viernes, 30 de noviembre de 2007

Friki

Resulta que el otro día alguien que –supuestamente- me quiere me dijo –así a lo disimulado- que soy un poco friki.

Me ha dado por mirar en la wikipedia el significado de friki y me he encontrado con esto: http://es.wikipedia.org/wiki/Friki. No lo voy a copiar todo, que es un coñazo, pero vamos, que yo no soy eso jajajajaja. Un poquito friki lo somos todos, no nos engañemos... pero de ahí a tanto, no señor, no.

El tema es que no me lo llamó con mala intención, sino que casi me lo tuve que tomar como un halago, porque lo hacía para “venderme”. Pero para entenderlo hay que entrar más en materia.

Resulta que tengo un don, aunque ciertamente no sé yo si no será una maldición. Este don/maldición se ha manifestado muy a menudo en los últimos años y cada vez me hace mas gracia. Consiste en que todos mis amigos y/o familiares tienen siempre a su vez un amigo y/o familiar que me quieren colocar... o a quien quieren colocarme, que también puede ser.

He pasado por encerronas de todo tipo, citas a ciegas, encuentros “casuales”, mensajes y llamadas de teléfono donde ni el que me llamaba ni yo misma sabíamos quien era el otro... en fin, un jaleo divertido a veces... comprometedor otras.

Bueno, pues esto de friki viene a cuento de la última movida de este tipo.

Mi primo tiene un amigo de toda la vida que está sin pareja ahora, y me lo está vendiendo:

- Qué majo es Lozano (llamémosle así), ese si que es un tío de puta madre. Fíjate, que me gusta para ti y que yo creo que os llevaríais genial.
- Vaya, ya me quieres vender la moto ehhhh. ¿Cuánto dices que hace que lo ha dejado la novia y está con depresión? Porque no nos engañemos, tu quieres que le quite las penas a base de risas y ...
- ¡¡Qué no boba!! Que te lo digo en serio. Lo llevo pensando mucho tiempo. Es que sois súper parecidos, los dos tenéis el mismo humor, el mismo carácter, os gustan las mismas cosas... ¡¡si hasta os parecéis físicamente!!
- ¿Ah si? ¿Tiene tetas?
- Qué tonta eres... no, pero es asi grandón como tu... bueno más. Mide mas de metro noventa.
- Menudo armario, si señor.
- Además está forrao.
- Sabes que a mi eso no me importa.
- Ya ya, pero está forradísimo.
- Bien por él.
- A ver si un día le engaño, viene a casa, y así como quien no quiere la cosa estás tu allí y os conocéis. Seguro que hacéis buenas migas enseguida... Vamos, me encantaría. Sabes que yo para mi prima no quiero cualquier cosa, y el Lozano es un tio de puta madre. Es que me encantaría que estuvieras con él - me lo decía el pavo con una cara de ilusionado tremenda, como si ya diera por hecho que Lozano y yo nos vamos a conocer, a gustarnos, a empezar a salir, a casarnos y tener hijos, y ser felices y comer perdices.
- Vale vale. No me líes más. Tu haz que coincidamos un día y así te quedas más tranquilo.

He pasado por conversaciones como ésta mil veces, así que me lo tomo con calma y un poco a guasa, porque se que luego o nunca coincidiremos, o coincidiremos y no pasará na de na.

Esta conversación la tuve en Francia mientras nos comíamos un croissant jamon/queso sentados al sol de la mañana, hace ya casi dos meses. Aún hoy no conozco al que según mi primo es el hombre de mi vida. Pero conversaciones parecidas se han sucedido en este tiempo. La última, en la que me llamaron friki, fue el domingo:

- Bueno que! Cuándo quedamos con el Lozano? – mi prima, la mujer de mi primo... mirándome a mi.
- ¿A mi me dices? Tu sabrás, que es tu amigo.
- ¿Quién es ese? – mi madre... no es cotilla, sabes.
- Pues un amigo de tu sobrino, que queremos liarle con la Patri.
- Anda, si? Y cómo es él? – y en qué lugar se enamoró de ti...no te jode.
- Pues es... pues así como ella, es que se parecen mucho. Y además es un poco friki también.

En ese momento, mi prima, que era la que había soltado esa lindeza por la boca, se quedó tan ancha, y acto seguido mi primo y yo nos miramos alucinando y movimos la cabeza negando... “no hay quien pueda con ella, siempre tiene que meter la zarpa” pensamos al unísono. Ella nos miró como diciendo “¿por qué me miráis asi? No he dicho nada malo”. Automáticamente, mi primo gruñó:

- Te has quedado a gusto ehhhh – tono irónico total jajjaaj cómo nos parecemos.
- ¿Pero qué he dicho? – cara de alucinada de la prima.
- Hombre, que me has llamado friki por to la cara jajajajjaajaja
- ¡Que noooo!
- ¿¿Cómo que no?? – los dos buldog a duo...
- Hombre... si... pero que era porque como te gusta eso de estar con el Pc liada, internet, el msn y todo eso... ¡¡pues como al Lozano, un poco friki!!
- Lo estás apañando, guapa...

La entendí perfectamente. Sé que no lo hizo con ninguna mala intención, ni que tampoco usaba el término friki en tono despectivo. De hecho me hizo mucha gracia y lo primero que pensé fue: “me llama friki... y eso que no sabe que tengo un blog en el que voy a colgar toda esta conversación jajaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa”.

Sepan ustedes que somos frikis. Si si, usted que me lee, el que va a comentar ahí un poquito mas abajo. Pero no somos los frikis de la definición que da la wikipedia (al menos, no yo). Somos unos frikis mu salaos a los que nos gusta el internete y pulular por él.

Lo del Lozano ya... eso es otra historia que dejaré para próximos capítulos, si es que los hay... que me temo que si.