domingo, 2 de marzo de 2008

A veces sueño... y escribo...

Cuando la noche caiga y el sol se haya ido,
cuando mis ojos te alumbren
y el temblor de tus manos se haya dormido,
entonces, sólo entonces me acercaré a ti.
Te cantaré palabras dulces al oído,
te envolveré con caricias delicadas,
despertaré tus sentidos.
Y cuando suenen los primeros acordes del alba
seguiré ahí, a tu lado, contigo,
y tu estarás conmigo.
Envolverás la mañana con un lazo rojo
y querrás regalármela.
Y yo, con la tinta de mis labios
pintaré un amanecer en tu ombligo.