miércoles, 28 de enero de 2009

Retales

A veces cierra la puerta y nunca mira qué es lo que queda atrás. Sale corriendo dejando un retazo de su camisa pillado en el marco de la puerta, pero no se da la vuelta. Corre sin decirle a dónde y ella tampoco sale en su busca. Fuera hace frío y ha aprendido a sentirse a gusto ahí dentro sin él. Sólo se levanta del sofá para coger el trocito de tela que dejó…A veces lo acerca a su cara y lo huele, porque huele a él. Otras lo guarda en el cajón de abajo, ese que nunca mira, y lo olvida allí por semanas.

Eso es lo que él le deja siempre. Retales.

Su vida juntos está llena de retales y los va cosiendo con hilos de seda formando una manta que cada vez es más grande, aunque a veces no le tape los pies y se le queden fríos.

No le gusta tener los pies fríos, ni tampoco coser retales. Está cansada de portazos resonando en el aire, de huidas descontroladas, de esperas e incertidumbres. Nunca sabe dónde va ni cuándo volverá. Nunca sabe nada, sólo que tiene un retal más entre las manos y está cansada de coser y de esperar.

A veces guarda la manta para no verla y se propone dejarla sin terminar, pero pronto él aparece y le obliga a coser. Y ella se afana en estirar las piezas y lograr que cada vez sea más grande, tan grande que arrope a los dos y él no se vuelva a ir dejando un retal más que coser. Pero nunca le da tiempo a terminar de unir las piezas cuando se vuelve a marchar.

Y así siempre, siempre cosiendo, siempre esperando y mirando tras el cristal de su ventana cómo pasa la vida entre trozos de tela.

lunes, 19 de enero de 2009

Vegas

Sigamos con música.

Ayer en uno de los comentarios a mi anterior post alguien nombró a los 40 subnormales, que es como la gente que no se estanca sólo en la música comercial suele (o solemos) llamar a la famosa emisora de radio. Si tienes la más mínima inquietud musical no puedes quedarte en eso, en sintonizar los 40. Si lo haces te perderás mucha, muchísima música que no por no ser tan comercial como Bisbal es peor. Muy al contrario… ya quisieran los comerciales hacer tan buena música como los mal llamados no comerciales. Porque venden, si, pero a un público más selecto.

Seguro que la mayoría de los que sólo escuchan los 40 principales se están perdiendo a Vegas, Nacho Vegas. O te gusta, o no te gusta. No tiene término medio. ¿Raro? Tal vez. Distinto, diría yo.

Le conocí con “El hombre que casi conoció a Michi Panero”, canción que me aconsejó un viejo conocido y que tarareé y aún tarareo muchos días… “lo he pasado bien, y casi conocí en una ocasión a Michi Panero, y es bastante más de lo que jamás soñaríais en mil vidas! ¡Mirad, las niñas van cantando! Shalalaralalá...”



Reconozco que escuché algún tema más y no me llamó especialmente la atención, hasta que le encontré cantando con Bunbury aquello de “Con trémula voz me dijiste esto en tu vida te podría ocurrir como hoy ocurre en la mía. Taché los días de calendario en los que nos hicimos daño y quedaron tres... Dime crees que valió la pena? si amenazan hoy nubes negras que vienen hacia aquí… Yo te quise, te quise tanto, hasta que se hubo agotado mi amor por ti



Insisto en que no me gustan todas sus canciones, ni su estilo es de los que más me molan pero… tiene temas que me llegan. Y de su último disco, El Manifiesto Desastre, me quedo con la canción de cierre: Morir o matar. Dudo mucho que lo pongan alguna vez en los 40, y en cambio, ya quisieran los Bisbales y Bustamantes del mercado escribir letras como éstas.




Te sentaste justo al borde del sofá
como si algo allí te fuera a morder.
Dijiste: "Hay cosas que tenemos que aprender,
yo a mentir y tú a decirme la verdad,
yo a ser fuerte y tú a mostrar debilidad,
tú a morir y yo a matar."


Y después se hizo el silencio y el silencio fue a parar
a una especie de pesada y repartida soledad,
y la soledad dio paso a un terror que hacia el final
nos mostró un mundo del que ninguno quisimos hablar.

Y así eran nuestras noches y así era nuestro amor,
comenzaba en el silencio, continuaba en el terror,
y otra vez de allí al silencio. Dime, ¿para qué hablar
de lo que pudo haber sido y de lo que jamás será,
tratando de adivinar qué fue eso que hicimos tan mal?,
si, en fin, se trata de morir o de matar.

Así que, si aún andas por aquí,
y alguien vuelve a prometerte amor,
con dinero, encanto y alguna canción,
por favor, prepárate para huir.
Vete lejos y limítate a observar
esta escena tan vulgar.

Conoció a unas cien mujeres y a cincuenta enamoró,
conoció a otros tantos hombres y con tantos se acostó,
y fundió todo el dinero y la gente se cansó
de escuchar noche tras noche la misma triste canción.

Y ahora ve que el universo es un lugar vacío y cruel,
cuando no hay nada mayor que su necesidad en él.
Y encendiendo un cigarrillo se comienza a torturar
y habrá cerca alguien gritándole "hágase tu voluntad"
y el "la culpa sólo en parte es mía y en parte lo es de los demás".
De lo que se trata es de morir o de matar, de morir o matar.

Fue aquella gitana que nos leyó el porvenir,
dijo "uno es el asesino y el otro el que va a morir".
Y salimos de allí y me mirarte asustada y el miedo sonó en tu voz:
"antes de que tú me mates, prefiero matarme yo".

Y emprendiste así tu huida y yo corrí a mi habitación
y mezclé en una cuchara el polvo blanco y el marrón.
Y con la sangre aún resbalando te llamé desde ese hotel:
"Por favor, entiende que algo no funciona en mí muy bien".
Y al otro lado te oí llorar y yo seguí y no colgué,
y me suplicaste: "Déjame de una vez, déjame de una vez".

Y tus párpados cayendo se me antojan guillotinas,
y te observaré durmiendo y me pondré a susurrar:
"nuestras almas no conocen el reposo vida mía,
pero si hay algo que es cierto es que
te quiero un mundo entero con su belleza y su fealdad.
¿Por qué no puedes aceptar que esto no se trata más
que, amor mío, de morir o de matar, de morir o matar?"

Moriré, moriré, moriré ...
moriré, moriré y es lo único que sé.
Moriré, moriré ...
moriré y cuando lo haga al fin ya nada va a impedirme descansar
y así obtendré la santa paz que en vida no gocé jamás,
pues hasta morir la única opción siempre es matar, siempre matar.

sábado, 17 de enero de 2009

Shopping

Esta mañana he ido de compras con mi prima… no me gusta ir de compras, pero últimamente he ido bastante y fíjate, hasta se me ha dado bien y he comprado un par de cosillas en rebajas.

Pero si hay una cosa que me suele gustar bastante de ir de tiendas es la variedad de música que puedes escuchar. Si, soy así de rarita, yo no me fijo en los jerseys de la nueva temporada, ni en los colores de moda, ni en la tendencia en zapatos… yo me fijo en la música que ponen en las tiendas. Me gusta, que le vamos a hacer. La música es de las cosas que más me gustan y la disfruto siempre que puedo, es decir, a todas horas y en cualquier sitio.

Hoy me he llevado una gran sorpresa en una de las tiendas, en New Yorker. Si me gusta entrar a esta tienda no es especialmente por la ropa – aunque a veces si cace algo que me guste y me venga bien – sino por la música que tienen puesta siempre, al menos en la tienda del Parque Corredor. Siempre que entro allí se me pone muy buen rollo por culpa de la música. Pero hoy ha sido demasiado. Nada mas entrar ha empezado a sonar una canción que con tan solo escuchar las dos primeras notas he reconocido. Hacia años ¡¡años!! que no la escuchaba y me ha traído muy buenos recuerdos… a poco me pongo a bailar jajajaja No lo he hecho – bueno vale, me movía, se me movía el cuerpo solo jajajaja – pero lo que no he podido evitar ha sido cantarla, bajito, pero cantarla. Joe… que tiempos. Hace unos años iba siempre al mismo garito, de noche, de marcha… y ya casi al final de la noche, cuando solo quedábamos los incondicionales – que éramos muchos - la ponían… era una locura, porque incluso los camareros se subían a la barra a bailar… imposible pedir una copa cuando sonaba Sharon Phillips. Y a mi no se por que, pero esta canción siempre se me ha metido muy dentro, me mueve desde dentro, y cierro los ojos y bailo como si nadie me estuviera viendo. Me encanta.

Llevo desde que he llegado a casa escuchándola una y otra vez… a todo volumen… y no se las veces que me he levantado a bailar mientras escribía esto. ¿Estoy loca? Jajajaj si, pero… y?

Touch me…

sábado, 10 de enero de 2009

Una imagen...


Hoy nevó donde vivo, más de lo que nunca lo ha hecho aquí – al menos que yo haya vivido en primera persona -. Cuando llegué a casa me puse ropa de abrigo y salí cámara en mano…

Y a veces lo veo todo tan claro...



Espera

Tiempo

Primavera

Llegarás




Porque una imagen vale más que mil palabras.


miércoles, 7 de enero de 2009

La punta del iceberg

Si antes presagio un buen año para mí, antes salta la liebre.

No esperaba esta buena noticia tan pronto… era algo que se veía venir muy a largo plazo y que era bastante seguro. Pero lo que no imaginaba por nada del mundo es que el primer día de trabajo del 2009 me dieran la primera buena nueva del año: me han ascendido.

Cambio de departamento, cambio de cargo, de mecánica de trabajo, de mesa, de jefa directa, ¡¡cambio de todo!! A mejor, y apuntando hacia arriba. Quién me iba a decir a mí hace dos años cuando empecé en ésta empresa que en tan poco tiempo iba a avanzar tanto. Me lo he currado, eso si, y modestia a parte, es algo merecido, y aunque era algo esperado a largo plazo como ya he dicho, todavía no me lo creo.

Me espera un año duro de adaptación, mucha formación y aprendizaje, pero también tengo mucho apoyo y voy a por todas.

Estoy muy feliz… mucho. Y si ya tenía ganas de que empezara el 2009, ahora muchas más. Va a ser un muy buen año, lo se… y esto es sólo la punta del iceberg.

martes, 6 de enero de 2009

Enero

Año nuevo… ¿vida nueva?

Por fin se han terminado las Navidades… más de lo mismo, igual que todos los años, y yo siempre con ésta mezcla amor-odio a éstas fechas. Y ahora, enero.

Otros años me ponen enferma los primeros días de enero. Es una sensación de desasosiego inexplicable… es como sentir que has acabado algo importante y tienes delante todo un año en blanco para escribir, y no sabes el qué. Incertidumbre por lo que vendrá… no se, es raro.

Este año no lo he sentido aún, y creo que no lo voy a sentir. Se que el 2009 será bueno (a pesar de la crisis si, ya lo se, nadie habla de otra cosa), pero es que yo siento que éste año será bueno para mi en todos los sentidos. Y como lo siento muy dentro, no noto ese desasosiego de otras veces. Puede ser que me equivoque… pero lo dudo, mi intuición me está susurrando al oído que estoy en lo cierto.

Ayuda a no tener ese sentimiento angustioso el haber pasado los primeros días del año fuera de casa. Cómo me ha gustado comenzar el 2009 con la maleta hecha. Primera escapada del año aún con las uvas en el estómago.

He pasado unos días en Soria, paraíso natural. Me ha encantado visitar la Laguna Negra, que por cierto, estaba completamente helada… Vinuesa, Calatañazor… qué pasada de pueblo y qué vistas. ¡¡ Y sin cobertura!! Ha sido estar en la gloria, desconectada del mundo en la cabaña mirando el fuego arder después de largas caminatas por la nieve o en los bosques de sabinas.





Y ahora si, ahora ya si tengo las pilas cargadas para ponerme en marcha. Mañana de nuevo al trabajo, a la rutina del día a día, a avanzar en ese año aún en blanco y sobre el que tengo mucho que escribir. 365 días, con sus noches, con sus horas, sus minutos y sus segundos.

¿Propósitos para éste nuevo año? Aunque luego cuesta cumplirlos, siempre los hago. Una vez más, dejar de fumar. Ahorrar pensando en mi futura casita. Seguir creciendo al mismo ritmo en el trabajo, y como persona. Escribir un poco más aquí en mi blog, que lo tengo abandonadito. Disfrutar un poco más si cabe cada instante, cada cosa, cada persona. Querer mucho… y que me quieran. Seguir sintiéndome tan bien como me siento hoy, tan llena de vida y de fuerza, tan feliz, tan bonita… quererme más y mejor. Seguir mi camino como hasta ahora… aunque se (y eso no lo puedo decir muy alto) que este año ese camino tendrá sorpresas y cambios importantes.

Tengo muchos más propósitos o ilusiones metidos en mi mochila. Estoy lista para emprender viaje. Que comience enero…


Y como me gusta tanto la música y hay una canción para cada momento, aquí os dejo la que toca justo ahora, este mes…Enero.