's someone
Who'll take care of me
When I die, will I go

Hope there's someone
Who'll set my heart free
Nice to hold when I'm tired

There's a ghost on the horizon
When I go to bed
How can I fall asleep at night
How will I rest my head

Oh I'm scared of the middle place
Between light and nowhere
I don't want to be the one
Left in there, left in there

There's a man on the horizon
Wish that I'd go to bed
If I fall to his feet tonight
Will allow rest my head

So here's hoping I will not drown
Or paralyze in light
And godsend I don't want to go
To the seal's watershed

Hope there's someone
Who'll take care of me
When I die, Will I go

Hope there's someone
Who'll set my heart free
Nice to hold when I'm tired


Os aconsejo escucharle, hay quien dice que si le escuchas una vez y te emociona, sonará siempre en tu cabeza.

miércoles, 3 de diciembre de 2008

Desnudez

Siempre me gustó la desnudez. Sobre todo la propia, pero también la ajena.

No es por razones sexuales, sino… ¿cómo decirlo?, ¿naturales? Me gusta lo natural, lo sencillo (aunque a veces me complique, lo se), las cosas claras, la gente sin dobleces, lo transparente. No me gustan los adornos, lo que tapa u oculta, lo que disfraza, lo que engaña.

Yo soy así. No me gusta disfrazarme de lo que no soy a pesar de que por ello pueda ir a veces contracorriente, o parecer descuidada, incluso en mi aspecto físico. No me gusta tapar mi cara con maquillajes, ni cambiar el color de mi pelo con tintes, ni colgarme pulseras ni medallas. Soy sencilla (insisto, aunque a veces resulte complicada), no tengo cara B… tengo muchas caras si, pero todas son A, todas a la vista. Soy natural y espontánea hasta el punto de poder ser tildada de bruta o bestia en algunos de mis comentarios o reacciones. Me gusta ser yo misma a pesar de todo, es cuando mejor me siento. Y sólo somos nosotros mismos de veras al cien por cien cuando estamos desnudos, desprotegidos ante todo, sin escudos tras los que escondernos, sin corazas, sin armas en definitiva que puedan ayudarnos en nuestra propia protección. Porque sólo nos desnudamos cuando estamos solos, o cuando confiamos en la persona que tenemos delante, y dejamos los miedos a un lado, nos quitamos las pinturas de guerra, los disfraces, las máscaras. Y somos nosotros plenamente. No sólo nos desnudamos físicamente; nos desnudamos en cuerpo y alma.

¿Te has parado a pensar en si después de ver a una persona desnuda ha cambiado tu concepto sobre ella? Yo si, y siempre cambia. Es como cuando eres pequeña y amas a tu padre por encima de todo porque para ti es el más guapo y el más perfecto, es como tú le ves. Y de pronto un día le miras y le ves distinto, incluso sus rasgos son distintos y te parece otra persona. Ya no le amas igual. Ahora le quieres, pero no le ves perfecto, tu concepto ha cambiado. Pues para mi es algo parecido a lo que sucede cuando ves a una persona desnuda por primera vez. Dejas de ver ese alo que le envuelve, no hay factores externos que distorsionen tu visión sobre esa persona. Sólo la ves a ella, desnuda completamente, en cuerpo y alma, delante de ti. Su manera de actuar es distinta, sus gestos, sus formas… Y te son desveladas cosas que antes no conocías. Insisto en que no hablo de lo físico, de lo sexual. Hablo de algo que va más allá… algo que no se ve sólo con los ojos. Y tampoco estoy diciendo que lo que ves en su desnudez sea mejor ni peor que lo que veías estando vestidos. Simplemente es distinto. Es, para mi, su verdadero yo, porque cuando nos desnudamos nos quitamos algo más que la ropa.

Me gusta estar desnuda.

martes, 2 de diciembre de 2008

¿Rara e insensible?

“No se dónde tienes la sensibilidad últimamente”.

Eso me han dicho. Y me hizo gracia, mucha gracia, que alguien que se supone me conoce bien (aunque no me entienda) me pregunte eso. Aunque pensándolo bien, es del todo normal que me lo diga si no me entiende.

Se me ocurren muchas respuestas… unas sinceras, otras irónicas, alguna con doble sentido e incluso se me ocurre responder con silencio. Se me ocurre decir que la he perdido toda, que se coló por el desagüe, o que me la fumé. Podría decir que la gasté y que ya no me queda, o que se la vendí a algún truhán por un puñado de besos. Puedo decir que la guardo en un cajón cerrado con llave y la perdí, o que está bajo mi cama cogiendo polvo. Puedo mentir, puedo decir que nunca tuve e inventarme mil historias que justifiquen mi aparente sensibilidad, o mi falta de ella.

Pero… ¿realmente debo hacerlo? ¿Debo responder? ¿Es necesario? ¿De veras crees que no tengo? Si, tu, tu que lees, que llegas aquí por casualidad, o que vienes de vez en cuando, tu que no me conoces, o que has compartido un café conmigo. ¿Crees que no siento?

Sensibilidad… será que yo tengo otro concepto de la palabra, distinto al de quien me preguntó por mi sensibilidad. Será que “eres rara”, como me dijo. Será…

Supongo que es raro bajar la ventanilla del coche una tarde de lluvia y sacar el brazo para sentir la lluvia mojando tu piel… será raro respirar profundo para oler la tierra mojada… será raro poner a Yann Tiersen y soñar despierta que bailas descalza cogida a unas manos sin rostro. Si, debe ser raro… será raro escribirle a alguien que no existe cartas de amor, igual que será raro derramar una lágrima después de oír una palabra bonita. Será raro abrazar hasta que el aire te falta y respirar el aroma de otra persona. Será raro hablar de valores, de ideas distintas al resto, será raro hablar de destino, de fuerza, de energía. Será raro vivir mi vida, que es sólo mía. Será raro decidir por una misma y ser cada vez más fuerte. Será raro no ser un borrego más…Si, seré rara, porque hago, pienso y digo cosas raras, muy a menudo.

¿Rara e insensible? ¿Tu crees?... Tal vez.

Divagaría mucho más sobre ésto... pero dejaría en evidencia todas mis rarezas, y no es plan. En cuanto a la sensibilidad... obvio si soy o no soy sensible.