jueves, 20 de septiembre de 2007

Conjunto

- Buenos días Patricia.

Lo ha pronunciado poniendo bastante énfasis en la primera “i” y en la “c”. Su tono de voz ha sido serio. Suele ser serio, si, sobre todo hablando de trabajo, pero aún no lo he visto en plan duro, y ese “Patrízzzzzia” ha sonado muy seco.
Me he girado y me he encontrado con una cara que para nada encajaba con el tono de voz. Tenía una sonrisa de oreja a oreja y también estaba sorprendido de cómo había sonado su “Buenos días Patricia”.

- Jolin, cómo ha sonado... Ha sonado muy duro, ¿no?
- Pues si, ha sonado como cuando mi madre se mosquea y me llama por mi nombre completo, así como con “z”, Patrizzzzzia.
- Pues si. Mejor “Patri”. Buenos días Patri.
- Buenos días Jorge.

A veces hace falta ver el conjunto para tener una impresión fiel de la verdadera realidad. Quiero decir que, si no le hubiera visto la cara al Gerente tras darme los buenos días, ahora probablemente estaría pensando que me lo ha dicho de manera dura, que no le caigo bien, que he hecho algo mal en mi trabajo y que próximamente tendré una carta de despido en mi mesa (dicho todo esto exagerando, por supuesto).

Pues esto mismo nos pasa en muchos otros aspectos de la vida. A veces no vemos el conjunto, sino sólo parte de las unidades que lo forman, y en base a ellas juzgamos, y en consecuencia nos equivocamos.