miércoles, 31 de octubre de 2007

Puente

Dice la Wikipedia que puente es "una construcción, por lo general artificial, que permite salvar un accidente geográfico o cualquier otro obstáculo físico como un río, un cañón, un valle, un camino, una vía férrea, un cuerpo de agua, o cualquier obstrucción".

Pues no!!!! está mal puesto!!! jajajjaja Puente es lo que cojo yo desde hoy a las 3 de la tarde hasta bien entrada la noche del domingo!!

¡¡QUE ME VOY DE PUENTE!!

Destino: Riópar, provincia de Albacete. Nacimiento del río Mundo. Cabañita en medio de la naturaleza.

¿Y qué hay allí?....... ESTO:




No se si prefiero que nieve como en ésta última foto y quedarme incomunicada y no volver el lunes... o que no nieve y poder caminar al sol y sentarme cerca de las cascadas y concentrarme en su sonido... ainsss ainssss ¡¡que me voy ya mismo!!

Feliz puente a quien lo tenga... y si no feliz fin de semana ;)

martes, 30 de octubre de 2007

La Maldición

En verdad estoy maldita.

Hace poco, hablando con el maestro, él me dijo: “quizá sea cierto que estéis malditas”. Y la frase se quedó dando vueltas sobre mi cabeza. ¿De veras estoy maldita?

He buscado el nexo común entre los pocos “hombres” que han pasado por mi vida y lo he encontrado. También he hallado la razón de mi maldición... y yo misma la provoqué.

Hace más de doce años conocí a alguien. Yo era una adolescente risueña, habladora, bastante dicharachera... vamos, muy parecida a lo que soy ahora, pero con unos cuantos años menos. J era del pueblo de mi padre y sólo coincidíamos de vez en cuando en fiestas, puentes o algún fin de semana. Estábamos en la misma pandilla y nos llevábamos genial, siempre hablando, riendo, jugando... me gustaba. Buscaba cualquier excusa para estar un rato con él a solas, y siempre me resultaba fácil conseguirlo... debí caer en la cuenta de que me resultaba tan fácil porque él también lo buscaba, pero no supe verlo.

Aquél día de verano llegué con maleta; me iba a quedar una semana en casa de los abuelos y de paso tener unos días de risas con los amigos, y con J. Pero nada mas llegar al parque donde siempre nos veíamos una de las amigas me cogió del brazo y me apartó para comentarme algo... J había hablado con ella y le había dicho que yo le gustaba, y que iba a aprovechar que yo me quedaba una semana para declararse y ver qué pasaba. Lo que debía ser un motivo de alegría para mi se convirtió en un malestar incomprensible. Me asaltaron los miedos, el desasosiego... me acojoné. Fui cobarde, muy cobarde y muy imbécil, y dejé que el miedo obrara por mí, cogiera la maleta y me llevara de vuelta a casa... sin ni tan siquiera verle, sin hablar con él, sin dejarle que me hablara. Nunca más nos vimos de igual forma. Yo dejé de ir al pueblo, él conoció a otras... Hace siglos que no he cruzado una palabra con J. Ya no sirve de nada arrepentirse, además ha pasado mucho tiempo, los dos hemos cambiado y no sería para nada lo mismo. Pero ¿y mi actitud? ¿Por qué hice eso? ¿Por qué me marché justo cuando iba a pasar lo que yo quería que pasara? ¿Por qué coño tuve miedo y no me permití vivir el momento? Incomprensible.

Esa es mi maldición. Eso es lo que me pasa con los “hombres”, pero justo a la inversa. Mi actitud de aquél día se ha vuelto contra mí y lo estoy pagando con cada tío que se cruza en mi camino. Cuando intuyen que “algo puede pasar” se me acojonan y salen corriendo en dirección opuesta.

He repasado uno por uno todos aquellos con los que he tenido algo, o he podido tenerlo, los importantes y los pasajeros, a los que les he mostrado mis sentimientos y a los que no lo han sabido nunca... y no falla. Nexo común: se acojonan y huyen. ¿Por qué? No lo sé, igual que no sé por qué yo huí de J. En cuanto notan que sus sentimientos o los míos, o ambos, pueden ir a más, el príncipe se convierte en rana, o lo que es peor, en avestruz.

Prefiero a los “ranas”, que al menos dan sus razones de huida, por muy absurdas que sean: “eres demasiado buena para mí, te mereces algo más”, “temo no estar a tu altura”, “no quiero hacerte daño”, “no se lo que quiero”, “es perfecto, pero tengo miedo”... me ha resultado difícil encajar estas frases, pero al fin y al cabo he de entenderlas... son sólo excusas de cobardes, inseguros, seres con complejo de inferioridad... lo sé, fue exactamente lo que me pasó a mi con J... solo que yo fui “avestruz”, mucho peor.

Nunca más he sido avestruz, ni rana. Ya sé lo que es estar de los dos lados y ahora entiendo qué pudo pensar J cuando llegara al parque y le contaran que me había marchado... seguramente nunca pensó que me entró miedo, que yo también quería estar con él pero que yo misma me negué la oportunidad de vivirlo por falta de valor, de seguridad en mi misma, de absurdos complejos de inferioridad que él borraba con sólo mirarme. No, seguramente no pensó eso, sino que yo era una gilipollas por haberle hecho creer que me gustaba, una cobarde por huir sin ni tan si quiera dar la cara y hablar con él.

Nunca más he huido... pero la maldición me persigue y ahora son ellos los que huyen. Y mientras yo sigo aquí luchando contra ella, mi maldición personal, sabiendo que justo cuando parece llegar el que la rompa, el miedo puede con él y se evapora. Unos antes, otros después; unos ranas, otros avestruces. Y yo ahí, impasible a veces, desconcertada otras... pero siempre sabiendo que la maldición volverá y se cumplirá.

¿Acaso alguna vez alguno de ellos tendrá valor para romperla? No lo sé... tiempo al tiempo. Seguiré siendo maldita, Mujer Maldita, hasta que Él rompa el maleficio.

Y vosotras... el resto de las malditas... ¿cuál es vuestra maldición personal? Pensadla... creo que todas la tenemos y el maestro supo verla.

lunes, 29 de octubre de 2007

De Maldita Sentimental a Maldita Pura sólo hay un giro de moneda ;)

La semana pasada estaba yo muy “maldita sentimental”... Bajonadas ocasionales de esas típicas que todos tenemos, que no sabemos a qué son debido, y si lo sabemos preferimos no pensarlo ni decirlo. Quería dar de lado todo ese sentimentalismo pasteloso y dejar de llorar para volver a reír, pero la moneda había caído de ese lado. Y digo la moneda porque a veces soy una moneda: por una cara está la maldita sentimental, y por la otra... la maldita pura y dura. Pero a veces una simple frase hace que la moneda salte y se voltee en el aire cayendo del lado heavy jajajaja y eso ha pasado.

Leí hace unos días un artículo escrito por una mujer (mujer tenía que ser... y no dicho con tono despectivo, sino todo lo contrario) sobre el sexo; follar y hacer el amor. Cosas que yo creí tener bien delimitadas, y en el fondo lo están. Pero la opinión de esta congénere fue el golpe que volvió la moneda.

Dice la amiga que nadie folla, que el sexo siempre es hacer el amor. Yo siempre digo que hacer el amor implica sentimiento, y follar no. Pero en opinión de esta buena mujer, cuando follamos en realidad hacemos el amor, solo que nos lo hacemos a nosotros mismos. Practicar sexo nos dispara las hormonas, la libido, la adrenalina, la moral, y un largo etcétera de cosas positivas, y por ello cuando follamos nos sentimos bien... En realidad nos estamos haciendo el amor a nosotros mismos, queriéndonos, deseándonos, dándonos placer y elevando nuestro ego. Implica sentimiento, claro, pero hacia nuestra propia persona.

Llevo (llevaba...) sin hacer el amor conmigo misma o con otro desde que M me dejó. Diez ¡¡DIEZ!! largos, larguíiiiiiiiiisimos meses sin una caricia, sin un abrazo piel con piel, sin un buen polvo, para qué engañarnos. Hubo momentos en que ni tan si quiera me apetecía (en otros, me tiraba por las paredes, está claro)... soy demasiado sentimental para follar por follar... o eso creía, hasta que leí la teoría de la amiga.

El sábado la moneda se giró... y por allí pasaba J, con el que llevo hablando meses y meses y cuyas insinuaciones siempre me tomo a coña. El sábado de nuevo se me insinuó, más directo si cabe (o yo más dispuesta, que también puede ser)... y por enésima vez me propuso quedar el domingo:

- Joder tía... a ti te apetece, a mi también...¡¡quedemos!!
- Ok.

Dije que sí... accedí, pero aún con la moneda un poco de canto. El plan era quedar a comer... y si la cosa iba bien y nos apetecía, ir al postre... El domingo mientras me vestía recordé aquél post en el que perdí las alas y me vestí de cuero convirtiéndome en Maldita, con mayúsculas... y en mi cabeza sonaba AC/DC, Highway to hell. Ayer pasó lo mismo. I’m on a highway to hell... highway to hell… las medias se deslizaban por mis piernas y me sentía muy maldita… maldita me vestí, maldita me peiné, maldita me maquillé, maldita me perfumé, malditamente me excité. Subí en mi coche, seguí con AC/DC, necesitaba sentirme Maldita, muy maldita y de hecho lo conseguí... No comimos. Nos saltamos los entrantes, los primeros, los segundos y pasamos a los postres. Fui maldita pura y dura, la más maldita entre las malditas, y me sentí malditamente bien.

Ayer me hice el amor a mí misma tantas veces que perdí la cuenta de los orgasmos. Ayer me quise hasta gritar “basta” para después susurrar “más”. Ayer acabé de un golpe con una temporada en dique seco demasiado larga, puse fin a la sequía con un diluvio universal orgásmico.

Y hoy... hoy me duelen los brazos, las piernas, la espalda... y otras zonas más sensibles jajajaja. Pero no me duele el alma, ni el corazón, ni la cabeza de pensar en cosas imposibles e irreales. Hoy sigo sintiéndome maldita y mi sonrisa es más maldita que nunca. Hoy me siento DE PUTA MADRE, llena de energías renovadas, de positividad, de alegría, satisfecha, llena de placer. Ni tan si quiera me acuerdo de J que fue quien me lo proporcionó, al fin y al cabo fue “favor por favor” y los dos lo sabemos. Hoy me quiero a mí, toda, entera, me amo, me deseo, ¡¡coño, que me quiero mazo!! Jajajaja Y se nota se nota... ya son tres l@s que a estas horas de la mañana me han dicho “qué bien te ha sentado el finde, hoy estás guapísima!”... malditamente guapísima he pensado yo, con una sonrisa pícara malditamente maldita.

¡¡Muy buenos días!!

jueves, 25 de octubre de 2007

Luna Llena


Esta mañana la he visto... tan bella, tan grande, casi plena. Era la luna. Estaba enorme y claro, me he acordado: ¡¡esta noche es luna llena!!

Pero no sé por qué me ha parecido que a pesar de que esta noche será luna llena como tantas otras veces, la de hoy parecía que iba a ser especial. Esta mañana aún no estaba en su máxima expresión y ya me parecía distinta... no sabía por qué. Pero lo he averiguado, claro:

Este jueves, la luna llena más grande del 2007

La próxima Luna llena que se producirá el jueves 25 de octubre será la más grande y brillante de todas las del 2007,, debido a que la fase de plenilunio coincidirá con el perigeo o distancia mínima de nuestro único satélite natural a la Tierra, cumpliendo así con la creencia popular acerca de que la Luna de octubre es la más hermosa.
La luna aparecerá en el cielo 14% más grande y 30% más brillante que todas las lunas llenas del 2007.
El fenómeno se produce debido a que la órbita que describe la Luna alrededor de la Tierra no es circular, sino elíptica, obligándola a acercarse o alejarse periódicamente siguiendo la llamada primera ley de Kepler; "La Luna en su desplazamiento alrededor de la Tierra describe una elipse, con la Tierra ubicada en uno de sus focos."


No os la perdáis, de verdad. Esta noche merece la pena mirar al cielo, aunque sea tan sólo durante los 5 minutos en los que te fumas un cigarro en la ventana. Y pedid un deseo... no sólo las estrellas fugaces los conceden; la luna también (y ésta si que no se mueve rápido como para que no os dé tiempo a verla... eso para los despistados que nunca han visto una estrella fugaz o que no les da tiempo a pedir deseos)

Esta noche ésta que está aquí se va a salir a la calle a ver la luna... lunática que es una XD


B.S.O. del día

No lo puedo evitar... un post para ponerle banda sonora al día de hoy. Acabo de escucharla y siempre acabo haciendo lo mismo: subo el volúmen y se me ponen los pelos de punta cuando empieza a sonar la guitarra, y me pongo a cantar. NOOO LOO PUEDOOOO EVIIITAAAAR! ¡¡Me encanta esta canción!!

Os la regalo! http://www.youtube.com/watch?v=P-AYAv0IoWI

¡¡MUY BUENOS DÍASSSSSSSSSS!!

Guns.N.Roses
Sweet child o'mine

She's got a smile that it seems to me
Reminds me of childhood memories
Where everything
Was as fresh as the bright blue sky
Now and then when I see her face
She takes me away to that special place
And if I stared too long
I'd probably break down and cry

Sweet child o' mine
Sweet love of mine

She's got eyes of the bluest skies
As if they thought of rain
I hate to look into those eyes
And see an ounce of pain
Her hair reminds me
of a warm safe place
Where as a child I'd hide
And pray for the thunder
And the rain
To quietly pass me by

Sweet child o' mine
Sweet love of mine

Where do we go
Where do we go now
Where do we go
Sweet child o' mine

miércoles, 24 de octubre de 2007

La vengaza se sirve templada

Aún colea el tema Parabólica en mi casa. El desenlace está por llegar, pero adelanto que ha habido que llamar a un antenista, por lo que mi queridísimo padre debería reconocer que no es que yo no quisiera ponerla en funcionamiento, sino que resulta difícil de cojones coger la orientación exacta de semejante artefacto digno de la NASA; pero no, no lo reconoce y el tema está aún templadito, y yo reclamo venganza… por eso el título de este post “La venganza se sirve templada” y no fría, que es lo que se suele decir.

Recordemos: “No pones en marcha la antena porque no te sale de los cojones, no porque no sepas”. Eso era lo que decía mi padre… pero hoy, hoy se la he devuelto justo a la inversa, que jode más jajajajaj ¿o no jode que te digan que NO SABES hacer algo cuando en realidad si sabes?. Lo explico:

Antes de ayer se me fundieron dos luces en el coche: luz de freno izquierda y luz corta izquierda también. Ya es casualidad que se me jodan las dos a la vez, pero bueno… El tema es que yo llevaba un juego de repuesto en el maletero, se lo comenté y me dijo:

- No te las tenía que cambiar… igual que tú no quisiste ayudarme con lo de la antena.

¡¡Mecawentó!! Qué puta manía con que no quise ayudarle. ¡¡QUE NO SE, HOSTIAS!!. Pues nada, el tío erre que erre. No me las cambió, pero hoy… hoy se la he metido doblada:

- ¿Me vas a cambiar las luces o llamo al taller mañana?
- Eso tenías que hacer, llamar al taller, igual que yo he llamado al antenista.
- Ahh… perfecto… que no tienes ni puta idea de cómo cambiarme las luces, no??? – dicho con muchísimo sarcasmo e ironía, claro.
- Si se, pero no me da la gana – algo picado, jeje.
- NO SABES, eso es lo que te pasa, que mucho “soy un manitas y hago de todo” pero no tienes NI PUTA IDEA de cambiarlas, con lo fácil que es.

Aquí podría haberme dicho que si tan fácil era, las cambiara yo, pero le había encendido tanto con eso de “no sabes” y “no tienes ni puta idea” que se ha levantado algo alterado y me ha dicho:

- ¡¡Trae las llaves!!
- ¿Qué llaves?
- ¡¡Las del coche, coño!!
- ¿Para qué? – jajajaja si, sabía para qué, estaba consiguiendo lo que quería, pero además quería hacerle sufrir… soy mala, muuuuuy mala jur jur jur.
- ¡¡Para qué coño va a ser!! ¡¡Para cambiarte las puñeteras luces!! Prefiero cambiártelas antes de que te mates por ir sin ellas… o peor, que te multen – jaaaaaaaaa quería ir de duro dando a entender que prefería que me matara a una multa!
- ¿Pero no has dicho que NO SABES cambiarlas? – ahí ahí, tocando un poquito los cojones jajajaja
- Mira eh… no me toques los cojones…
- ¿Yo? Perdona bonito, pero aquí el único que toca los cojones eres tú con la antenita.

Le he dado las llaves, claro, y nos hemos mirado desafiantes… en el fondo le mola el jueguito jajajaja

Ahí ha empezado lo divertido. Primero me ha hecho subirme en el coche e ir probando todas las luces para ver cual era la fundida. Hemos empezado por la trasera de freno… la localiza, desmonta el cuadro y la cambia. Arranco el coche, doy las luces y piso el freno.

- Uy, pues hay algunas que no lucen.
- Papa, pero cómo no van a lucir, si sólo estaba fundida la de freno y la acabas de cambiar.
- ¡¡Que sí hostias que sí, pero que no lucen!! Mecawentó…

Yo ya sé de qué luces me habla, pero le dejo calentarse un poquito…

- Mecawenlahostiaputa, a ver ahora, seguro que algún cable he tocado que no era… joder la puta madre que lo parió… a ver si apretando aquí…. A ver, dale otra vez.

Misma operación. Siguen sin lucir.

- Mecawendios…

Ya me ha dado la risa y le he dado la solución, por lisssssssssto.

- Papa… relájate… que las que no ves lucir son los antinieblas traseros, las de emergencia/intermitentes y la de marcha atrás.
- ¡¡Hostias!! Pues es verdad.

Jajajaja perfecto, estaba tan calentito ya que no pensaba con claridad. Y todo porque al final me había salido con la mía y me las estaba cambiando. Pasamos a la luz corta delantera. No sé qué puñetas ha hecho que no había manera de meterle mano a los faros… el tema es que, desde dentro del coche, le empiezo a oir rugir.

- Su puta madre… mecawenmivida… hijos de la gran puta…
- ¿Qué pasa? – muerta de la risa, graduando la voz para parecer seria… no me veía.
- ¡¡Pues que aquí no hay quien meta las manos!!
- Claro… si tuvieras manos de antenista…ups, digo de oficinista… pues te entrarían perfectamente en ese huequito – se estaba rifando una hostia y yo llevaba todas las papeletas ajajajajja pero me daba igual, me estaba divirtiendo de lo lindo.
- ¡¡No me jodas que te dejo sin luces eh!!
- Vale vale…ya me callo – se me caían las lágrimas de la risa, y más cuando le volvía a escuchar.
- Su puta madre… mecawenlavirgen y en to los santos…joder joder… serán hijos de la grandísima puta…
- ¿Pero qué pasa?
- No me jodas que voy a tener que desmontar todo el lateral para cambiar una puta bombilla… estoy currando aquí más que en toda esta semana en el trabajo, no me jodas.
- ¿Pero no decías que SABIAS?
- ¡¡Tira de aquí a tomar por culo antes de que te tragues los dientes!!

Jajajjaaaaaaaaaaaaaaaaa, no lo puedo evitar, cuanto más se calienta más risa me da. Claro, que me da la risa porque mi padre es mucha boquilla, pero no me ha levantado la mano ni tocado un pelo en su vida. ¡¡Que se joda!! Ahora él de mala hostia y yo partiéndome de la risa. Esto le pasa por tocarme los ovarios con la antena.

Total, que una hora se ha tirado con la “operación bombillas”, pero me las ha cambiado, y cuando ha terminado no ha podido evitar un “¿ves como SI SE?” jajajajaj ¡¡picotas!!

- ¿Has visto cómo te has puesto?
- Si, de mala hostia por tu culpa.
- Si, ¿verdad? ¡¡PUES ASI ME PONES TU CON LA ANTENA DE LOS COJONES!!


No se yo si no se pensará pedirme el próximo día que le ayude con la antena… me temo que sospecha que soy capaz de pinchar las cuatro ruedas para tenerle cambiándomelas media tarde mientras le puteo con comentarios irónicos.

La venganza está servida.

martes, 23 de octubre de 2007

Tan sencillo como eso

- ¿Y qué puedo hacer yo?
- Simplemente estar ahí. No lo sé.
- Pero eso no es suficiente.
- No, no lo es. Quizá puedas hacer algo más.
- Pero… ¿qué?
- Pues algo fácil, muy fácil. Sólo tienes que ponerte de frente y abrir un poco los brazos, luego te acercas y los vuelves a cerrar. Aprietas, aprietas fuerte. Ni si quiera tienes que hablar.

A veces hay estados que se pasan con tan sólo un abrazo… algo tan sencillo y tan difícil de encontrar.


Es un hecho cierto y comprobable que el tocarse, la caricia, el "achuchón", son actos reservados prácticamente a las relaciones más intimas y familiares, o situaciones eróticas. Con todo este tabú, nos privamos de algo que puede ser perfectamente natural también en otros ámbitos y resultar milagrosamente sanador, pues está comprobado que el contacto físico, mucho más allá del contenido sexual, tiene poderes curativos y amplia nuestro bienestar emocional. Cuando nos acariciamos o nos abrazamos, llenamos de vida nuestros sentidos y nos reafirmamos como seres vivos.
[…]
La principal barrera que nos impide ser más generosos con las caricias y los abrazos es que ello implica exponer nuestros sentimientos y hacer gala de una sensibilidad que, ni esta de moda ni nos gusta mostrar. Así es que el primer paso para llegar a ser unos buenos "abrazantes" (nótese el parecido con "amantes"), sería abrir nuestro corazón y nuestro cuerpo a todas las sensaciones, olvidándonos un poco de esos molestos sentimientos de vergüenza, timidez, ridículo... que nos coartan y nos alejan del bienestar, y lanzarnos a la aventura de la experimentación.
[…]
Para abrazar solo se necesita, una persona dispuesta a recibir y a mostrar su vulnerabilidad-abrazado y otra, preparada para aventurarse a entregar una pequeñísima parte de si mismo.
Y además...
Estar dispuestos a sacar el niño que llevamos dentro.
Explorar y ponerse en contacto con la parte divina que todos poseemos.
Honestidad y sinceridad.
El abrazo precisa valentía para ser vulnerable, y conlleva el riesgo de que nuestro abrazo sea rechazado o mal interpretado.
El abrazo es asexual, cuidado con abrazar indiscriminadamente a cualquiera.
Afirma y aumenta nuestra capacidad de compartir.
Armoniza los corazones de los amigos.
El abrazo crea cierto tipo de adicción al cariño, al altruismo, la alegría...
Al igual que la risa, ¡es altamente contagioso! Y puede provocar fuertes reacciones de celos en quien nos ve abrazándonos y no se atreve a participar del abrazo.
Un abrazo cariñoso, consolador o juguetón, no es lo mismo ni debe ser empleado igual que el abrazo del amante. El abrazo íntimo es otro tema.
Sea cual sea tu abrazo, que brote siempre del corazón, no de la mente.
Invéntate nuevas y variadas formas de abrazar.
Busca nombres curiosos o divertidos a tus abrazos.
Conviértete en abrazoterapeuta a tiempo completo.
Ten siempre un abrazo "a mano" para ofrecérselo a alguien.
Se observador y prudente con los límites físicos del otro.
No trates de imponer tu visión o tu filosofía a nadie.
Prueba a abrazar del mismo modo, a aquellos que no te caen tan bien, que a los que te resulte más fácil.
Adereza tus abrazos con sonidos, risas, palabras...
Aprende a pedir abrazos para ti siempre que los necesites o desees gozar de ellos.
El alma encuentra muchas formas de expresar lo que uno siente, haz del abrazo una de ellas...

¿¿HACE FALTA DECIR MAS??


*** Raquel, no te arrimes mucho, que me has pegado la sensibilidad ajjajajaa ainssssss ¿sera el otoño o que? ;)

Montaña Rusa

O te comes el mundo o el mundo te come a ti.

Es una montaña rusa... sube, baja, tan pronto me tiene arriba como me lanza de pronto contra el suelo. Así está mi ánimo últimamente. ¿Razones? Todas y ninguna.

Esta mañana sentí que el mundo me mordía los talones, me quería comer. No pienso dejarme, si me quiere comer tendrá que luchar... o al final me lo comeré yo a él.

Esta mañana sonaba Bebe en mi cabeza, “hoy ha calzado tacones para hacer sonar sus pasos...” y me los he calzado. Hoy me he vestido de guerra y estoy dispuesta a ganar la batalla.

Pero tanta decisión se cae al suelo cuando pongo un cd y suenan violines... y luego vuelve a levantarse con la guitarra eléctrica. De nuevo en la montaña rusa. Subo, bajo... río, lloro.

¡¡Qué incontrolables son las emociones a veces!! Intentas controlarlas y cuanto más lo intentas, más te controlan ellas a ti.

Necesito descargarlas. Llevo tiempo diciendo que necesito soltar adrenalina a mansalva, necesito gritar, reír a carcajada, saltar, hacer piruetas en el aire, volar. Quizá subirme en una montaña rusa pero de verdad, de esas con 30 loopins en las que te montas ya cardiaca perdida y de las que te bajas pidiendo una vuelta más. Así es la vida, como montarse en una montaña rusa: te acojonas en la cola y dudas si dar un paso al frente... te pueden las ganas y entonces lo das; te subes al carro. Después empieza el viaje rápido, frenético, gritas, ríes, lloras, te emocionas, subes, bajas, a veces mas rápido, otras mas lento. Y cuando para tienes dos opciones: te arrepientes de haber subido y te juras que nunca más te subirás... o pides otra vuelta más.

¡¡Otra vuelta, por favor!!

PD1: qué lío de post jajajaja hoy no me entiendo ni yo!
PD2: ¿Alguien me puede explicar por qué hoy todo me huele a naranja y a jazmin?
PD3: definitivamente, me estoy volviendo loca :S

domingo, 21 de octubre de 2007

Un deseo

El sábado conducía hacia Madrid. La noche había caído sobre la ciudad, estaba despejado y se veían muchas estrellas. Me gusta mucho conducir de noche y ver la mezcla de luces en cielo y tierra; estrellas, faros de coches, farolas en las calles… A falta de noche estrellada en el mar por ejemplo, pues me conformo con un bonito cielo sobre la ciudad. En eso iba pensando cuando de pronto…



Exacto, una estrella fugaz. Era tan grande que al principio pensé que era un avión, que tan cerca pasan de la A2 a la altura de Barajas, que era por donde yo circulaba. Pero no lo era, era una estrella fugaz. Hacía mucho, mucho, que no veía ninguna y mucho menos tan bonita.

Muchas veces digo que no creo en los cuentos… pero lo digo con la boca pequeña, porque en el fondo soy una romántica empedernida y una inocente e ilusa, así que siempre que veo alguna, pido un deseo. Y lo pido de verdad, me lo creo, cierro los ojos y pido con fuerza lo que deseo poniendo mis esperanzas en esa estrella que cae del cielo. El sábado también lo hice… a pesar de ir conduciendo cerré los ojos un instante y deseé con fuerza lo primero que me vino a la mente. Cuando los abrí aún se veía el rastro que había dejado la estela de la estrella.

No diré qué pedí… dicen los cuentos y leyendas que si lo cuentas no se cumple, y yo quiero que se cumpla. Seré inocente, seré ilusa, seré idiota… pero soñar es gratis, y los sueños a veces se cumplen haciendo realidad el mas fantástico de los cuentos.

Claveles blancos


Hoy, otra foto. Hace unas semanas colgué una foto otoñal y os pregunté sobre lo que os sugería mirarla. Repetimos, me gustaron las respuestas y quiero saber qué os sugiere; pero esta vez la foto tiene un significado especial para mi:Es un pequeño homenaje a alguien a quien jamas conocere ya, pero a la que guardo un cariño muy especial. Claveles blancos para Blanca.


* Sé que no te has olvidado de llevarle hoy el clavel de mi parte, pero quería dejárselo aquí también ;)

jueves, 18 de octubre de 2007

Impulsos

Esta mañana sentí un impulso que no seguí por... pues no se si fue porque Miedo se sentó a mi lado, o quizá fue Prudencia, o Estupidez. Pero debí haber seguido mi impulso, porque ahora es Conciencia la que me está ladrando al oído.

Estas mañanas de octubre empiezan a ser frescas... por no decir frías. Conduzco por una ciudad casi desierta de personas pero plagada de coches. Oscuridad y luces rojas y naranjas. Y frío, hoy tenía frío.

Rojo. Paro. El semáforo de la esquina de siempre. Mientras escucho en la radio que no se qué científico (James Watson se llama el elemento) ha soltado una memez por su boca que no voy a repetir (y que luego tenga un premio Nobel...hay que joderse), mi mirada se pierde en el parque de la izquierda. Sin mirar el bolso, meto la mano en él y saco un cigarro. Abro la ventanilla y mi primera calada sale disparada hacia el frío de la mañana... Y entonces le veo.

Se mueve continuamente buscando una postura cómoda sobre el banco de madera, intentando resguardarse del frío otoñal lo mejor posible. Para. Se vuelve a mover. Se hace un nudo sobre si mismo y se queda inmóvil. Debe haber pasado la noche ahí, a la intemperie, muerto de frío... y de soledad.

Entonces ha surgido mi impulso. He parado el coche y he salido hacia mi maletero. He sacado la manta que siempre llevo en él y he cruzado la calle. Al llegar a su improvisada cama simplemente le he dado los buenos días y con una sonrisa le he entregado mi manta. Me ha mirado, ha sonreído y me ha dado las gracias. Entonces he vuelto a mi coche con mi calefacción y llena de satisfacción. Eso, eso es lo que debí haber hecho, pero no ha sido así. Me he quedado bloqueada sabiendo qué es lo que quería hacer pero sin hacerlo. Me he sumido en un mar de pensamientos, de preguntas, ¿y si no acepta el regalo? ¿y si me ataca? “Me ataca”. Por qué iba a atacarme... no es un perro, sólo es un indigente, una persona como yo, que vete tú a saber por qué ha acabado con sus huesos en la calle. Quizá mañana sea yo la que termine algún día así, y quizá yo también necesite un día una mano que me tienda una manta.

Verde. Avanzo hacia el curro... pero mi cabeza se ha quedado a los pies del mendigo que sin hablar me ha suplicado una manta. Y yo, imbécil de mí, como tantas otras veces en lugar de seguir mis instintos me he dejado invadir por el miedo y por la estupidez.
Mañana, como todos los días, volveré a pasar por allí. La próxima vez que le vea intentaré dejar la mente a un lado y usaré sólo mi instinto, al menos así callará un poco Conciencia.

Sólo una cosa más... una frase que quizá no tenga nada que ver con el post, o quizá sí:

“Nunca me tapa los pies esta maldita manta”

martes, 16 de octubre de 2007

Mis "amigos"

La gente habla de sus “otros yoes” y de su lado femenino o masculino... yo lo que tengo son “amigos” que van y vienen en mi vida diaria.

Resulta que hay veces que Paciencia me deja sola; la muy puñetera siempre me acompaña, pero a veces se va sin avisar y entonces es cuando viene a hacerme compañía Genio, ese que siempre aparece cuando menos te lo esperas. Me saca de quicio, me llena de rabia y mala leche. Yo intento echarle, que se vaya, le doy portazos y el muy cabrón sigue ahí, justo en el espacio que ha dejado libre Paciencia. Le grito y no se va... y entonces me voy yo; me doy media vuelta y salgo a buscar a Paz. La busco, la busco, y nunca la encuentro; debe haberse ido a visitar a quien más falta le haga, sin tener en cuenta que a veces soy yo quien la reclama.

Luego está Conciencia, esa puta que me grita al oído y no me deja dormir por las noches, sobre todo cuando he pasado un rato con Genio. Habla y habla, a veces a gritos, otras en susurros, así hasta que le hago caso. Algunas veces por su culpa tengo que dar de lado a Orgullo para irme con Valor... y entonces el primero me lo tiene en cuenta y se enfada, se siente pisoteado. Pero luego viene Comprensión, habla con él y me lo perdona. Valor, por otro lado es muy puñetero... a veces sale solo, disparado, es incontrolable... y otras veces se queda dormido y llega tarde, porque Miedo le entretiene.

Hoy había quedado con Alegría a desayunar y hemos pasado una muy buena mañana, pero esta tarde voy con Genio... tenemos que vérnoslas con los de la tienda de muebles a los que encargué mi habitación, que se han confundido en las medidas del armario... Paciencia me ha llamado, que se apunta y se trae a Calma... a ver si llegan a tiempo antes de que la sangre llegue al río...

domingo, 14 de octubre de 2007

El Secuestro Express

Me dice “la Juli” que por qué no cuento aquí lo de aquella vez que la secuestré. Pobre, no tuvo bastante con el secuestro sino que encima quiere que lo cuente.

No soy ninguna delincuente (o si?), ni tampoco de la mafia (seguro?) pero tengo que reconocer que una vez secuestré. Fue algo rápido, un secuestro express, pero no hubo denuncia y tampoco me arrepiento. Es más, repetiría, aunque tal vez del otro lado, siendo la secuestrada.

Una mañana de primeros de marzo recibí una llamada en la que se me proponía cometer un delito. Inconsciente de mí, acepté. Se trataba de secuestrar a Julia durante un fin de semana completo. Quien reclamaba mis servicios de “sicaria-secuestradora” me ofrecía un apartamento en la playa donde llevar a la secuestrada e incluso dinero, pagaba todos mis gastos y los del rehén. Rechacé el dinero sólo a cambio del placer de ver la cara de Julia al verse secuestrada, pero me quedé con el apartamento.

Sábado por la mañana, 8:00 a.m. Me presento en casa de Julia, a la que había engañado con no se cuantísimas mentiras que aún no entiendo cómo no descubrió, porque yo no sé mentir (me crece la nariz y se me nota a la legua). Ella cree que vamos a pasar el día de compras en Xanadú (repito, no sé cómo me creyó… yo ODIO ir de compras) y que después iremos a mi casa a cambiarnos de ropa, saldremos a cenar fuera y quizá de marcha. Mientras otra amiga cómplice la distrae yo pongo su pequeña bolsa en mi maletero, junto con otras dos maletas que ella no alcanza a ver. Es entonces cuando su marido me entrega a hurtadillas un sobre que escondo sin poder disimular una sonrisa, un tanto perversa, lo se.

8:15. Nos subimos en el coche y salimos rumbo a… a Xanadú pensaba ella, pero cuando me pasé voluntariamente la salida sonó su voz de alarma:

- Oye Patri, no es por nada, pero te acabas de pasar la salida.
- Si, lo sé, ¿no te lo he dicho? Vamos a otro centro comercial enorme que han abierto nuevo en la A3, ¿no lo has visto en la tele?
- Ahhh, pues no, pero bueno, vamos.

Santi, la otra amiga, me mira de reojo divertida. Ha tragado.

Conduzco entre charla y charla tratando de no dejarle tiempo ni espacio para pensar en que nos alejamos bastante de su casa, incluso de la comunidad de Madrid. Llevo el acelerador a fondo: tengo que estar lo más lejos posible de Madrid antes de que se percate que algo va mal. Empiezo a sentirme como una fugitiva. En eso iba pensando cuando Julia se pone seria y, a la altura de Tarancón, me dice:

- Oye Patri, ¿no crees que está un poco lejos el centro comercial?

Silencio. No puedo aguantar más. Mi amiga me mira y se ríe. Julia empieza a mosquearse.

- Patricia, me estás mosqueando. ¿Me quieres decir donde coño vamos?
- Julia, tranquila… ¿tu te fías de mi? – le dije muy seria.
- NO.
- ¡Haces bien! – Santi, echando leña al fuego.

Sonó tan rotundo su “no” que me eché a reír. Hacía bien en no fiarse, cierto; la estaba secuestrando.

Entonces tuve que darle el sobre en cuyo interior había una carta de su marido explicándole todo, unas llaves de un apartamento en Torrevieja y dinero, y no precisamente el del rescate, así que yo debía seguir con el secuestro.

Julia lloró, me gritó y si la hubiera valido me hubiera matado allí mismo, de no ser porque yo conducía y si me mataba a mí nos mataba a todas. Pero yo, fría y calculadora, seguí con el pedal a fondo. Al fin y al cabo no estaba mal el secuestro, ¿no? Fin de semana a gastos pagados en Torrevieja… ¡así me dejo yo secuestrar cuando quieran!

El tema es, que además Julia y yo tenemos una amiga común en el mismo Torrevieja, y yo, ya puesta a urdir planes, planeé llegar a su casa antes de que se marchara al trabajo y sorprenderla, sin avisar, claro. No me bastaba un secuestro, yo quería más, triple salto mortal con tirabuzón y de espaldas, el más difícil todavía. Aún no se cómo pero llegamos a casa de Lidia media hora antes de que se tuviera que marchar a trabajar. Llamamos a un timbre cualquiera para que nos abrieran el portal y subimos a la puerta de su casa. Allí nos escondimos y llamamos al timbre. Un toque… dos toques…tres… Nadie abría. Empezamos a mosquearnos…¿se habría largado ya? Y entonces salimos del escondite para marcharnos escaleras abajo cuando de pronto se abrió la puerta:

- ¡¡¡La madre que os parió!!! ¡¡¡ Esta noche nos vamos de marcha!!!

Ni “hola, qué hacéis aquí”, ni “pero bueno, esto qué es”. La buena de Lidia se sorprendió tanto al vernos que sólo supo decir eso. Pero lo mejor fue cuando le pregunté el por qué de su tardanza al abrir la puerta.

- Joder tía, suena el timbre, me asomo a la mirilla y no veo a nadie, y he pensado “Seguro que son los testigos de Jehová; no abro.”

Jajajajaj que me perdonen todos los testigos de Jehová, pero yo hubiera hecho lo mismo que Lidia (reconozcamos que dan bastante la brasa de puerta en puerta).Aún me da la risa cuando recuerdo ese momento. No, no éramos los testigos de Jehová… éramos peor que eso: Cuatro mujeres jóvenes, solas, sin hombres, un fin de semana completo en un apartamento en la playa, y con muchas, muchas ganas de marcha.

No voy a contar que les di un concierto en la playa (con lo mal que canto), no voy a contar que bailamos borrachas hasta la saciedad, no voy a contar que de aquello hay fotos censuradas por ser de escándalo público, no voy a contar que dormí 3 horas en todo el finde, no voy a contar que nos ligamos a un viejo guía de un submarino, no voy a contar que a la vuelta las muy putas se durmieron todo el camino y yo como venganza no paré para que mearan por más que me rogaron, y no voy a contar mil cosas más de aquellos dos días. Pero sí contaré que repetiría, que fue uno de los mejores fines de semana de mi vida y que si he de delinquir de nuevo, lo haré, secuestraré cuantas veces haga falta. ¡¡Y si me tienen que llevar a la cárcel, que me lleven, y que me quiten lo bailao!!

jueves, 11 de octubre de 2007

El abuelo

Salió de casa como de costumbre. Desde que se jubiló tenía por norma pasear y en las mañanas soleadas de invierno. Iba al parque, charlaba con otros abuelos, incluso a veces se llevaba a su pequeño nieto para jugar con él y disfrutarlo.
Pero aquella mañana iba solo. Hacía meses que su hija le ponía excusas para que no se llevara al pequeño y él no lo entendía. Le echaba de menos.
Caminaba lento, con pasos cortos marcados por el sonido de su también viejo garrote. La huella de los años era ya imborrable. Hacía frío aquella mañana y se abrochó bien la pelliza, como él llamaba a aquella desgastada chaqueta de piel. Su gorra de cuadros siempre ladeada, cubriendo sus blancos y escasos cabellos.
Tomó la misma ruta que siempre. Caminó calle abajo hasta la esquina, cruzó el semáforo hacia la gran avenida donde a veces descansaba en algún banco al sol. Después quiso ir a casa de su hija para ver a Bruno, su nieto, y llevarlo al parque con él. Hacía una mañana espléndida y a pesar del frío de enero, el sol era cálido. Pero a mitad de camino pensó que se había perdido. Aquella calle no era la misma por donde paseaba todos los días, ni los comercios, ni los bares… “Debo haberme confundido de calle”, pensó. Dio la vuelta para deshacer sus pasos pero no encontró el camino por donde había llegado. Dio vueltas buscando la gran avenida pero cada vez estaba más desorientado.
De pronto le pareció ver a alguien que le resultaba familiar, conocido. Caminaba en su dirección un hombre joven, de unos 20 años. Al llegar a su altura el abuelo levantó los brazos en señal de asombro. ¡¡No lo podía creer!! Era su primo Paco, el mismo que en su juventud vino a Madrid desde el pueblo en busca de un futuro más próspero. Cuántas aventuras habían vivido juntos. Quiso abrazarlo pero Paco se apartó confuso. No le reconocía y le hablaba de usted. “Oiga señor, yo no soy Paco, déjeme en paz” y siguió con paso acelerado hasta desaparecer por una boca de metro. El abuelo se quedó helado, no podía creer que Paco, su primo del alma, no le hubiera reconocido. Habían pasado años sí, muchos años, pero no podía haberle olvidado así. Triste y cabizbajo el abuelo recordó que justo antes de que Paco apareciera, él se dirigía a algún sitio. Miró calle arriba y recordó que había salido de casa para buscar a Irene, su novia. Aquella muchachita de cabellos rojos y ojos verdes le traía loco. Cortó unas flores de una jardinera y encaminó hacia su casa, recordaba perfectamente el camino. Estaba nervioso, quería tanto verla que le temblaba el pulso. Llegó a la verja del portal de Irene y se dispuso a esperar mientras se atusaba el pelo y sacudía las pelusas de la pelliza.
De pronto escuchó que alguien bajaba las escaleras y estaba a punto de salir del portal. Irene, tenía que ser ella, su amor. Dibujó la mejor de sus sonrisas mientras miraba ilusionado la puerta. Pero no fue Irene quien apareció, aunque se le parecía. Una mujer en torno a los 40 años salió a su encuentro. Le miraba sorprendida y pensó que quizá sería por las flores… o que quizá era la madre de Irene a la que, tenía entendido, no le gustaba que rondaran a su hija. La mujer se dirigió directamente a él y le besó dulcemente en la mejilla preguntándole qué hacía allí. Llevaba de la mano un niño, de unos 3 años que le sonreía y le agarraba el pantalón. Se extrañó. Era la primera vez que veía a esas personas y en cambio ellos le trataban como si le conocieran de toda la vida.
- Disculpe señora. Estoy esperando a alguien, a Irene. ¿Sabe usted si está en casa?
María le miró sorprendida. Luego sus ojos se llenaron de incredulidad para vaciarse después y dejar hueco a la tristeza.
- Papá… mamá murió hace ya dos años.
El abuelo la miró fijamente y después soltó una sonora carcajada.
- Señora, me ha debido usted confundir. Yo estoy esperando a Irene, una muchacha de ojos verdes y pelo rojizo, preciosa. Es mi novia y vengo a invitarla al cine.
A María se le inundaron los ojos mientras Bruno miraba con curiosidad a su abuelo. Se llenó de angustia e impotencia, de rabia y dolor… cómo explicarle a su padre que ya no tenía 20 años, que ella era su hija y aquél pequeño su nieto… cómo explicarle que Irene había muerto hacía dos años, cómo explicarle que Paco no era Paco, cómo explicarle que su realidad era una ficción, un recuerdo en su memoria.
Y cómo mirar a los ojos del abuelo sin temer su vacío, su lejanía, cómo aprender a tener un padre, un abuelo… sin tenerlo.
Volvió a mirarle y entonces él sonrió, y como si no recordara que hace un momento creía hablar con una desconocida, exclamó:
- ¡¡Hija!! ¡Qué casualidad! Venía a buscar a Bruno para llevarlo a jugar un ratito al parque con el abuelo.
- A eso íbamos papá… ¿Vamos los tres? – dijo María secándose las lágrimas y tratando de sonreír con muchísima ternura a su padre.
- Si, vayamos los tres… cuánto echo de menos a tu madre éstos días…
- Lo sé papá, lo sé.



*** Este relato es ficción en cuanto a nombres, lugares, etc… pero es tan real como la vida misma. Quiero dedicárselo a todos aquellos ancianos o no tan ancianos que padecen Alzheimer, por esas miradas perdidas que tanto duelen, por esas sonrisas vacías que tanto hieren. Pero sobre todo a sus familias, porque el Alzheimer se lo diagnostican al enfermo, pero la realidad es que lo padecen todos sus seres queridos.
Y por supuesto quiero dedicárselo a ella, a mi abuela.

miércoles, 10 de octubre de 2007

Un problema de VIDA o MUERTE :S

Basado en hechos reales.

Patricia y Silvia trabajan en una gestoría. Silvia es veterana y se supone que supera con mucho en conocimientos y experiencia a Patricia (de hecho cobra bastante más). Pero he dicho “se supone”… mucho suponer.

Un día antes de que Patricia empiece sus vacaciones:

- Oye Silvia, te dejo todo cerrado, no hay nada pendiente por mi parte para estos días así que no tendrás ningún problema. Eso sí, son mis vacaciones: no me llames si no es cuestión de vida o muerte; necesito descansar.
- Vale tía, tu no te preocupes, tía, que te dejo descansar y no te llamo para nada, tía, te lo juro por snoopy.

Dos días después, Patricia duerme plácidamente tras un largo día de playa. 9:00 a.m. : suena el móvil. En la pantalla aparece “Oficina”, por lo que Patricia rechaza la llamada y se da media vuelta para seguir durmiendo. Cinco minutos después un “bip bip” vuelve a incordiarla; un sms:

“Patri tía, por favor, en cuanto puedas llámame a la oficina, es urgente, es algo de VIDA O MUERTE, TE NECESITO”

Con mucha, muchísima resignación Patricia se despereza y sin salir de la cama busca en la agenda del móvil “Silvia Curro” y tras respirar hondo pulsa “Llamar”.

- ¿Si?
- Qué pasa .
- ¡¡Patri, tía, menos mal que me llamas!! Tengo un problema súper gordo…
- ¿Qué ha pasado? ¿Otra vez inspección? ¿No encuentras algún documento importante? ¿Se quema la oficina? Ya puede ser importante Silvia…
- Nooo tía, peor… es que… tía yo creo que me he cargado la impresora.

Patricia no sale de su asombro. La impresora. Dejó bien claro que sólo la llamaran si era cuestión de vida o muerte… y la impresora. Respira hondo de nuevo.

- Silvia, no me toques los cojones eh. Si te has cargado la impresora llama a un técnico, compra otra, ¡¡pero no me levantes de la cama en mis vacaciones!!
- Ya tía lo siento, perdóname por favor, pero es que yo creo que si tu me ayudas, no está rota….¡¡seguro que tu la arreglas!!
- ¿Y qué puedo hacer yo si estoy a 400 km de allí? No me jodas Silvia ehhh ¡¡no me jodas!!

Patricia se alteraba por momentos. Tumbada en su cama y haciendo alarde de paciencia intenta calmar a su compañera y trata de ayudarla.

- A ver, ¿qué es lo que le pasa a la impresora exactamente?
- Pues que no imprime, tía.
- Vale. ¿Está encendida? – pregunta tonta, pero viniendo de Silvia, muy posible que ni tan si quiera la hubiera encendido.
- Sí tía, si he estado imprimiendo hasta hace un momento ¡y ahora no imprime!
- Ok, cálmate que te estás alterando y como me altere yo te cuelgo. ¿Tiene papel? – siguen las preguntas tontas…
- Sí, si que tiene tía, pero lo saca en blanco.
- Ok. ¿Y tienes como predeterminada esa impresora o la otra?
- ¿Predetermi qué?
- Vale, no he dicho nada. Ve a inicio, panel de control, impresoras. ¿Tiene el dibujito de la impresora que quieres usar una marquita?
- Sí tía.
- Vale. Vamos a ver, ¿y dices que te saca la hoja en blanco?
- Sí, tía si, en blanco, te lo juro.
- Ok. No creo que tú solita sin ayuda de nadie hayas sido capaz de cambiar el color de impresión, pero comprobémoslo.
- Ah… ¿es que se puede imprimir en otros colores?
- Si hija, si.

Siguiendo paso a paso las indicaciones que Patricia le daba, Silvia comprueba que la impresora está configurada para imprimir en blanco y negro. Perfecto.

- ¿Has mirado que tengas todos los cables conectados?
- Espera que lo miro, tía.

Patricia se imagina a Silvia tirada en el suelo de la oficina tratando de buscar qué cable es el que va de la impresora al Pc y no puede evitar sonreir.

- Sí tía, están todos enchufados.
- Yo si que te voy a enchufar a ti buena hostia en cuanto te pille.
- Jo tía no me digas eso.
- ¿Me quieres explicar qué coño has hecho, paso a paso, antes de que la impresora dejara de funcionar?
- Pues nada tía, que se me acabó el cartucho, lo cambié, y se rompió.
- Espera espera… ¿cambiaste el cartucho?
- Sí tía, yo solita… te dije que me lo cambiaras antes de irte, por si acaso, pero se te olvidó.

No… no puede ser tan tonta, eso pensó Patricia justo cuando se le encendió la lucecita y supo cuál era el problema.

- Silvia, dime una cosa… ¿has quitado el precinto del cartucho?
- …..
- ¿Silvia?
- …………… ¿qué precinto?


Problema solucionado. ¡¡Y que cobrara más que yo!!... Se me llevan los demonios.

PD: Decir que Silvia ya había avisado al técnico de las impresoras. Suerte que era muy temprano y aún no estaba operativo… No me puedo imaginar la cara del chaval al descubrir que el problema tan gravísimo era que no había quitado el precinto del cartucho de tinta.

Dos días más tarde volvió a sonar el teléfono de Patricia: la jefa, abogada de profesión y no precisamente de las malas.

- Oye Patri… ¿cómo se ponía un fax?

Sin comentarios.
Fin.

martes, 9 de octubre de 2007

La Parabólica

Hace tres meses mi padre compró un amplificador de esos para ver nosecuantos mil canales de televisión y una antena… trastos que han estado muertos de risa todo este tiempo en el garaje, porque no tenía ni puta idea de ponerlos. Aún recuerdo el día que llegó emocionado porque su compañero Alberto le había pasado unas “flores” o códigos para ver la Champion League enterita enterita y gratis (qué emoción…). Y claro, teníamos que instalar el aparatito de inmediato. He dicho bien, teníamos, él y yo; él subido en el tejado haciendo equilibrios con la parabólica y yo, mando en mano, buscando canales en el televisor, porque claro, según él yo tenía que saber hacerlo.
No le culpo… en mi casa soy yo quien programa cualquier tipo de aparato: televisores, videos, dvd, pc, termostato de la calefacción, lo que sea. Me toca siempre la instalación y configuración. No tengo otra salida… o eso, o se devuelve el aparato en cuestión porque no funciona (eso es lo que dice mi padre si lo instala él y no va, “este chisme no funciona”… ¡¡hombres!!) El tema es que una cosa son los televisores y videos y tal, y otra una antena que más que para ver la tele parece que sea para sintonizar con la NASA, y claro, yo no soy ni informática, ni ingeniera, ni Dios, y no tenía ni puta idea de instalar el dichosito aparatito.
Aparcado quedó durante las vacaciones y demás movidas, esperando a que nosequién trajera otro aparatito que te daba las coordenadas para orientar la antena. El tema es que se lo prestaron ayer. De nuevo movida:

- Patri, ¿puedes venir un momento?
- Si dime papa, qué pasa.
- Que vamos a instalar la antena, venga, ponte con la tele.
- ¿Qué? ¿Otra vez? Ya te dije en su día que yo no se.
- ¡¡Cómo que no sabes!! Si instalas siempre todo, lo que pasa es que no te da la gana.

Conclusión I: tengo que saber hacerlo todo en esta vida… y si no es así es porque no me da la gana. Es decir, que sepáis que no vuelo no porque no sepa, sino porque no quiero. Y tampoco acierto los números de la lotería porque no pueda… es que no quiero. ¡¡No te jode!!

De nada me sirvió negarme, así que por no oirle (que le tuve que oir igual) me puse a toquetear el mando de la tele y del aparatito mientras él bailaba con la parabólica en el tejado. Todo un espectáculo.

- ¿Ahí?
- Nada.
- ¿Ahora?
- Nada, no se ve nada.
- Joder, ¿pero estás haciendo algo? ¡¡Seguro que lo estás haciendo mal!!
- ¿Otra vez te lo explico? ¡¡Que no sé como coño se instala!!
- Mecawendios, contigo no se puede, no lo instalas porque no te sale de los cojones…… bla bla y mucho mucho bla.

Conclusión II: soy mala, mala persona, además de una ignorante suprema. No sé instalar una parabólica y por ello he de fustigarme con un látigo de 7 puntas y después ir al paredón.
Al borde del ataque cardiaco se acordó de su primo Pedro, que es electricista y polivalente: lo mismo te pone un enchufe que te hace una tele con el bombo de una lavadora y una radio. Vamos, parecido a Mc Giver.

Pedro ha venido hoy a mi casa a hacer lo mismo que yo ayer, pero con conocimiento. Toca un par de cables y un par de botones y le dice a mi padre que se suba al tejado a colocar la antena. Tras una hora de maniobras la “Operación antena” parece que va tomando color: hay señal. De hecho ya estoy emocionadísima sabiendo que voy a poder ver todos los partidos de futbol del universo… qué alegria.

- ¿Lo ves? Súper fácil, lo que pasa es que no te ha dado la gana de instalarla tu o no tenías ni puta idea. Yo no sé para qué cojones tanto estudiar, si luego no tienes ni idea de instalar una mierda de antena.
- Mira papa… no me toques las palmas, que me conozco ehhhhhh.

O debería haber dicho….

- Si, tan fácil que por eso la has instalado tú, tan fácil que por eso lleva tres meses en el garaje, tan fácil que tu primo Mc Giver se ha tirado dos horas solamente para orientarla y aún queda buscar y organizar los 7000 canales… Y si, tienes razón, no he sabido instalarla, pero el próximo aparatito que te compres más vale que aprendas a programártelo tu o que venga con servicio técnico, pero a mi me olvidas!

¿Pero para qué me hubiera servido decirle eso si sé cual hubiera sido la siguiente frase?

- Oye Patri, tú que sabes más y que se te da bien todo esto… ¿buscas los canales y los organizas?

Y yo, en lugar de mandarle a la puuuuuuta mierda diré:

- Claro, ya mismo. Y espera que luego te hago unas pequeñas instrucciones y las acompaño de unas clases prácticas para que sepas como buscar todos los canales de futbol del mundo mundial. (Dicho con ironía... pero después me tocaría hacerlo realmente)

Conclusión III: Odio, Ooooooooooodio todas y cada una de las nuevas tecnologías que entran en mi casa! Cada vez que entra alguna acabo primero de los nervios, después ninguneada, y más tarde reclamada para ponerla en marcha!

Tulsa

Siempre estoy con música, no lo puedo evitar. Y siempre abierta a música nueva o vieja, desconocida para mi, y que cualquiera me aconseja.
La semana pasada un compañero me dejó un cd asegurándome que me iba a gustar. Pleno al 15. Me ha descubierto a Tulsa, un grupo de folk rock que me ha enganchado desde la pista 1 de su cd “Sólo me has rozado” hasta la última.
Su vocalista, la guipuzcoana Miren Iza, tiene una voz super especial y personal. He leído por ahí de su voz que es “muy suave y dulce, arrastrando cierta pesadumbre y nostalgia en lo que cuenta”. Exacto… eso me transmite “Oviedo”, uno de los temas de Tulsa que se a apoderado de mi y que no puedo dejar de escuchar:

Son las 7 de la mañana, me tengo que levantar,
compruebo que mi cabeza está en su sitio habitual.
Salto a la ventana buscando el mar
y lo único que veo es una enorme y triste catedral.


Me pongo cualquier cosa y bajo a desayunar,
en el camino encuentro caras que no pueden ni mirar.
Una vieja desdentada me pregunta “¿qué tal?”
yo lo pienso y digo: “que estoy lejos, lejos de mi hogar”.


Lleva razón, al decir que el mundo no se acaba en esta habitación.
Pero yo miro hacia el jardín y solo espero a que el mundo… caiga sobre mí.


Abro el periódico por la página central
y veo que el Sr. Smith se ha clavado un puñal,
me viene el olor a muerto y no puedo respirar,
pienso en mi vida y voy corriendo al baño a vomitar.


Y lo mismo que una rata que se quiere refugiar,
corro al plan destino en busca de un poco de paz
y allí conozco a un loco que se ríe sin parar,
me llama “princesa” y yo le juro que siempre le voy a amar.


Lleva razón, al decir que el mundo no se acaba en esta habitación.
Pero yo miro hacia el jardín y solo espero a que el mundo… caiga sobre mí.


¿Quién no se ha sentido alguna vez así? Describe perfectamente lo que siento en esos dias grises en que no te levantarías de la cama. Lástima no encontrar al loco que ríe sin parar, que te llame princesa en esos días y poder jurarle amor eterno.


Aquí os dejo otro enlace, de otra de las canciones que me tiene enganchada, “Estúpida”. Merece la pena escucharlo.

http://www.youtube.com/watch?v=FKaBYIy7UXo

lunes, 8 de octubre de 2007

Una foto





Me he encontrado esta foto por ahi en algun lugar de internet, y me ha encantado. Aprovecho mi falta de inspiracion hoy para ponerla. Y de paso, algo nuevo e interactivo: ¿Que os sugiere?

domingo, 7 de octubre de 2007

La Felicidad

¿Qué es la felicidad? Resulta que todos la buscamos o la esperamos, pero ¿sabemos lo que es? ¿sabemos lo que buscamos? ¿sabemos si lo que hemos encontrado lo es? Debe ser una de esas cosas relativas, una duda existencial, algo dependiente del punto de vista de cada persona.
Dice la Wikipedia que felicidad es “una situación involuntaria en la que los factores internos y externos interactuan activando el sistema límbico, que estimulado adecuadamente, informará de este estado anímico” y se lía a explicarte un montón de cosas sobre la Amígdala cerebral, el Hipotálamo, el Neocortex y mil cosas más. Y yo, que no soy tan cerebral, sino que tiendo a lo sentimental me quedo igual que estaba con tanta explicación técnica. Así que pongo en San Google la palabra “felicidad” y llego a una página llena de citas sobre ella y lo que es, citas de filósofos, escritores, novelistas, dramaturgos y literatos, citas al fin y al cabo de personas que bajo mi punto de vista son como yo, tienden mas al sentimentalismo que a lo meramente científico.
¿Qué es la felicidad?¿Cómo se consigue? ¿Cuánto dura?:

- La felicidad humana generalmente no se logra con grandes golpes de suerte, que pueden ocurrir pocas veces, sino con pequeñas cosas que ocurren todos los días.
Benjamin Franklin (1706-1790) Estadista y científico estadounidense.

- Felicidad no es hacer lo que uno quiere sino querer lo que uno hace.
Jean Paul Sartre (1905-1980) Filósofo y escritor francés.

- El destino de los hombres está hecho de momentos felices, toda la vida los tiene, pero no de épocas felices.
Friedrich Nietzsche (1844-1900) Filosofo alemán.

- Si quieres comprender la palabra felicidad, tienes que entenderla como recompensa y no como fin.
Antoine de Saint-Exupery (1900-1944) Escritor francés.


¿Dónde buscar la felicidad?:

- La puerta de la felicidad se abre hacia dentro, hay que retirarse un poco para abrirla: si uno la empuja, la cierra cada vez más.
Sören Aabye Kierkegaard (1813-1855) Literato y filósofo danés.

- ¿Por qué buscais la felicidad, oh, mortales, fuera de vosotros mismos?
Boecio (480-524) Filósofo y estadista romano.

- La felicidad es interior, no exterior; por lo tanto, no depende de lo que tenemos, sino de lo que somos.
Henry Van Dyke (1852-1933) Escritor estadounidense.

- Algún día en cualquier parte, en cualquier lugar indefectiblemente te encontrarás a ti mismo, y ésa, sólo ésa, puede ser la más feliz o la más amarga de tus horas.
Pablo Neruda (1904-1973) Poeta chileno.



Y por último, algo que debemos tener muy claro:

- ¡La felicidad! No existe palabra con más acepciones; cada uno la entiende a su manera.
Cecilia Bohl de Faber (1796-1879) Escritora española.

¿Y qué saco yo de todo esto? ¿Qué es para mi la felicidad?
La felicidad es algo efímero que sólo dura un instante. Es cuando estás en paz contigo mismo y tu mente, alma y corazón van de la mano de tus actos. Felicidad es conocerte a ti mismo y aceptarte, y quererte. Es cuando no esperas nada a cambio y se te ofrece un regalo. Tan simple como que unos ojos te sonrían, sencillo como recibir un abrazo. Puedo ser feliz por un instante poniendo mi mano sobre un vientre y sentir la vida dentro. Y puedo ser feliz estando sola en mi silencio. Felicidad es también subir a una montaña rusa y gritar desenfrenada, sentirte en caída libre o creer que estas volando. Felicidad es tener la capacidad de transformar tus ojos en los de un niño y seguir sorprendiéndote día a día, conservar unas migajas de inocencia que llenen tu mirada de ilusión. Felicidad dura un momento, como el tiempo en que el mimo se mueve tras el repiqueteo de una moneda en su cesto para después volver a estar quieto.

Eso es… la felicidad para mi son aquellos pequeños momentos en los que sonríes desde dentro. Vienen solos, no hay que buscarlos. Son regalos que recibes sin venir a cuento.

jueves, 4 de octubre de 2007

Soy un DvD

Me siento un dvd. Es una sensación rara... estoy en Standby. No estoy en Off, sigo viva y funcionando, pero me siento como en “modo espera”, ahí, latente, esperando que alguien o algo pulse el On y reanude la película que se quedó en Pause.

El caso es que mientras estoy en Standby me da por rebobinar el video-cd de mi vida y darle al Play a la vez que escucho el mp3 de mi banda sonora. Suena Elefantes, “Al olvido”: “al olvido todo cuánto he aprendido, si ha de hacerme tanto daño lo que guardo en el cajón yo se lo regalo al olvido...” Y le voy dando al botón de borrar justo al pasar por las secuencias que algún día dolieron, o que aún duelen. Voy dejando espacio libre en el disco para poder grabar más cosas. Suelto lastre.

El disco ya está listo para poder grabar de nuevo en él. He dejado mucho espacio libre... nunca se sabe cuántas cosas encontraras que te gusten tanto que las quieras inmortalizar, así que más vale que el espacio me sobre, y no me falte. Me quedé solo con lo bueno, siempre con lo bueno.

Y así estoy, con el video-cd dentro, listo para utilizar, y con la lucecita del Standby haciendo señas para que alguien pulse el On.

martes, 2 de octubre de 2007

Ver la vida pasar

Hoy se ha reincorporado Angelines. Angelines es la mujer que limpia en la empresa donde trabajo. Tenemos buena relación, nos llevamos bien.
Angelines tuvo un accidente de tráfico el día antes de irme de vacaciones. Retomaba la marcha tras parar en un semáforo en rojo y cuando a penas había metido segunda la embistió un coche a más de 120 km/h. Tuvieron que sacarla los bomberos, y el otro conductor se dio a la fuga. No tuvo daños físicos importantes, prácticamente salió ilesa, pero ¿y los daños morales? Me contaba con lágrimas en los ojos que sólo recuerda que tras sentir el golpe vio su vida pasar por delante: su madre, su marido, sus hijas, sus nietecitos…

¿Cuántas veces ha pasado la vida por delante de mis ojos? Me he preguntado eso, tras darle un abrazo y ánimos para empezar de nuevo la rutina. ¿Y qué se siente? He hecho memoria y son tres las veces en que he visto mi vida escaparse y pasar por delante de mí sacándome la lengua.

La primera vez fue graciosa, a la par que arriesgada. Trabajaba en un comercio de alimentación y me llevaba muy bien con Jose, carnicero. Todos los días bromas, colegueo, risas… y aquél día también. Había venido el afilador y Jose salió con todos sus cuchillos y hachas. A la vuelta me vio cerca de la puerta y quiso gastarme una broma… broma que nos pudo salir cara a los dos, bastante cara. Levantó su brazo derecho, con un hacha en la mano, e hizo como que me iba a dar con él en la cabeza… pero se escurrió. En décimas de segundo vi su cara cambiar, de la risa a la tragedia… y yo sólo sé que cerré los ojos y pensé “Me ha matado”. Fueron instantes, pero en mi cabeza aparecieron cientos de secuencias de mi vida, una a una, como si de una película se tratara. Teníamos compañeros alrededor, pero no podían hacer nada… si le sujetaban podían cortarse ellos, así que creo que todos contuvieron el aliento esperando lo peor. Cuando abrí los ojos Jose estaba en el suelo. No sabemos cómo lo hizo, pero logró caerse, sin hacerlo sobre mí, y sin cortarse ni él, ni a mí, ni a ninguno de los presentes. Le tendí una mano para levantarse… temblaba, él, no yo. Yo estallé en una carcajada, no se si nerviosa o de alivio, pero reí con tanta fuerza que todos se echaron a reir, nerviosos, excepto Jose. Recogió los cuchillos y se fue a la carnicería. Me esquivó durante toda la mañana, ni me miraba, ni me hablaba. Y en cuanto tuve un rato fui a él y le pregunté si estaba bien. Entonces me miró con los ojos llenos de lágrimas contenidas y me pidió perdón, me dijo que jamás se hubiera perdonado haberme hecho algún daño, que pensó que me mataba. Yo le sonreí y pasé mi brazo por sus hombros “No te preocupes Josete, aunque me hubieras matado no te hubiera guardado rencor, hubiera sido un accidente” y me eché a reir, y él también. Lo dije sinceramente.

La segunda vez fue en una consulta médica. Un “señor” con bata blanca y muy poco tacto me leyó un diagnóstico lleno de palabras técnicas de carácter bastante grave. Y a pesar de no ser para nada una persona aprensiva, de nuevo un torrente de imágenes vino a mi mente, pasaban rápidas, a penas me daba tiempo a observar esas escenas y guardarlas en mi retina. Pensé en si debía elegir la caja en pino o caoba… y luego pensé que era una tontería, al fin y al cabo prefería la incineración. Afortunadamente hay “señores” de bata blanca, y Médicos. Yo tuve la suerte de hablar acto seguido con una Señora Médico que dejó a un lado los tecnicismos y tuvo la delicadeza de explicarme que la misma palabra en un contexto distinto no es tan grave como parece, y que me fuera olvidando del traje de madera, que mi hora aún estaba lejos. Aquella vez no me sentí tranquila y sincera como cuando Jose pudo matarme. Aquella vez hubiera sido yo misma la que empuñara el hacha y hubiera cargado contra el “señor” de la bata blanca.

La tercera vez fue en un sillón apartado del resto, en una sala de velatorio. Acababa de perder a una de las personas mas importantes de mi vida, si no la que más. Hasta aquél momento me había mantenido firme, roca, bastón de apoyo de los demás. Pero me senté en aquél sillón y vino la sucesión de fotogramas con las imágenes de nuestra vida juntas. Primero en blanco y negro, después a color, y al final tan emborronadas por mis lágrimas que a penas podía verlas. Esta vez no era mi vida la que estaba en juego, sino la suya, que había perdido para siempre. Entonces me derrumbé. Ninguna de las dos otras veces en que vi mi vida acabarse y pasar por delante de mis narices burlándose de mi me había derrumbado. En cambio sí lo hice al saber que era su vida la que jamás volvería a ver.

Dice Angelines que su jefe no entiende cómo sin haber sufrido daños físicos ha estado dos meses de baja. Yo si la entiendo. Es duro ver frente a ti tu vida pasar y pensar que quizá nunca más vayas a verla… pero sobre todo es duro saber que nunca más verás la vida de los que más quieres. Estuvo más de una hora encajada en el coche mientras los bomberos la sacaban, totalmente consciente, pero viendo la película de su vida pasar y sabiendo que había estado a punto de no ver nunca más a sus nietos correr, ni a sus hijas ir tras ellos, ni a su marido caminar a su lado…

Pero estamos vivos, y es lo que cuenta. La película no ha terminado.

Banda sonora: Mi coco (Los Piratas)

Y me quedo con una frase de ésta misma canción:
“LA PENA DURA TANTO COMO QUIERAS TU SEGUIR LLORANDO”

lunes, 1 de octubre de 2007

Documental: El cortejo.

Hacía tiempo que no veía un documental de Félix Rodríguez de la Fuente, pero el sábado por la tarde pude ver uno sobre el cortejo de los animales de dos patas: el ser humano. Se produjo a un par de metros de mí, en directo y con público.
(Que suene en tus oídos la música de los documentales de Félix y lee lo siguiente con su voz)
Nos encontramos en uno de los lugares de reunión entre los seres de la especie humana: una plaza de toros, fiestas de un pueblo, llamémosle V. De entre tantos machos y hembras mi atención repara en un grupúsculo distinto a los demás. Son los llamados “munipas”, machos guardianes de la manada. Y cercana a ellos una hembra, no perteneciente a su clase social. Lejos de llevar a cabo su labor como guardianes e impedir que cualquier cosa distrajera su atención y les impidiera cumplir su función, me encontré con que iba a presenciar en primera fila todo un ritual de cortejo.
Allí estaba el macho Alpha, el más alto y esbelto, el mas machote de todos los munipas, pose seria, interesante, piernas bien abiertas y espalda erguida, mano en la porra. Rodeándole dos machos inferiores, también de la casta de los munipas, misma pose, misma actitud. Y muy cerca de ellos la hembra. No era ni mucho menos la hembra mas bella, pero sí debió ser la más valiente (o la más ignorante) para acercarse así a semejante grupo de machos-munipas. Lo que sí tenía era un objetivo fijo: el macho Alpha.
Observé como poco a poco la hembra se adentraba disimuladamente en el círculo formado por los machos-munipas, iniciando contacto verbo-gestual con los de rango inferior. Intercambiaban sonidos guturales, hacían gestos con sus manos pero no se tocaban; aún era una extraña entre la manada de machos-munipas y debía ganarse su confianza... sólo así podría acercarse al macho Alpha, que seguía con su pose de jefe de la manada, sin mirarla, parecía ignorarla. Pero poco a poco ella fue ganando terreno. Los pequeños machos-munipas parecían aceptar su compañía y entonces ella se soltó la melena lista para empezar el cortejo hacia el macho Alpha. Comenzó acercándose más directamente a él, sin tocarle aun, pero sí hablándole:
- ¿Y tu eres de aquí? No te había visto antes, debes ser nuevo.
El macho Alpha se irguió más aún, orgulloso, sacando pecho. Parecía haber ignorado a la hembra hasta ese momento, pero nada más lejos de la realidad. Eso formaba parte de su ritual de cortejo. Se había estado haciendo el interesante provocando más aún la curiosidad de la hembra y lo había conseguido; allí la tenía, delante de él... pero no se lo iba a poner tan fácil. Él era el macho Alpha y no podía mostrar debilidad tan rápido, así que se mantuvo firme, serio, hablaba sin mirarla:
- Si, vivo aquí.
El primer contacto se había hecho efectivo. El cortejo daba comienzo. Ella inició un baile de acercamientos y alejamientos, acompañándolo de sonidos y roces con sus manos o con alguna parte de su cuerpo. Él pareció ir relajando su pose de machito y cediendo ante los envites de la hembra. Comenzaron los cruces de miradas; lascivas las de ella, mientras lamía sensualmente las pipas de girasol que se estaba comiendo, interesadas las de él, que abandonando ya por completo su pose machito, había dejado de la mano de los pequeños machos-munipas las labores de la guardia para centrar toda su atención en la hembra y su cortejo.
Estaban listos para pasar a la fase siguiente: el ritual de apareamiento. Pero aquí acabó el documental, porque acabó el concurso de recortes que estábamos viendo en la plaza de toros y se nos citaba a todos en la plaza del pueblo a tomar un vermouth, así que el macho Alpha tuvo que dejar de un lado el ritual del apareamiento y postponerlo... aunque no se yo si acabarían en los baños portátiles de la plaza....
Me encanta ver estos documentales en directo y narrárselos en “voz en off” a los que tengo alrededor . Puedo asegurar que no me enteré de la mitad del concurso, yo estaba al loro del ritual, radiándolo... y poniendo la banda sonora del documental con mis comentarios, mis risas y las de mis amigos. Qué bien se lo tenía que pasar don Félix Rodríguez de la Fuente...