Los curiosos la observan desde abajo y murmullan entre ellos sobre lo peligroso de la hazaña. Pocos confían en que lo logre y esperan la tragedia tras los golpes del aire que azota cada vez más fuerte. Pero ella sigue en pie. Se tambalea, restablece el equilibrio y sigue caminando. Mirada fija, al frente, nunca abajo, nunca atrás.
Sabe que llegará hasta el final del cable aunque eso no signifique ganar. Pero nadie le enseñó a darse por vencida, y no lo hará.
7 comentarios:
Eso transmite una gran seguridad sobre si misma, independientemente de lo que piense la gente.
No mires abajo y llegarás al final. ;) Yo estoy intentando no mirar.
Amén a eso. Suerte en lo que te queda para llegar al final del alambre. Llegas fijo.
Yo suelo sentirme como una funambulista y cono una farandulera.... es maravilloso!
jejejeje
un bsito!
Ya te queda poco para llegar al final.. eres muy valiente por estar ahí arriba.
Angel, a veces no es seguridad, sino testarudez. Eso si, lo que piense la gente no es más que eso, "lo que piensa la gente".
Pequeña ;)... pero con qué poquito nos entendemos tu y yo. No mires abajo anda... sigue de frente, pase lo que pase. Yo confío en que tu también llegues al otro lado del cable, y lo tuyo si será una victoria. Un besillo.
Juan, muchísimas gracias, se lo diré a la trapecista ;)
Saber que hay quien la cree capaz la ayuda mucho.
A la luz de una luciérnaga azul... así me siento yo tantas veces que en ocasiones pienso que tengo alma circense :D Gracias guapa.
el cable de acero a veces es el camino, solo hay que intentar mantener el equilibrio tanto mental como moral,, que tus hadas te guien y tus musas te acompañen
Date por vencido, hombre, resígnate.
- ¿Yo? ¿Por quién me tomas? Jamás!!
- No, si ya...
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