martes, 26 de junio de 2007

Mi Lienzo

Anoche hablaba con alguien, a penas un desconocido sin nombre ni rostro. Hubo algo en lo que dijo que me hizo pensar... o tal vez fui yo quien lo dijo.

Hablábamos de sueños... Yo dije que no creía en los cuentos, ni en las hadas, ni en que la vida vaya a ser rosa. Le dije que a mí me gustaba la vida, y que había que vivirla con sus grises también. Entonces me dijo que le había recordado una canción. Pregunté cuál. Él dijo que no recordaba su nombre, pero sí una estrofa, y la escribió "Piensa que el futuro es una acuarela, y la vida un lienzo que colorear..." Y entonces yo pregunté:

- ¿De qué color es tu lienzo?
- Blanco - me dijo - con lo que quiero decir que está listo para ser pintado de nuevo.
- Justo lo que entendí - le dije.

Supe que me preguntaría sobre el color de mi lienzo y quise preparar mi respuesta, pero no lo tenía claro. No sabía si mi lienzo estaba en blanco o a medio pintar.

Cuando me preguntó le dije que era de muchos colores, incluidos los grises, pero que no sólo quedaba lienzo por pintar, sino que además mi lienzo crecía con los días, dejando paso a nuevas pinceladas, y que a veces pensaba que nunca acabaría de pintarlo.

Me dijo "no te asustes, pero tienes ya 25 años, ¿no crees que ya es hora de que lo vayas pintando?". Nos reímos.... Es cierto, compañero... ya es hora. Pero ahora es cuando te diré que mi lienzo ya tiene trazos, que sigue pintándose... que hubo un tiempo en que colgué los pinceles y guardé las acuarelas, esperando inspiración. Hubo un tiempo en que la inspiración no llegaba y yo agonizaba viendo que el cuadro no sólo estaba inacabado, sino que no avanzaba. Por eso desenterré los útiles y me puse manos a la obra. Si la inspiración no venía a mi, iría yo a buscarla, como Mahoma a su montaña.

Hoy me senté frente al lienzo... lo observé bien para poder darte una respuesta a tu pregunta... "Patri, ¿y de que color es tu lienzo?"




Mi lienzo tiene castaño, color de madera y tierra, base de mi fuerza y ganas de vivir... de donde vengo, a donde voy...

Mi lienzo tiene verde, donde descansan el ojo y el alma, sin desear más. Verde esperanza, verde calma y serenidad. Verde prado mojado de rocío que piso descalza.

Mi lienzo tiene amarillo, rayo dorado de sol, que baña mi sonrisa, dándome vida a mí y a mi lienzo, dándole luz.

Mi lienzo tiene naranja, suaves reflejos del sol de poniente, luz de atardecer, llenando de alegría y optimismo el cuadro que es la vida. Naranja intuición, esa que acertaste a descubrir anoche.

Mi lienzo tiene rojo... rojo sangre, pasión, fuego... rojo dolor. El rojo de los besos que di y de los que no di. Rojo de momentos de pasión que están por venir. Rojo sangre de mis venas, rojo fuego... fuego que me quema cuando no tiene con quien arder.

Mi lienzo tiene violeta, el color de los sueños... de los míos, de los tuyos... de todos los sueños soñados. Inunda mi lienzo tanto si estoy despierta como si duermo, pinta mi cielo y lo llena de estrellas.

Mi lienzo tiene azul.... aire, agua, cristal... ternura. A veces más profundo, otras más tenue... mas siempre envolviéndolo todo en una calma serena.

Si, mi lienzo también tiene grises... sombras del presente, pasado y futuro. Son parte de mi lienzo vital. Mi pincel los dibuja y desdibuja a su antojo, mezclándolos a veces con otros colores... unas veces borrándolos, otras quedando ocultos tras ellos.

Mi lienzo también tendrá negro... guardo ese color para dar la última pincelada, mi firma. Será el final... será cuando el lienzo esté acabado, o cuando deje de pintar. Lo usaré con los ojos cerrados, guardando en mi retina la visión de los colores que hasta ese momento haya pintado en mi lienzo, llevándolos conmigo en mi recuerdo.

Y sí... mi lienzo también tiene blanco, que no es ausencia de color, sino la unión de todos... es la pureza, la inocencia, el espejo... claridad y transparencia. Si, aún queda mucho blanco, esperando que el pintor derrame su acuarela, su arte y su gracia sobre él, y dibuje una sonrisa...una lágrima...un abrazo... un amor...

Mi lienzo está inacabado y sólo yo puedo pintarlo, ser la mano que guíe el pincel. Pero tú puedes ayudarme a elegir el color.

Y dime... tú, que lees...¿de qué color pinto hoy?