lunes, 17 de diciembre de 2007

El ataque de la Perra Vieja

Hoy tenía pensado terminar el relato largo que estoy escribiendo y empezar a colgarlo, pero me ha pasado algo en el curro y no tengo ganas, ni me concentro. Y es que una de dos: o ser legal es ilegal, o es de ser gilipollas y yo lo soy.

Vamos a ver, que me explico. Mi empresa está certificada y sigue la norma ISO9001/2000. No voy a entrar demasiado en materia al explicar esto para quien no lo sepa, pero en resumen: la empresa redacta un procedimiento en el que dice que hace ciertas cosas, y cada cierto tiempo la empresa certificadora te audita para ver que “haces lo que dices que haces”. Esto implica un huevo de formularios y de protocolos a seguir a la hora de hacer cualquier tontada. Y si no lo haces o descubren que no lo haces, te quitan la certificación, sello imprescindible para trabajar con muchos clientes/proveedores. Uno de los protocolos a seguir es abrir No Conformidades cuando algo va mal, y no a modo de acusación para la persona que ha hecho algo incorrecto, sino para ver qué es lo que se hace mal, tratar de corregirlo y que no vuelva a pasar. De abrir las No Conformidades se encarga quien detecta el fallo y luego lo pasa al departamento de Calidad, que es quien lo gestiona, departamento con el que yo guardo una estrecha relación y no sólo laboral, ya que colaboro con él por motivos de exceso de trabajo y falta de tiempo, sino que también de forma personal, pues me llevo genial con la responsable.

Por otro lado, a diario nos reunimos todos los departamentos para ver las entregas del día siguiente y gestionar los problemas que puedan haber surgido, si es que los hay. En mi departamento somos tres y nos turnamos, es decir, una semana cada una asiste a dicha reunión. Ni la semana pasada ni ésta me tocaba ir, así que yo debía estar despreocupada a no ser que la compañera que si que asiste me dijera que había algún tipo de problema con mis clientes/pedidos.

El tema es que hoy ha saltado la liebre con uno de mis clientes. Un pedido con fecha 12/12/07 no ha sido entregado, y esta mañana tenía un mail del cliente en cuestión reclamándomelo. Yo no había sido informada por nadie, así que primer paso: preguntarle a la compañera que se había reunido toda la semana anterior qué es lo que había pasado. Me cuenta que ella si que sabía que había un problema pero que se le había olvidado comentármelo. Bien, vale, de puta madre. ¿Y cual ha sido el problema? Almacén no encontraba uno de los útiles para elaborar el pedido y había tardado ocho días en ponerlo en marcha. ¡¡Ocho días!! De puta madre. Me pongo a tirar del hilo y ahí está implicado hasta el apuntador, incluida yo, por no haber sido constante en “perseguir” mis pedidos pendientes de entrega. Bien, vale, pues hay que seguir el protocolo: abrir una No Conformidad o una Reclamación de Cliente. Como tenía mis dudas sobre abrirlo de una u otra forma, le pregunto a la responsable de Calidad. Cuando se lo cuento, pone el grito en el cielo porque es la enésima vez que no se sirve a un cliente por falta de comunicación interdepartamental. Me pide que le pase la reclamación con carácter urgente y la gestiona ella. Media hora después viene con la compañera olvidadiza y me dice que quiere que entremos las tres a interrumpir la reunión para tratar el tema. Ok, a mandar. Y allí entramos, expone el problema y como siempre, la Perra Vieja (para más información retroceder en mi blog unos meses…) se siente atacada. Esta tipa no entiende la mecánica de lo que implica tener un departamento de calidad, no entiende que exponer el problema no significa una bronca por inútiles (que también), sino poner sobre la mesa lo que hacemos y darnos cuenta de que algo falla y hay que corregirlo. Tensión, mucha tensión… Yo asumo mi parte de culpa y tomo nota para no dejar que vuelva a pasar; la olvidadiza hace lo propio, es decir, lo mismo que yo. A Planificación ni tocarlo, porque ha sido el único que lo ha hecho bien, y Almacén, como siempre, se queja de que no tiene ni tiempo ni personal. Punto pelota, cada uno a lo suyo y todo solucionado. Yo me arrodillo ante el cliente – metafóricamente hablando - , le hago la mamadita de turno y todo solucionado.

Pero claro, para la Perra Vieja no está todo solucionado. Después de la reunión sube a su/nuestro departamento (aunque yo no tenga mi puesto dentro del mismo) y le comenta a nuestra superior que quiere que nos reunamos las cuatro. Me lo olía…la conozco como si la hubiera parido. Nada mas entrar empieza su ataque y me dice irónicamente que “los trapos sucios hay que lavarlos en casa”, es decir, que según ella yo me tenía que haber metido la lengua en el culo y no haber pasado reclamación alguna, ya que era echarnos tierra a todos, en particular a nuestro departamento. Alego que es mi obligación dar parte de la queja del cliente, sea tan importante como los suyos o no. Nuestra jefa me da la razón y ella se empieza a calentar. Pincha un poquito a la olvidadiza para que se ponga en mi contra, y sorprendentemente para mi (porque también es un poquito arpía) me da la razón y asume su culpa delante de las otras dos. Se calienta más: ni la jefa ni su chupaculos le dan la razón, y ella centra su ataque en mí. La olvidadiza/chupaculos, como no quiere cabrearla y que el ataque se vuelva también en su contra, tira una puntadita insinuando que todo ha sido un complot entre la compañera de Calidad y yo para echar tierra sobre todos. La jefa parece no pillar la directa, pero ya se encarga la Perra Vieja de hablar claro y decir con toda frialdad y con todas las letras lo que la otra hijadeputa insinuaba. Casi sin darme tiempo a abrir la boca la jefa les ha cortado en seco – gracias al cielo. No les ha consentido seguir por ese camino ni dejar que pusieran en tela de juicio nuestra profesionalidad. Es mas, les ha echado en cara que los temas personales que tengan con Calidad los dejen de lado (por alguna extraña razón que no viene al caso no soportan a la compañera de calidad). He querido defenderme de la acusación, pero mi jefa no me lo ha permitido. No ha querido que me explique porque considera que no debo hacerlo, ya que lo que he hecho está bien hecho y punto. He sido legal con todas las consecuencias aun perjudicándome y no se me puede juzgar por ello. Charlote de la jefa para ellas, morros, y cada una a su puesto, en mi caso al comedor, que era mi hora de comida. Cinco minutos después aparece mi jefa en el comedor y me dice que quiere que esté tranquila, que no quiere que me afecte el ataque y que no le haga ni caso, que he obrado bien y que no le de vueltas. Que va a hablar con ella a nivel personal porque últimamente está al ataque con todos (obviando que lo está particularmente conmigo por no lamerle el culo como la otra).

Uno de los compañeros con los que como a diario me pide que le cuente todo el lío y se repite el mismo consejo que me da mi jefa: no le des vueltas, ni puto caso y tu a tu rollo. Hablo con mi compañera de calidad, y mismo consejo.

Y tranquila estoy, se que he obrado bien y he sido legal, como siempre. He solucionado el problema con el cliente y todo arreglado. Y también he sabido defender mi postura, mi trabajo y mis errores, a pesar de que mi jefa no me ha pedido que lo hiciera. Pero si ya sabía que no era del agrado de la Perra Vieja el que yo no cayera en sus redes, ahora tengo claro que me va a querer “hacer la cama” y va a ir a por mí. Pero la estoy esperando. Le voy a dar en los morros con cada cosa que busque, con cada trampa, con cada púa que quiera hacerme. Lo lleva claro. A la que estuvo en mi puesto antes que yo consiguió echarla. Conmigo no lo va a conseguir.

Es una puta injusticia que por ser legal se te acuse de hacer las cosas de mala fe, y en cambio ella, que está enfrentada con más de media empresa, siga ahí como si nada, generando mal ambiente y sin que nadie se digne a pararle los pies.

Lo dicho, que ser legal es ilegal, o de gilipollas, pero yo prefiero ser gilipollas y dormir por las noches, o ser legal y hacer mi trabajo bien aunque con ello a veces tenga que echarme tierra encima, o sufrir ataques de perras rabiosas. Me da igual, estoy vacunada contra perras malfolladas.