martes, 21 de agosto de 2007

La función.

Te escondes tras la cortina y me observas, lo se. Se que vigilas mis pasos analizando cada movimiento, buscando el fallo en el guión, el error de la actriz. Me ves actuar sobre el escenario y miras el decorado con detenimiento, las luces, la orquesta... todo forma parte de la misma obra teatral.

¿Eso crees?

Acto primero: “Soy lo que ves”.

Quizá pienses que es todo una farsa, una trama, un guión escrito por mi. Y quizá sea cierto y esta sea mi ópera prima, mi gran creación.

Si, es un teatro, mas no es ficción. Interpreto un guión escrito por mí a golpe de alma, de corazón. He escrito la historia que quiero vivir en letras moradas que huelen a sueños, y tu puedes elegir. Puedes ser espectador en butaca, mirón tras la cortina, el primero en el palco o el último en el gallinero, pero también puedes formar parte de esta obra y subir a las tablas a interpretar junto a mi un papel en mi vida. Puedes elegir, ser un figurante más o tal vez formar parte del decorado, puedes ser un secundario con acción relevante o sin ella, pero también puedes ser co-protagonista e interpretar un papel principal.

Has pagado tu entrada en taquilla y ya estás dentro del salón teatral. Ahora sólo decide qué quieres hacer. También puedes irte por la puerta de atrás y hacer mutis por el foro, pero aquí no devolvemos el dinero y esta función sólo se interpreta una vez. Es el momento de decidir.

Silencio en la sala, la función va a comenzar.