domingo, 19 de agosto de 2007

Donde vas triste de ti.

Tenían sueños parecidos, proyectos de vida que se asemejaban mucho. Se conocieron, se enamoraron, y lo que antes fue un sueño propio pasó a ser un sueño común. Comenzaron un camino juntos siempre con los ojos puestos en la meta, en su sueño.
Hubo quien pensó que desistirían, que como dijo Calderón “los sueños, sueños son”, y que en sueño se quedaría todo aquello de lo que hablaban.
Lo compartían con la gente que apreciaban, querían hacerlos participes de ese, su sueño. Querían compartir la felicidad de haber comenzado un camino juntos hacia el sueño de los dos.
Algunos les llamaron locos… Les apodaron “Los Idealistas”, dicho en tono despectivo… aseguraban que lo que ambos soñaban era una locura que jamás lograrían, que vivían en las nubes y que eso les haría infelices. Les decían que ya tenían ganas de complicarse la vida. Y es que ambos vivían bien, no podían quejarse. Estaban estabilizados tanto económica como sentimentalmente, y su vida podría ser el sueño de cualquier otra pareja. Pero es que aquello no era su sueño, su sueño estaba unos cuantos pasos mas adelante. Su sueño estaba al final de un largo camino, lleno de obstáculos, pero con un premio final: SU felicidad.
Hubo momentos de debilidad y desanimo en los que las opiniones del resto parecían cobrar razón. Pero entonces algo o alguien les hacia una señal para que siguieran el camino sin temor… salvarían los obstáculos.
Anoche, entre copas, el me contaba que un día tuvo una revelación: “Era un día gris, llevaba toda la mañana lloviendo y no podíamos trabajar fuera, así que nos quedamos los tres en la cama, jugando. Íbamos vestidos con ropas viejas y de abrigo, hechos un asco… se suponía que íbamos a currar. Pero a pesar de que no podíamos por las inclemencias del tiempo, todo era fiesta, risas, achuchones, abrazos… entonces de repente lo supe. Estaba en el camino adecuado y me estaba acercando mucho a mi sueño, a nuestro sueño. Estaba feliz, no me hacia falta nada mas. Tenía en mi cama a mi mujer y a mi hija, estábamos en una pequeña choza en mitad del campo, en mitad de la nada, sin luz ni agua corrientes, vestidos como indigentes, y no quería nada más. Me sentí el hombre mas feliz del mundo y supe que lo conseguiríamos, que haríamos realidad nuestro sueño a pesar de aquellos que seguían llamándonos idealistas con tono de desprecio”.
Me lo contaba con los ojos inyectados de ilusión… jamás le he visto hablar así. Siempre ha sido un tío de aspecto duro, borde e incluso desagradable. Es solo su aspecto, pues en el fondo tiene un corazón enorme y es de las mejores personas que puedas conocer. No esperes una caricia, un abrazo o un beso… rara vez te lo dará públicamente. Pero tiene maneras de demostrar su afecto, y lo hace, vaya si lo hace. Ayer estábamos con gente, pero cuando me contó esto nos habíamos apartado un poco. Se que siempre he sido especial para el, y el para mi. La sangre tira y aunque en épocas de nuestras vidas hayamos estado más distantes, siempre hemos sabido que el otro estaba ahí. Hablaba mirándolas, “las mujeres de su vida”… brillaban, las dos brillaban iluminadas por la luz de su mirada. Me pareció ver que una lágrima acudía a sus ojos…pero rápidamente me sonrió, me abrazo y me dio un beso:
- Prima, tienes que venir mas por aquí, te lo digo en serio.
- Si, ya, para que luego te infles a darme tobas y a soltarme borderías – le dije guiñándole el ojo y dándole un codazo cariñoso – Claro que vendré. Aquí se esta genial. – si, si que se esta genial, se respira entusiasmo, alegría… felicidad.
Enseguida cambio de tema… creo que los dos estábamos un poco emocionados, y el alcohol empezaba a hacer mella en nosotros. La orquesta que estaba actuando en la plaza empezó a tocar algo cañero, una canción de Los Suaves, estaban bastante rock&rolleros, genial… y nos pusimos a cantar y bailar como unos locos jajajjaa saltábamos y gritábamos la canción mirándonos cara a cara, a centímetros… “Las vueltas que da la vida, el destino se burla de tí. Dónde vas bala perdida, dónde vas triste de tí. ¡¡Dónde vas triste de ti!!” jjajjajaa me reí como nunca con el, se le desencajaba la cara cantando a voz en grito las canciones que le recordaban a su época rebelde, a sus años locos… y yo sonreía mirándole pensando que si, que la vida da muchas vueltas y que a veces el destino intenta jodernos… pero no es un bala perdida y sabe muy bien donde va. Va camino de su sueño, y estoy tan segura como que respiro en este momento, de que lo conseguirá.

Les admiro, a los dos, a su mujer y a el. Y cuando a veces dudo de mis propios sueños, cuando estoy desesperanzada… pienso en ellos. La vida es sueño si, amigo Calderón… pero los sueños no son sueños, los sueños son realidades que están al alcance de cada uno. Solo hay que echarle ilusión y decisión para conseguirlos y saber que si quieres algo de verdad tienes que ir a por ello sin miedo, a pecho descubierto, sabiendo que podrán herirte, que habrá caídas, que te llamaran loco, idealista o infeliz, pero que lo conseguirás.

Primo, hoy no leerás esto, pero algún día te lo diré, cara a cara, cuando tengamos la realidad de tus sueños delante. Entonces te diré que estoy muy orgullosa de ti y que para mi eres un ejemplo a seguir.