miércoles, 20 de febrero de 2008

Satisfaction!!!!

Cómo puede cambiar tu vida – en este caso, tu situación laboral - en poco más de año y medio... no era tan consciente de ello como lo soy hoy después de meditar sobre la reunión que tuve esta mañana.

A eso de las 12 me ha llamado mi Jefa de Departamento y me ha dicho que me daba tres minutos para estar en el despacho del Director Gerente. “Nos vamos a reunir los tres”, así, sin más explicación. Reconozco que me he puesto nerviosa y como siempre mi cabeza ha entrado en ebullición. Hervían mis ideas, y de sus vapores se desprendía “será porque me van a hacer indefinida, justo hoy que cumplo un año aquí”... “será que me han pillado entrando en internet y me va a caer la bulla del siglo”... “será que me van a denegar las vacaciones en las fechas que yo he pedido”...”será que han descubierto mi blog y no les ha gustado ver que he contado cosas como mi relación con la Perra Vieja, el simulacro de incendio que hicimos, o cuando nos quedamos encerrados en el ascensor”... “será que... será que...”. Pero cuando subía en el ascensor se ha evaporado la última idea, ha chocado con el techo y ha bajado goteando por el espejo... y la he visto, frente a frente, y he sabido para qué me llamaban. Mi intuición no ha fallado.

No es un ascenso, pero para mí es como si lo fuera (de hecho puede ser la puerta o el paso para subir un escalón más). Desde hace meses colaboro con otro departamento que no es del que formo parte, y con el que guardo muy buena relación – mejor incluso que con el mío –, y la persona encargada de ese otro departamento se ha quedado embarazada. Cuando de a luz estará al menos 4 meses de baja y habrá que suplirla. Querían saber si yo estaría dispuesta, porque ellos quieren que sea yo, pero debían consultarme si yo estoy de acuerdo. Evidentemente, y por muchísimas razones, mi respuesta ha sido afirmativa. Sé que esto implicará más responsabilidad, más carga de trabajo y, por desgracia, enfrentamientos de tipo laboral con los compañeros. Pero también sé que a medio-largo plazo puede suponer un cambio definitivo de departamento y todo lo que eso conlleva... como por ejemplo: desvincularme totalmente de la perra vieja y su chupa culos (es más, quedaría por encima de ellas...jur jur jur), eliminar un eslabón de la jerarquía superior a mi (ya no dependería de mi jefa actual... de hecho durante la suplencia sólo tendría por encima al gerente... y eso es un poquito acojonante, pero a la vez satisfactorio), etc... y todo esto sin mencionar las mejoras económicas a las que se vería afectado mi bolsillo.

No todo será miel sobre hojuelas... soy consciente de que se avecinan meses duros... primero tendré que aprender muchas cosas que aún no sé, habrá un periodo de aprendizaje que se solapará con mi trabajo habitual y teniendo en cuenta que ya ando bastante justa de tiempo, sé que me voy a estresar.

Pero bueno, no adelantemos acontecimientos... aún quedan semanas y reuniones de por medio para ver cómo organizamos todo este jaleo.

Por lo pronto, ya me he quedado sin las vacaciones que había pedido en septiembre... justo en ese mes está previsto que mi compañera de a luz, así que tengo que consumir mis vacaciones antes. Pero no hay mal que por bien no venga... y es que por otro lado me han propuesto recientemente un viaje al extranjero que durará entre 3 y 4 semanas y que no iba a poder hacer... pero ahora que tengo que adelantar mis vacaciones probablemente pediré que me las den juntas para poder hacerlo.


Hace exactamente un año y medio presenté mi carta de baja voluntaria a la jefa más tirana, egoísta, hija de puta y soberbia que he tenido y tendré en mi vida. Trabajé durante 2 años para esa persona, soportando unas condiciones laborales pésimas y un trato personal que rozaba lo vejatorio. Jamás pensé que a la vuelta de un año y medio - ¡¡tan solo un año y medio!! – estaría como estoy ahora en cuanto a lo laboral. Por eso hoy si, si puedo decirlo en voz alta: estoy muy satisfecha.

Que suenen los Rolling!!! Mick Jagger decía que no podía tener satisfacción, pero yo si!

Des---Variando

Hay veces que confundo las palabras.
Se elevan, distorsionan sus formas, y vuelven a caer haciéndo resonar sus ecos, que son muy distintos a lo que en verdad sale de las bocas.
Hay veces que vivo en otra realidad.
Mis sentidos se vuelven selectivos, manipuladores, y huelo, veo, oigo, saboreo y siento lo que me da la gana.
Creo que soy yo, que lo transformo todo por culpa de mi esquizofrenia paranoide, mi enajenación mental transitoria y mis trastornos de personalidad bipolar.

Vale, estoy loca, lo reconozco. Mentira. No, no estoy loca. Los locos son el resto, sois vosotros... todos.

- ¿Y tú con quién hablas?
- Contigo.
- Si soy sorda.
- ¿Y qué? Y yo muda.
- Entonces, ¿cómo nos estamos comunicando?
- Con la mente.
- Qué bien, así no nos manipularán los sentidos.
- Pues tienes razón.
- Claro que tengo razón, porque soy La Razón, Tu Razón.
- ¡¡Anda coño!!
- Que no, que soy tu razón, no tu coño.
- Eso, eso. Pues encantada eh.
- Lo mismo digo. ¿Y tu quien eres?
- Yo soy Papa Noel.
- Si, no?
- Anda pues claro, ¿no ves mis barbas?
- Si, y tus tetas. Tu no eres Papa Noel, tu eres la mujer barbuda.
- Oye oye, sin pasarse.
- No, si no he llegado.
- ¿A dónde?
- A donde iba.
- Pues bueno, sigue tu camino.
- Que va, ahora prefiero esperar.
- ¿A qué?
- A que den las diez.
- Aun son menos cuarto.
- Pues ya llego tarde.
- Pues corre.
- No, que me canso.
- Venga, pues sube, que te llevo.
- Arre arre.
- Ehhh, pero sin tirar del pelo.
- Perdona, fué sin querer queriendo.
- Ya hemos llegado.
- ¿Cuánto te debo?
- Invita la casa.
- Pues muchas gracias, ponme otra ronda.
- Marchando.
- Si acabamos de llegar.
- Pues es verdad... entonces me voy.
- Pues hasta la vista.
- No, si me voy contigo.
- ¿Y eso?
- Es que soy tu sombra.
- ¿Pero no eras Mi Razón? Ah no, que eras la mujer barbuda.
- No, yo soy tu.
- ¿Y tu eres yo?
- Pues si.
- ¿Y quién es más tonta de las dos?
- Yo - ¡¡ Tú !!
- Tu - ¡¡ Yo !!
- Estamos apañás...