miércoles, 19 de noviembre de 2008

Números



"Uno quería hacer las cosas siempre bien y el otro en cambio quería romperlo todo. El tres pensaba que nada importaba y el cuatro siempre quería dormir. El quinto siempre proponía que corrieran a donde fuera lejos, lejos. Y el sexto sólo pensaba en follar. Al siete sólo le importaban las canciones. Al ocho sólo lo que pudieran decir, al nueve como sonarían si la tocara otro y el diez se preguntaba si te iban a gustar después de una semana sin hablar. El once nunca se inclinaba y el doce siempre tenía una opinión. El trece se encargaba de la buena suerte y el catorce nunca quería mirar atrás. Los diez siguientes pensaban en diez cosas diferentes llegando hasta los veinte sin saber ¿Qué voy a decir? Simplemente que aun no sé contar. Los treinta siguientes se miraban, con los dientes se peleaban y jugaban a ser fuertes. Los números pares no encontraban sus lugares y los impares parecían números naturales. Los decimales sugerían que no éramos normales y el infinito nos convierte en números irracionales y no hablaremos de los números primos que solo se dividen por uno o por ellos mismos."

Personalidad Múltiple. ¿Acaso no la tenemos todos? Nuestros yoes se pelean entre ellos tratando de ser los que ejerzan poder sobre nuestros actos finales.

Llevo días descubriendo un yo que no sabía que tenía… a lo mejor es que antes me hablaba bajito y ahora me grita, no se. No sé qué número hace, ni si es natural, decimal, par o impar. A veces me parece que es un número primo, de esos que dicen Iván (Ferreiro) y las matemáticas que sólo se dividen por uno o por ellos mismos. Puede que los primos parezcan números egoístas, no? No se reparten más que consigo mismos, o con uno, así que siempre tocan a más, to pa ellos. Pues parecido es mi nuevo yo, ese que ando descubriendo. Piensa en él y mira por él. No, no se olvida de los demás y también piensa en ellos… pero primero en él, por y para él. Y si tiene que repartir, él se lleva la mayor parte. Y si tiene que elegir quién toma las decisiones, las toma él. Y es fuerte, y es seguro, y no se deja mangonear por los demás números, ni si quiera por los signos de sumar, restar o multiplicar, que se alían con los otros números y siempre pretenden variar su valor. Si, yo creo que éste yo es un número primo. Como el tres, el siete o el trece, que mira tú por dónde, siempre fueron mis favoritos.

Y así supongo que iré descubriendo todos mis números, hasta llegar al infinito, que dice Ferreiro que es quien nos convierte en números irracionales.