No busques, no mires, no abras los ojos, no leas,
tapona los oídos del recuerdo, no escuches al silencio.
Ciega, sorda, muda. Quédate así.
Es tu elección, tu lo decidiste.
Cúbrete con tu capa de hielo,
que no se note que ardes por dentro,
que el viento no remueva más tus mares de dudas,
recoge las velas y déjate llevar a la deriva.
Y olvida y olvida y olvida...
y donde dice olvida di adormece.
Y duerme tus sentidos,
deja que sueñen sueños de olvido,
de blancas palomas, de pájaros sin trino.
Que no canten, no vuelen...
Duérmelos, adormécelos todos, uno a uno,
y no los escuches trinar.
Sujétales las alas y que no emprendan el vuelo,
que no lo hagan, que no se acerquen al sol.
Átales las patas con un cordel de seda negra
y prívales de libertad.
Ciérrales la jaula con barrotes de oro,
y no les dejes salir,
por que si emprenden el vuelo de nuevo
tal vez no vuelvan jamás.
tapona los oídos del recuerdo, no escuches al silencio.
Ciega, sorda, muda. Quédate así.
Es tu elección, tu lo decidiste.
Cúbrete con tu capa de hielo,
que no se note que ardes por dentro,
que el viento no remueva más tus mares de dudas,
recoge las velas y déjate llevar a la deriva.
Y olvida y olvida y olvida...
y donde dice olvida di adormece.
Y duerme tus sentidos,
deja que sueñen sueños de olvido,
de blancas palomas, de pájaros sin trino.
Que no canten, no vuelen...
Duérmelos, adormécelos todos, uno a uno,
y no los escuches trinar.
Sujétales las alas y que no emprendan el vuelo,
que no lo hagan, que no se acerquen al sol.
Átales las patas con un cordel de seda negra
y prívales de libertad.
Ciérrales la jaula con barrotes de oro,
y no les dejes salir,
por que si emprenden el vuelo de nuevo
tal vez no vuelvan jamás.
Mejor así, mejor así, mejor así... una y otra vez, una y otra vez, una y otra vez... un bucle infinito; mil pájaros sin vuelo.