lunes, 31 de marzo de 2008

No entiendo

Hay cosas que NO entenderé en la vida... algunas porque soy una cazurra cabezota... otras porque sencillamente no tienen explicación coherente.

- No entiendo el por qué del cambio de hora.
- No entiendo por qué vuelan los aviones.
- No entiendo por qué no hago caso a mis sueños e intuiciones, cuando sé más que de sobra que siempre tienen razón.
- No entiendo por qué me empeño en pensar que todo el mundo es bueno hasta que se demuestra lo contrario.
- No entiendo por qué no puedo llorar.
- No entiendo por qué siempre la culpa es mía.
- No entiendo por qué he de callarme.
- No entiendo por qué a veces me falta el aire y quiero gritar.
- No entiendo por qué a veces alguien me tiene envidia.
- No entiendo muchas cosas más, y punto.

Lista ampliable.

martes, 25 de marzo de 2008

Mentira

¿Y qué si ahora quiero una mentira?

Hay mentiras y mentiras, aunque a mi jamás me gustaron ninguna de ellas. En cambio ahora quiero una mentira. ¿Pero a caso es un engaño la mentira que todos saben que lo es? No, no lo es. Si yo sé que es mentira y tú sabes que es mentira, entonces no nos engañamos. Tampoco quiere decir que conozcamos la verdad, pero sí conocemos la mentira, por tanto no hay engaño.

Quiero una mentira a sabiendas de que lo es. Aunque no me gusten, aunque odie mentir. Pero no mentiré, porque diré que es mentira y tu lo sabrás... no te engañaré. Tu sabes que es mentira, yo se que es mentira.

Quiero la mentira de tus brazos, la de tus ojos y también la de tus labios. Quiero la mentira de tu lengua en mi ombligo, la de tus dedos en mi piel, la de tu aliento en mi nuca. Quiero la mentira de tu boca cuando susurres que me echaste de menos, cuando digas que necesitas verme, cuando me pidas un beso más. Quiero todas esas mentiras y yo te daré las mías. Te mentiré con la mirada, te mentiré con cada beso, te mentiré mientras hacemos el amor. Y será todo mentira, y lo sabremos. Sabes que no es verdad, pero lo quieres, y yo lo quiero.

Qué triste es. Anhelamos hacer de mentiras, verdades. Y mientras tanto nos conformamos con pura falsedad. Y aun sabiendo que mentimos, lo hacemos. Porque a veces una mentira reconforta al corazón, porque a veces la mentira es sincera. Sincera como decir que lo necesitamos aunque sea falso.

Quizá sea conveniencia, ¿y qué?. Quizá un acuerdo entre los dos, ¿y a quién le importa sino a nosotros mismos? Quizá sólo busco justificarme o explicarme a mi misma el por qué de mis actos, el por qué de toda esta mentira aceptada. Necesito comprenderlo para no odiarme por mentirte... nunca te haría daño, y mentirte lo es. Y me dices que tú también me mientes, que no pasa nada porque sabes que todo es mentira y que lo aceptas. Pero jamás supe mentir, y aunque egoístamente quiera tus mentiras y me aproveche de ellas, me siento mal. Y me intento justificar diciendo que nada tiene de malo aceptar el juego si ambos jugadores conocen las reglas y están de acuerdo, que no hay maldad en hacer lo que hacemos... pero me siento mal. Yo... yo nunca supe ni quise mentir.

Y bailamos sobre el filo de la navaja ignorando el peligro. Porque a veces, de mentira se saca verdad y me temo que tu verdad no será la misma que la mía, que esta vez caeré del lado del más fuerte y no seré yo quien tiemble, ¿y sabes qué? que me da más miedo que si fuera al revés.

Que quien juega con fuego se quema, dicen. Que quien con niños se acuesta mojado se levanta, cuentan. ¿Y qué hay de quien acepta mentiras a sabiendas? ¿Qué hay de quien miente? Qué equivocado estaba Carlo Collodi al pensar que cuando uno miente le crece la nariz. Pero claro, hubiera sido más difícil explicarle a un niño que a una marioneta de madera, cuando dice mentiras, lo que le crece es un vacío inmenso en el corazón.


BSO: Mentiroso Mentiroso, Iván Ferreiro.
"... cierra los ojos y dime que da igual. Podré decir que todo era mentira, que todo esto es sólo un error, y tu podrás decir que no te afecta, que ésto no es la realidad. No negaré que a veces duela... Puede que esté bastante avergonzado y no lo voy contando por ahi... Podré decir que todo era mentira, no había nadie para comparar la situación; igual diré que es una coincidencia, que no tengo nada que ver, nada que perder y algo que ganar si me sale bien..."



***Nota posterior: Ya no quiero mentiras... la mentira tiene las patas cortas, y como ya dije, núnca me gustó, y ni quiero ni se mentir.

Patri

lunes, 24 de marzo de 2008

GPS

En diciembre, por mi cumpleaños, mi hermana me preguntó lo que quería que me regalaran ella y mi cuñado. Les dije que no hacía falta que me compraran nada – ya sabes, eso que se dice siempre... – pero insistió, así que le sugerí un pijama.

- Si hombre, otra vez un pijama. De eso nada... ¿No quieres un Tomtom?
- ¡¡¡¡Noooooooooooooooooooooooooo!!!! – rotundo.
- Joer, pero si es un regalo chulísimo, mucho mejor que un pijama.
- Pues yo prefiero un pijama. Ni se te ocurra gastarte una pasta en un GPS porque no lo voy a usar.
- Vaya que no, con lo que te gusta a ti ir por ahí, lo usarás seguro.
- ¡¡Te he dicho que no!! ¡¡Yo quiero un pijama!!

Por una vez en su vida me hizo caso y no me regaló un Tomtom – tampoco un pijama... – pero me jodió la vida regalándoselo a mi padre por su cumpleaños, que es unas semanas después. Si, me jodió la vida, lo juro. ¡¡Me desquicia!! ¡¡Eso no es un regalo, es una tortura!! Si ya de por sí los viajes largos con mi padre se me hacían cuesta arriba, ahora no soporto ni los viajes cortos, aunque sean de diez kilómetros. Y claro, acabamos a voces y bastante calentitos, ambos.

Y es que a mi un GPS me parece algo de provecho para alguien que trabaje en la calle o viajando, tipo comercial, repartidor, etc. O para hacer viajes y esas cosas puntuales. Pero no ¡no! para usarlo en la vida diaria. Pero qué le vamos a hacer si somos como borregos y tenemos que comprarnos todos un Tomtom porque es lo que se lleva. Y así pasa, que se llenan las calles de gilipollas con sus Tomtones de los cojones, y el primero mi padre.

Digo yo que para qué coño se pone este hombre el Tomtom todos los días para ir de casa al trabajo. ¡¡Hombre, pero si llevas 15 años trabajando en la misma empresa!! ¿es que no te sabes el camino? ¡¡Venga ya!! ¿Y para volver a casa, qué me cuentas? Me parece absurdo y tremendamente gilipollas usar el GPS para trayectos que conoces más que de sobra, pero mi padre va mas lejos todavía y roza el colmo de los colmos.

Situación casi real, es decir, 99% realidad, 1% ficción: Mi padre, el GPS y yo, los tres en el coche camino a casa, con el larguero, o cualquier programa deportivo de radio sonando de fondo, y a bastante volumen porque el hombre anda un poco sordo.

-GPS: A 100 metros, gire a la derecha.
-Mi padre: Claro, le he puesto en ruta que me lleve a casa y me indica bien. Qué listo es.
-Yo: Listísimo – irónico total...
-GPS: Gire a la derecha.
-Yo: ¡¡Qué haces!! ¿Para qué te vas ahora por la izquierda?
-Mi padre: Pues para ver si lo hace bien ahora si yo me equivoco.
-GPS: Cuando pueda, de la vuelta
-Yo: Estás fatal...
-GPS: Cuando pueda, de la vuelta.
-Yo: otra vez... qué pesao, si ya le hemos oido.
-Mi padre: A ver... me voy a meter ahora por esta calle, verás como dice que siga de frente.
-Yo: No me jodas... déjate de gilipolleces y tira para casa, que me voy meando.
-GPS: Tome la próxima salida a la izquierda.
-Mi padre: ¡¡Anda!! Se ha equivocado.
-Yo: ¿A qué juegas? Coooooooooño, que vamos a tardar tres días en llegar a casa joder, y estamos a 200 metros!!!
-GPS: Siga 300 metros y en la rotonda tome la tercera salida.
-Mi padre: ¡¡Calla, que no le oigo!!
-Yo: Lo mismo si no le oyes te pierdes, no te jode! ¡¡Y baja la radio!!
-GPS: Tome la tercera salida.
-Mi padre: Calla joder, por tu culpa me he equivocado y me he metido en la segunda. ¡¡Es que no puede ser contigo!! ¡¡Y deja la radio!! ¿Para qué bajas el volumen?
-Yo: Pues para que oigas bien al Tomtom y no nos perdamos, no te jode! Vaaaaaaamos, que me meoooooooo.
-GPS: Manténgase a la izquierda.
-Mi padre: Uy, esto va mal ehhh, no me indica bien que por aquí no es – y en marcha va manipulando el GPS...
-Yo: ¡¡Pero suelta esooooooo!! Madre mia, nos matamos ehhh.
-GPS: ¡¡Calla coñoooooooo!! (ah no, ese no era el GPS, era mi padre... desvarío ya hasta contándolo...)
-GPS: Tome la primera salida a la derecha y después a la izquierda. – y seguidamente, emite un pitido.
-Mi padre: ¡anda! ¡No jodas que hay aquí un radar!
-Yo: Papa.. por favor... que estamos en un descampado!!!! Aquí lo único que hay son cardos, y no radares!
-GPS: Fin de trayecto.
-Yo: ¡¡ Y unos cojones!! Fin de trayecto dice, y estamos a la otra punta del pueblo!
-Mi padre: por tu culpa, ves? Ya no se a qué botón le he dado que ha cambiado la ruta.
-Yo: ¿Por mi culpa? Mira ehhh, que yo no estaba jugando al ratón y al gato con el GPS de los cojones. ¡¡que no se para qué coño lo pones para ir a casaaaa, que llevamos 20 años viviendo aquiiiiiiiiiiiii!
-Mi padre: ¡¡Que te calles!!
-Yo: ¡¡Que te calles tu joder!! Que llevamos media hora en el coche cuando estamos a 200 metros de casa, no me jodas! Para, que me bajo!
-Mi padre: ¡¡Estate quieta, cierra la puerta!!
-Yo: Si, no vaya a ser que se te constipe el Tomtom, no te jooooode. Que me bajo, que me estoy meando, y yo me voy andando.

Y esto tan sólo en un trayecto de escasos 5 kilómetros... vamos, de la gasolinera de mi pueblo a mi casa. No os quiero ni contar el viajecito que me ha dado toda la Semana Santa, encima con mi madre de copiloto... Si no fuera mi padre, lo hubiera estrangulado con el cable del Tomtom, jurao.

GPS? No, gracias. Que yo me apaño muy bien con la guía CAMPSA, que ni habla ni na.

NDA: Que me perdone mi padre por ser el protagonista absoluto de mis post peor hablados, pero es que me enciendeeeeeeeee. Está visto que mi padre con los cacharritos electrónicos no se lleva bien, y si no rebobinen ustedes y léanse las peripecias que pasamos con la antena aquella que se compró para ver doscientos mil canales y que para vuestra información ahí sigue muerta de risa sin funcionar (por mi culpa, según él... 100 latigazos me daré por no haber sido ingeniera de la NASA y no haber sabido ponerla en funcionamiento).
Y como hoy estoy de buen humor, pese a lo que acabo de contar y tener aun fresco el viaje de vuelta de ayer en el que casi llegamos a las manos, le dedico este post a Nacho, que sé que se reirá un montonazo y se acordará de su padre que también ha de ser un poquito cafre, como el mío; y a Pequeña, que sé que le gusta cuando cuento anécdotas de este tipo.

domingo, 23 de marzo de 2008

Contradicción

Me gusta andar descalza y no hacer ruido. Sentir el frío del suelo en mis pies, o la humedad de la tierra, la suavidad de la hierba.

Me gusta cuando a veces calzo tacones y suenan fuertes y firmes al andar, marcando el compás de mis pasos como un redoble fuerte de tambor anunciando mi llegada.

Me gusta reír hasta llorar, hasta que duele la tripa y los músculos de la cara. Reír con o sin motivo.

Me gusta llorar, tal vez llorar hasta reír. Dejar salir mis lágrimas, todas, cuantas más mejor. Vaciar mis lacrimales y mis penas dejando así desierto el espacio que ocupan.

Me gusta salir, viajar, no parar. Andar de aquí para allá, conocer sitios, tumbarme al sol o a la sombra y respirar el aire fresco y puro.

Me gusta encerrarme en la soledad de las paredes de mi cuarto. Tumbarme en la cama bajo la manta o sobre ella y no dejar que se cuele ni un rayo de luz del exterior, ni una chispa de aire que corrompa mi cueva secreta.


Me gusta la música, el bullicio...

Me gusta el silencio, su sonido...

Me gusta la compañía...

Me gusta estar sola...

A veces soy pura contradicción, o tal vez tan sencilla que parece justo lo contrario. Pero siempre la misma.

Sólo quiero que me abraces,

Pero no, hoy no...

Sólo quiero que me beses,

Pero no, hoy no...

Sólo quiero que me encuentres,

Pero no, hoy no...

Ven...

Pero no, hoy no...

Quizá mañana...

Quizá hoy...

miércoles, 19 de marzo de 2008

De sal y arena... Sirena

Lloró mares de espuma y agua salada. La marea mojó su cuerpo, bañó su piel y se filtró hacia el interior. Las goteras hicieron estragos en sus órganos internos y empaparon cada rincón. Mas un buen día salió el sol. La tormenta había terminado y la marea cesó dando paso a un mar calmado. Las nubes se despejaron y se alegró, pobre sirena... pensaba que todo había pasado, pues todo el mundo sabe que tras la tempestad llega la calma. Pobre sirena...
Los rayos del sol alcanzaron su piel cubriéndola de un agradable calor. La sal empezó a secarse en todos aquellos rincones que sus lágrimas habían mojado. Se secaron sus ojos, su sonrisa... se secaron sus labios y a través de la boca el calor pasó dentro. Endureció sus cuerdas vocales, selló sus oídos... y un desierto de sal dura y seca invadió poco a poco su ser hasta alcanzar el origen, el comienzo de todo: su corazón. Quedó petrificado, frío, seco...una roca.
El sol seguía brillando, y ella muda, ciega, sorda y sin un solo latir. Lo peor no había pasado cuando las nubes se abrieron y dejó de llover. Ahora era una sirena de sal, ahora no sentía, ahora no lloraba, ahora no reía. Ahora sólo existía.Y existió, por los siglos de los siglos, mientras el sol cada vez la secaba más y el viento la erosionaba. Tan sólo los días de lluvia, cuando la humedad se colaba entre las grietas de su cuerpo, alcanzaba a sentir esperanza. La esperanza de que algún día unas lágrimas dulces se derramaran por ella y tal vez rompieran su hechizo.

martes, 18 de marzo de 2008

Cosas de curro...

Suelo tirar bastante de empatía en cualquier situación que implique a más personas además de a mi. Si además le unimos que soy una blandengue – pero no se lo digáis a nadie – y que no sé decir a nada que no, pues resulta que al final todos se salen con la suya y suelo salir perdiendo.
Llevo esta forma de ser mía al curro, intentando facilitar el trabajo a mis compañeros y evitarles presiones... aunque eso a veces suponga no darle exactamente lo que quiere al cliente, sobre todo en cuanto a plazos de entrega. Eso si, siempre respondiendo. Soy de la opinión de que actuar así te trae más puntos a favor que en contra. Es como una cadena: si yo le facilito el trabajo al de Planning y no le presiono pidiéndole una fecha de entrega un poco justa, mañana si necesito que me adelante otro trabajo me deberá un favor, y lo hará. Si le retraso una fecha de entrega al de Almacén para que optimice portes, mañana si me corre prisa entregar otra referencia me hará el favor y me la “colará” delante de otro porte previsto. Es un hecho. No sé si con esta explicación quedará claro lo que quiero decir, pero puedo resumirlo diciendo que pienso que, aunque seamos de distintos departamentos, todos vamos en el mismo barco y debemos remar en la misma dirección. Incluso si puedo, remaré a ratos más fuerte que ellos, para que cuando yo esté cansada o no pueda, remen ellos por mí. No se trata de intereses, ni de eso de “favor con favor se paga”. Para mi es puro compañerismo.
Esto también lo uso con clientes y proveedores... es un “hoy por mi, mañana por ti”. Me gusta el trato suave, evitar las presiones... y normalmente por las buenas sueles sacar mejores condiciones que por las malas. Además, a mi eso de ir por las malas jamás se me dio bien, y me cuesta ponerme en esa tesitura.
Si todos fuéramos un poquito así, creo que el trabajo sería más fácil, más efectivo, y hasta más divertido, porque nos evitaría muchos problemas. Pero no todos somos así. De hecho, creo que en mi departamento soy la única que tiene esa forma de trabajar, por lo que compañeros, clientes y proveedores no están acostumbrados a que alguien del departamento Comercial trabaje de esta forma. Tanto así que hoy me ha sorprendido un comentario de uno de nuestros manipuladores-proveedores.
Le he llamado, reclamándole un trabajo que debería haberme entregado la semana pasada y que aún estoy esperando. La conversación ha sido la siguiente:

- Oye Pili, ¿qué pasa con los Tótem?
- ¿Qué Tótem?
- Joder Pili, cómo que qué Tótem! Que te dije que los tenía que tener la semana pasada, me pusiste pegas porque estabas muy agobiada y pude retrasar la entrega con el cliente hasta mañana, con la condición de que me los tuvieras aquí como mucho hoy.
- Ya... pero....
- Joder Piliiiiiiiiii, que llevamos con este pedido un mes tía.
- Ya, pero es que de tu departamento me están pasando más pedidos y no saco tiempo para los Tótem.
- Pili, no me digas eso, porque mis pedidos también son trabajo ehh, y están de antes que los otros, no me jodas...
- Ya... pero es que como tu no eres como las otras (refiriéndose a mis compañeras de departamento)
- ¿Cómo que no soy como las otras? ¿A qué te refieres? – no entendía a qué se refería, porque a diferencia de mis compañeras, además del trabajo comercial hago tareas de recepción y centralita, y pensé que se refería a eso...
- Si Patri, que tu no me das voces ni te cabreas, ni me presionas para que tenga las cosas ya. Tu eres más maja.
- Coño Pili, ¿cómo me dices eso? ¿Me estás diciendo que soy más maja, y que como no te grito ni te presiono me trabajas peor que a las demás? ¡¡Venga coño Pili!! ¿Es que tengo que tratarte como ellas? ¿Eso quieres?
- Nooooo, para nada.
- ¿Entonces?
- Va, venga, mañana a primera hora los tienes allí.
- Gracias.
- De nada, maja.

Tiene cojones la cosa. Yo toda la vida pensando que se trabaja mejor sin presiones y que si te tratan bien respondes mejor que si te tratan mal, y por lo que veo aún queda gente que funciona mejor cuando las cosas son a voces y con exigencias. Y encima tiene la cara dura de decirme que como yo soy más maja... ¡¡coño, pues como soy mas maja cúrratelo conmigo como yo me lo curro contigo joer!!

Al final tendré que pasarme al plan B y ser una puta borde y pedir las cosas por cojones… se ve que sólo así se funciona.

lunes, 17 de marzo de 2008

Con los ojos abiertos

Me he dado cuenta de que ya nunca cierro los ojos... siempre abiertos, siempre alerta, buscando en sus ojos lo que nunca encuentro, observando cada gesto. Registro sus sonrisas, su miradas... siempre abiertos mientras les beso o me dejo besar.

Y me limito a sentir el placer físico, a entregarme a sus manos, sus labios, su sexo. Vacío mi mente de todo sentimiento y sólo queda cuerpo y deseo... y mis ojos abiertos.
A veces no pienso... casi nunca pienso. Sólo actúo y disfruto, y hago disfrutar. Me aplico en mi tarea tanto como ellos en la suya... pero siempre abiertos, siempre vacíos.
No me cuesta abandonarme a su antojo y al mío... pero a veces... a veces el vacío me cala más dentro y abro más los ojos, y entonces le veo, y no es lo que quiero. Ni él ni los otros que igual que él pasan por mis brazos y mi cuerpo sin rozar mi alma. Ninguno de ellos son quien quiero que sean.

Y mis ojos abiertos lo ven... y yo no los cierro. Porque si los cierro puedo equivocarme y soñar... porque si los cierro puedo creer que es él y no quiero. No quiero soñarle ni imaginarle mientras otro me toca.

Quisiera poder un día cerrar los ojos, saber que aunque los cierre estará ahí, saber que es él sólo con el roce de sus labios sin necesidad de mirarle. Saber de su deseo sólo sintiendo la leve caricia de su aliento en mi piel. Con los ojos cerrados... sentir como no sólo mi cuerpo lo siente, sino que toca mas allá de lo físico... y cerrarlos.

No sé si algún día lo haré. Tal vez lo haga después de haberle encontrado, después de haberle besado con los ojos abiertos y haber sentido que es quien buscaba.

Ya no los cierro nunca... siempre abiertos...

“...y mi corazón badea a popa, no se dónde está mi ropa... la habré perdido junto al miedo...”
“...y hace ya tiempo que vivo al día, que no me bajo en ninguna estación, y no me importa partirme la cara por una mirada, por un corazón... y si hace falta me juego la vida, me juego la muerte que es mucho mejor...”

miércoles, 12 de marzo de 2008

Zahir

Un zahir es algo que no puedes olvidar ni por un instante, algo que empieza siendo aparentemente irrelevante pero que termina por llenarte la vida todo el tiempo, porque no eres capaz de dejar de pensar en eso, y todo lo demás desaparece.

Últimamente pienso en ti cada mañana y no sé por qué. De camino al trabajo, cuando la noche empieza a pintarse de día, embutida en mi chaqueta, calefacción a tope, pero ventanilla abierta, respirando el amanecer... Soy rara, lo sé. Tan rara que al llegar al puente cambio de cd y busco la pista 4, y mientras me enciendo un cigarro subo el volumen a 43. Ya empiezan los acordes de aquél tema que bailamos una vez, y te veo frente a mí, donde jamás estuviste. No veo ya esa larga hilera de coches que tengo delante, en punto muerto, bajando el puente poquito a poco, a 20... y mi coche se desliza hasta llegar al centro mismo de ese puente que separa tu vida de la mía. Debajo fluyen más coches, lentos, parados... luces rojas y blancas, de los que van y los que vienen... El humo se escapa de mi cigarro y de mi boca... pero tu no te escapas. Sigues ahí y siento tu abrazo al son de esas letras que susurraste a mi oído, ese que jamás tuviste cerca de tu boca. Y me dejo ir, como dice la canción... y pienso en si tu pensarás alguna vez en mi, como yo lo hago ahora... como yo hago cada mañana al llegar al puente, y no se por qué pongo (nuestra) esa canción... como yo hago cada vez que la escucho o que sopla el viento. Y se acaba, y la vuelvo a poner, y a veces el aire sopla por mi ventana y refresca mis ojos que queman, de sueño si, pero también de rabia por lo que no fue. Otras veces el viento acaricia mi pelo y pienso en si serás tu quien sople.

Bajo el puente y se acaba... se acaba todo, ya no suena U2, se ha apagado mi cigarro, y el viento ya no sopla suave porque subí la ventanilla. Y ya no estás, ni rastro de ti donde nunca lo hubo. Vuelvo a la realidad, a la rutina vital que me envuelve y me hace olvidarte...no... tal vez no recordarte, pero nunca olvidarte. Se acaban esos momentos en los que eres mi zahir, uno de tantos... a penas unos minutos cada mañana, de lunes a viernes... lo eres, eres mi zahir ¡¡ y no sé por qué!! Me invades al llegar al puente... y no sé por qué... y el mundo se acaba y sólo tu y yo, y la canción... ¡¡y no sé por qué!!... y el viento me sopla... y no sé por qué... Me gusta imaginar que es tu señal... que tú también, a veces, piensas en mi... pero no sé por qué.

Dando señales...

Hoooooooooola.

Vengo a dar señales de vida, nada más. Una semana sin actualizar, lo sé... y aunque sé que quizá a nadie le importe, a mi sí. Y entonces me explico a mí misma el por qué de mi ausencia.

Inspiración no viene a verme, pero es que le llamé y le dije que no volviera... por un tiempo, sólo por un tiempo. Y es que me ocupan otras cosas y no me sale de dentro prestarle atención... y escribir por escribir nunca me gustó.

Y no es que no me pasen cosas o que esté mal... que va. Estoy genial y estos días me ha pasado alguna cosa digna de contar, pero con una banda en los ojos que proteja mi anonimato jajaja porque vaya tela... mejor no dar pistas, no vaya a ser que alguien me viera en un cine... ups, ya estoy dando pistas jajajaja.

En fin... que me he dado una vuelta por mis blogs prefes y resulta que la mitad o han cerrado o se están dando un tiempo. Veo que Inspiración se fue de vacaciones y nos dejó a todos un poco empantanados... así que mal de muchos....

Pues eso, que todo bien, viviendo la vida, o living la vida loca, como gusten.

Y como no tengo nada más que decir por ahora, me limitaré a cederles la banda sonora de mis últimos días, para que la usen a su antojo.

Carlos Chaouen – disco “”Tótem”. Mención especial a los temas “Amor con cebolla”, “Semilla en la tierra”, “Te quiero a bocajarro”, “El faro del paraíso”, “La vida amurallada”... y paro porque si no pongo todas las canciones del cd, y no es plan.

“...Y cada uno en su camino va cantando, espantando sus penas. Y cada cual en su destino va llenando de soles sus venas. Y yo aquí sigo en mi trinchera, corazón, tirando piedras contra la última frontera, la que separa el mar del cielo, el color de tus maneras, la que me lleva a la guerra, a ser semilla en la tierra... Y no me pidas tanto corazón, que tengo poco aire en el pulmón... lo que tengo es un castillo en el cielo. Si viene la guadaña a mi rincón enjuágame la frente en tu sudor y le das un beso a todo si me muero... y le das un beso a todo si me muero...”

martes, 4 de marzo de 2008

5 de marzo ;)

El día de tu cumpleaños – al menos en mi caso, y en el de muchos más, lo se – es un día como cualquier otro, sólo que en esa fecha hace años que naciste y por eso la gente te felicita (si se acuerda). Normalmente no tiene nada de especial y te sientes igual que el día anterior con un año menos. Pero a mi me gusta hacer especial ese día a los que quiero. No el día de mi cumpleaños, sino del suyo.

Mañana 5 de marzo es el cumpleaños de dos de las personas que más quiero. Una es mis tierra, mi sangre… mi madre. Y la otra es parte de mis risas, de mis llantos, la mano y el hombro que siempre está… mi mejor amigo, Nacho. Los dos forman parte de mi vida y de mi corazón.

A mi madre la tengo cerca, conmigo, y mañana celebraremos juntas su día. Pero a Nacho no lo tengo a mi vera. Estás lejos Igancito, y no puedo tirarte de las orejas, ni darte un achuchón, ni darte muchos besos (ni pellizcarte los mofletes jajajaja). Sí que podré cantarte cumpleaños feliz y oír cómo te ríes de mi, cabronazo… peeeeeeero como no me parece suficiente y no me dejas otra opción, te tendré que montar el espectáculo aquí :P

Te iba a decir que me debes un café con un trozo de tarta de queso, pero no lo haré porque ya lo sabes. Te iba a decir que deseo que cumplas muchos más (y que yo lo vea), pero no lo haré porque ya lo sabes. Te iba a decir que me gustaría verte y celebrarlo contigo, pero no lo haré porque ya lo sabes…

Lo que si te voy a decir es que eres un huevo de viejo jajajajaja ¡¡¡32!!! Que estás muy mal para la edad que tienes, echaíto a perder jajajajajaaaaaaaaaa que más te vale que te regalen para tu cumple unas anti arrugas y unas cremitas de noche, al menos para la cara… lo demás sabemos que no tiene solución, que la tontuna es crónica! Pero aun así… aun así no te cambio por nada del mundo. Te quiero así, aunque me saques de quicio y te odie a diario, aunque me den ganas de escacharte la cabeza día si y día también, aunque no te entienda a veces y me den ganas de matarte, aunque me pases la cabeza con tus movidas, aunque no me pagues las horas que te hago de psicóloga, y un largo etcétera de cosas que sé que estarás pensando que tú también haces por mi y que yo te provoco… ¡¡cuántas veces me hubieras abofeteado!! ¡¡cuántas te agobiaré con mis historias para no dormir!! ¡¡cuántas veces soportarás mis provocaciones para sacarte de tus casillas adrede!! ¡¡ cuántas veces aguantarás mis días raros!!

Esta vez no habrá 32 mails en tu correo, ni 32 claveles blancos en tu casa (por cabezón y no fiarte de mi jajajaja). Esta vez te felicito aquí, así, unas horas antes de que toquen las doce y comience tu día.

Te quiero mucho Nacho.





PD: Te juro que este año quería salir de la tarta y darte una sorpresa... pero el modelito no me convencía, no me queda demasiado bien (adjunto foto que lo demuestra)



domingo, 2 de marzo de 2008

A veces sueño... y escribo...

Cuando la noche caiga y el sol se haya ido,
cuando mis ojos te alumbren
y el temblor de tus manos se haya dormido,
entonces, sólo entonces me acercaré a ti.
Te cantaré palabras dulces al oído,
te envolveré con caricias delicadas,
despertaré tus sentidos.
Y cuando suenen los primeros acordes del alba
seguiré ahí, a tu lado, contigo,
y tu estarás conmigo.
Envolverás la mañana con un lazo rojo
y querrás regalármela.
Y yo, con la tinta de mis labios
pintaré un amanecer en tu ombligo.