miércoles, 23 de abril de 2008

Regreso a la realidad

Después de un tiempo de ausencia verbal en mi blog, vuelvo.

He estado un tiempo un tanto ausente. No voy a explicar el por qué, porque quienes deben saberlo, lo saben. Y hay cosas que es mejor dejar en el aire y no dar detalles... no se si por respeto hacia otras personas, si por prudencia, o por qué, pero así lo siento. Hay cosas que son para uno mismo, y no voy a hablar del tema. Pero si voy a hablar de lo que he aprendido y de lo que siento en este instante, porque eso es mío, y sólo mío.

He aprendido que uno de los mejores consejos que me han dado en mi jodida vida me lo dio una amiga, Lidia, hace ya mucho tiempo. Me prometí hacerle caso, pero siempre se me olvida... y ella siempre me lo echa en cara, con razón.

“Cuando pruebes la profundidad del charco, hazlo sólo con un pie”


Y yo, que soy muy confiada, siempre la pruebo a dos pies, y me doy cuenta del error cuando tengo el agua al cuello. Será porque siempre confío en que habrá alguien fuera que me libre de morir ahogada, aunque tenga que sacarme de los pelos.

Y después de esto, como siempre que me caigo, no me voy a dar tregua. Ni llorar, ni estar triste, ni pensar en lo que pudo ser y no fue, ni darle vueltas una vez y otra vez a lo mismo. No me lo permito. Me calzaré las botas de tacón y sonarán, fuerte, sonará cada paso, porque ésta soy yo, y aquí estoy. Me soltaré la melena... ¡¡y que se joda el viento!!

Ésta es mi manera de superar las cosas, desde luego no dejando que el agua me cubra del todo. Me gusta hacerme la muerta en el mar, si, cubierta casi totalmente por las olas... pero siempre la boca y la nariz fuera, para respirar. Eso hago, respirar. Voy a respirar, a llenar los pulmones de aire y a volver a poner rock&roll en el coche a todo volumen, como esta mañana... debí intuir que algo pasaría, porque nada mas ponerme al volante puse un cd que hacía casi un mes que no escuchaba, desde que todo esto empezó, y lo he puesto a todo volumen, como para no pensar, con la ventanilla bajada dejando entrar el aire fresco, dejando invadir mi cuerpo por el sonido de esa guitarra eléctrica que me carga de energía y que desgarra el alba, y el alma. Dentro de mi creo que lo sabía, creo que intuía que iba a pasar esto justo hoy y por eso no estoy sorprendida.

Que suene Rosendo, que suenen los Suaves, que suene Marea, que suene Platero, que suenen Despistaos, que suene Extremo, que suene Loquillo y también Barón Rojo, que suenen Reincidentes, Los Porretas, y Siniestro... que suenen fuerte, muy fuerte. Que chirríen en mis oídos sus guitarras... sólo así podré dejar de oír su voz.

Sueños son.

Si ya lo dijo Calderón
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que los sueños, sueños son