viernes, 19 de septiembre de 2008

La Maleta

Era como una leyenda. Nadie la había visto, ni si quiera la nombraban en casa, pero todos sabíamos que estaba escondida en algún rincón. La he buscado durante años, en todos los rincones, incluso cuando la casa era vieja y tenía mil recovecos. Cuando la reformamos pensé que aparecería quizá sepultada tras uno de los gruesos muros de piedra y barro... pero no apareció. Entonces dudé de su existencia.

Durante años me olvidé de aquella vieja maleta y de lo que contaban que tenía dentro. Pero hace unos días, de una forma extraña, apareció. Casi no me atreví a tocarla, como si haciéndolo fuera a romper el hechizo y desapareciera... Pero soy curiosa y llevaba años deseando que llegara ese momento. Por fín la tenía delante de mi y podría desvelar el secreto de lo que guardaba: las cartas.

La cogí y me encerré en mi cuarto con ella. Con mucho cuidado la abrí y me encontré con atillos de cartas colocados con cierto orden. Extrañas cartas, sin remitente ni destinatario... tampoco tenían sello, como si alguien las hubiera escrito y jamás las hubiera enviado. Mi curiosidad entonces se multiplicó por mil. Temblando de emoción cogí la primera y delicadamente la abrí, desdoblándola despacio, acariciando los pliegues. Estaban escritas con una letra muy cuidada y clara, a mano, una letra de mujer. Me encontraba tan nerviosa por haberla encontrado por fin que a penas pude leer. Pensé que era mejor calmarme y esperar a tener un momento tranquilo para leer las cartas... después de todo llevaba tantos años esperando ese momento que unas horas más no importaban. Así que volví a doblar la primera carta y a meterla en el sobre, y una vez de vuelta en la maleta la cerré y la escondí bajo mi cama. Allí estaría a salvo hasta la noche... cuando llegara la hora de dormir y todo el mundo estuviera acostado la sacaría y entonces si, en el silencio y la soledad de la noche, las leería... una a una... todas... hasta desvelar su secreto... cada noche...




NDA: Compartiré la lectura de esas cartas en otro rinconcito, www.lascartasdelamaleta.blogspot.com