martes, 12 de agosto de 2008

El Rincón Divulgativo

En la empresa en la que trabajo una vez al mes nos envían o publican en el tablón algo que denominan “El Rincón Divulgativo”. Normalmente se trata de fábulas o artículos con moralejas o dobles sentidos que pretenden ayudarte a nivel personal en tu día a día, a mejorarte como persona, a favorecer el buen ambiente en el trabajo.

Siempre lo leo con detenimiento y analizo la fábula que toca, y la mayoría de las veces las encuentro interesantísimas e intento aplicarlas en mi día a día, ya no sólo en el trabajo y con mis compañeros, sino en mi vida diaria fuera de él.

Uno de los artículos de este mes es el siguiente:

Baila como si nadie te estuviera viendo

Nos convencemos a nosotros mismos de que la vida será mejor después...
Después de terminar la carrera, después de conseguir trabajo, después de casarnos, después de tener un hijo, y entonces después de tener otro.

Luego nos sentimos frustrados porque nuestros hijos no son lo suficientemente grandes, y pensamos que seremos más felices cuando crezcan y dejen de ser niños, después nos desesperamos porque son adolescentes, difíciles de tratar.
Pensamos: Seremos más felices cuando salgan de esa etapa.
Luego decimos que nuestra vida será completa cuando a nuestro esposo o esposa le vaya mejor, cuando tengamos un mejor coche, cuando nos podamos
ir de vacaciones, cuando consigamos el ascenso, cuando nos retiremos, cuando...

La verdad es que no hay mejor momento para ser feliz que ahora mismo.
Si no es ahora ¿cuándo?
La vida siempre estará llena de “luegos”, de retos.
Es mejor admitirlo y decidir ser felices ahora de todas formas.
No hay luego, ni un camino para la felicidad, la felicidad es el camino y es ahora.
Atesora cada momento que vives, y atesóralo más porque lo compartiste con alguien especial; tan especial que lo llevas en tu corazón y recuerda que el tiempo no espera por nadie.

Así que deja de esperar hasta que termines la universidad, hasta que te enamores, hasta que encuentres trabajo, hasta que te cases, hasta que tengas hijos, hasta que se vayan de casa, hasta que te divorcies, hasta el viernes por la noche o hasta el domingo por la mañana, hasta la primavera, el verano, el otoño o el invierno, o hasta que te mueras, para decidir que no hay mejor momento que justamente éste para ser feliz.

La felicidad es un camino, no un destino.
Trabaja como si no necesitaras dinero,
ama como si nunca te hubiesen herido,
y baila como si nadie te estuviera viendo
.


Buen consejo ¿no?

A partir del mes que viene y durante los próximos 4-5 meses seré la encargada de buscar los textos para El Rincón... se aceptan sugerencias!

3 comentarios:

Sasian dijo...

Hay que dejar de esperar, hay que actuar, siempre actuar primero, y pensarlo después...si lo hacemos al revés, la mayoría de las ocasiones nos quedamos paralizados...

un abrazo

Juan Rodríguez Millán dijo...

Pues sí, buen consejo... Digo yo que habrá que intentar ser feliz aquí y ahora y también en el futuro, estemos donde estemos...

Si encuentro textos que se acomoden a tu tarea, no dudes que te los mandaré...

Miguelo dijo...

si se me ocurre algo te lo dire