martes, 12 de agosto de 2008

La maldición del lino negro

¿He dicho alguna vez aquí que lo que me pasa a mi no le pasa a nadie? Pues por si no lo he dicho nunca: ¡¡Lo que me pasa a mi no le pasa a nadie!!

Menos mal que me tomo la vida con filosofía y me río hasta de mi sombra, pero lo de hoy ha sido – y es – para morirse de la vergüenza. En cambio yo, estoy muerta de la risa, y así llevo desde hace cosa dos horas.

Resulta que hoy llevo puesto un pantalón de lino negro, bastante nuevo por cierto. Hasta ahí todo normal, ¿no? Ahora viene lo anormal, lo que sólo me puede pasar a mi:

A las dos de la tarde me voy a comer con un compañero. Caliento mi comida, me la como y al levantarme a coger una cuchara para el yogurt me dice:

- Oye Patri, llevas el pantalón roto.
- Venga ya ehhh, basta de bromas que ya llevas suficientes por hoy – incrédula de mi... acostumbrada a sus bromas de todo tipo y a todas horas, pensé que era una más.
- Que si Patri... bueno, o llevas el pantalón roto, o es que tienes los bolsillos del culo un poco raros... – muerto de la risa, el muy...

Me toco el culo y efectivamente, el bolsillo está rajado completamente. Me empieza a subir una ola de calor hacia la cara y mi cabeza empieza a entrar en ebullición: “Dios mío, ¡¡vaya raja!! ¡¡se me debe estar viendo hasta el hígado!!... ay... ¿pero qué tanga me he puesto hoy? ¡¡Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaa se me tiene que ver to’ el pandero!! Uffffffffff respira respira... por una vez en tu vida has estado lista y hoy te has puesto culote, y además negro ¡¡menos mal!! Eso disimulará un poco...”

- Oye C, ¿se nota mucho?
- Que va tía, bueno, como llevas las bragas negras disimula un montón – seguía doblado de la risa... cabrón....
- Joder... pues menos mal, porque no suelo... – cállate Patri, ¡¡a él qué coño le importa si sueles o no sueles llevar bragas o tanga!!
- ¿Me estás queriendo decir que a veces no llevas nada? No Patri no, que tu no eres de esas... – sarcástico perdido, encima picando grrrrrrrrrrrrr
- Jajajajaj ¡y tu que sabes!
- Yo sólo se que ahora nos vamos a tomar café al bar, como todos los días.
- No C no, por favor... podríamos tomarlo aquí, ¿si?
- No tía, que no está igual... además, ni se te nota, y si eso yo te cubro jajajajjajaja
- Jajajajajaj qué cabrón. Venga ok, me pongo el bolso así por detrás y disimula.

Si... disimulaba, hasta que me he sentado en el coche, y lo que era una pequeña raja fácil de ocultar por el bolso, se ha convertido en una raja del tamaño de la nacional 2. Vamos, que no se me veían los talones de milagro.

- ¡Su puta madre! C, yo no me bajo del coche eh, aquí te espero jajajajajjajaja
- jajajajja que no pasa nada idiota, ¿no ves que estos días no hay casi nadie en el bar?

¡¡Lleno!! ¡¡ Estaba llenooooooooo!! ¡¡Todo el mes de agosto vacío y hoy hasta la bandera!! Y yo tratando de ocultar lo imposible, enseñándole mi culote de Kitty - si, encima de Kitty... ya que hace una el ridículo, lo hace a lo grande - a media España. Y el muuuy capullo de mi compañero colaborando:

- ¿Me pones unos PANTALONES ROTOS? Digo.. dos cafés solos con hielo, por favor.
- C... te odio.
- Mmmmm, perdona, PANTALONES ROTOS? Digo, ¿sacarina tienes? Gracias.
- Grrrrrrrrr te mato jajajjajajaa
- Jajaja anda no seas así, que no pasa nada porque SE TE HAYA ROTO EL PANTALÓN.
- Jajajjaja para por favor.
- Si no pasa nada joer, ¿no vas a la piscina en bañador? Pues al bar EN BRAGAS, PORQUE SE TE HA ROTO EL PANTALÓN.
- Jajajajjajajaa por favor C, o paras o me meo.
- Jajaja pues lo que te faltaba, con el PANTALÓN ROTO y encima mearte.
- Paaaaaaaara, no me hagas esto por favorrrrrrrrrrr jajajajajajja

Negros de la risa los dos, y yo además colorada como un tomate y con el bolso en el culo. Y de pronto pienso: “Ostia... ¿desde qué hora lo llevaré roto? madremía madremía que esta mañana he estado por fábrica repartiendo unos certificados y me la he recorrido enterita...¿a que me ha visto el culo media empresa?.... jummmm no, porque si E lo hubiera visto, el muy cabrón me lo hubiera dicho a voces en medio de la nave... No, no puede ser, se me ha debido de romper después...”

- C, ¿nos vamos ya?
- Joer, qué prisa tienes... hoy pierdes el culo jajajaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa
- Muy ingenioso, MAMONAZO jajajajajaaaaaaaa
- Pues vas de culo si piensas que nos vamos a ir ya eh jajajajaja
- Jajajaja te odio. Vaaa, vámonos ya porfa.
- Venga vale, ya no te lo hago pasar mal – con cara de decir justamente lo contrario, como si no le conociera.
- Ya ya...
- Venga, ve saliendo que yo te cubro jajajajajaja

De vuelta a la empresa C no ha querido fichar por mi, así que me ha obligado – literalmente, lo juro, ha tirado de mi hasta el lugar donde fichamos – a pasar de nuevo por toda la fábrica, saludando a todo el mundo y diciéndome bajito “venga, que no se nota, yo te cubro” muerto de la risa. Yo también lo estaba, la verdad. Si no fuera por mi humor me hubiera limitado a entrar a mi sitio, sentarme y no moverme en todo el día hasta la hora de irme. Pero me puede la guasa y encima me presto al cachondeo... y llegando a la mesa de otra compañera le digo:

- M, no imaginas lo que me ha pasado...
- ¿Qué te ha pasado?
- Pues nada que – ya saltó C a contar su versión... y yo sabía perfectamente lo que iba a decir – estábamos comiendo y la muy cerda se ha tirado tal pedo que ha rajado el pantalón.
- No digas... – M, que es otra cachonda encima siguiendo el juego – Oye Patri, ¿y es muy grande la raja?
- ¿Cuál de todas? Jajajajaaaaaaaaaaaaaa

En fin, que aquí estoy, sentada en mi sitio, si levantarme un palmo... y basta que no te quieras mover para que:

a) Venga el encargado de fábrica y te diga que le acompañes al almacén para ver unas referencias de un cliente tuyo que están dando problemas.
b) Te llame el jefe y te diga : “Patri, ¿puedes subir un momento a firmar unas cosillas?”
c) Venga un proveedor y tengas que levantarte a saludarlo.
d) Te entren ganas de ir al wc y tengas que atravesar la recepción para ello justo cuando entra una visita.
e) Se te caiga un clip al suelo y al recogerlo la raja crezca 3 cm más.
f) El cabrón de C esté llamándote cada 5 minutos para recordarte que llevas el pantalón roto.
g) Tengas una cita médica a las 6 y no te de tiempo a llegar a casa y cambiarte de pantalón antes de acudir.

Lo mío es crónico... de verdad. Y lo mejor de todo es que no es la primera vez que me pasa con un pantalón de lino negro... no sé por qué me empeño en comprármelos, deben estar malditos.

PD: esta tarde me voy de compras y me compro otro pantalón de lino negro!

El Rincón Divulgativo

En la empresa en la que trabajo una vez al mes nos envían o publican en el tablón algo que denominan “El Rincón Divulgativo”. Normalmente se trata de fábulas o artículos con moralejas o dobles sentidos que pretenden ayudarte a nivel personal en tu día a día, a mejorarte como persona, a favorecer el buen ambiente en el trabajo.

Siempre lo leo con detenimiento y analizo la fábula que toca, y la mayoría de las veces las encuentro interesantísimas e intento aplicarlas en mi día a día, ya no sólo en el trabajo y con mis compañeros, sino en mi vida diaria fuera de él.

Uno de los artículos de este mes es el siguiente:

Baila como si nadie te estuviera viendo

Nos convencemos a nosotros mismos de que la vida será mejor después...
Después de terminar la carrera, después de conseguir trabajo, después de casarnos, después de tener un hijo, y entonces después de tener otro.

Luego nos sentimos frustrados porque nuestros hijos no son lo suficientemente grandes, y pensamos que seremos más felices cuando crezcan y dejen de ser niños, después nos desesperamos porque son adolescentes, difíciles de tratar.
Pensamos: Seremos más felices cuando salgan de esa etapa.
Luego decimos que nuestra vida será completa cuando a nuestro esposo o esposa le vaya mejor, cuando tengamos un mejor coche, cuando nos podamos
ir de vacaciones, cuando consigamos el ascenso, cuando nos retiremos, cuando...

La verdad es que no hay mejor momento para ser feliz que ahora mismo.
Si no es ahora ¿cuándo?
La vida siempre estará llena de “luegos”, de retos.
Es mejor admitirlo y decidir ser felices ahora de todas formas.
No hay luego, ni un camino para la felicidad, la felicidad es el camino y es ahora.
Atesora cada momento que vives, y atesóralo más porque lo compartiste con alguien especial; tan especial que lo llevas en tu corazón y recuerda que el tiempo no espera por nadie.

Así que deja de esperar hasta que termines la universidad, hasta que te enamores, hasta que encuentres trabajo, hasta que te cases, hasta que tengas hijos, hasta que se vayan de casa, hasta que te divorcies, hasta el viernes por la noche o hasta el domingo por la mañana, hasta la primavera, el verano, el otoño o el invierno, o hasta que te mueras, para decidir que no hay mejor momento que justamente éste para ser feliz.

La felicidad es un camino, no un destino.
Trabaja como si no necesitaras dinero,
ama como si nunca te hubiesen herido,
y baila como si nadie te estuviera viendo
.


Buen consejo ¿no?

A partir del mes que viene y durante los próximos 4-5 meses seré la encargada de buscar los textos para El Rincón... se aceptan sugerencias!