miércoles, 23 de julio de 2008

Una carta doblada.

Hoy encontré una carta, doblada en mil pedacitos. La desdoblé con cuidado y leí...

“A veces pienso que nada fue verdad, que tal vez ni si quiera existió, sino que fue producto de mi imaginación, que todo fue una farsa. Tal vez... tal vez todo fuera una novela que escribimos entre los dos, sumergiéndonos tanto en sus letras que se nos olvidó que no era real.

Otras... otras veces siento firmemente que lo viví, como nunca había vivido algo así, que fue real para ambos, que el torrente que me desbordaba de veras existió, que me empapé de sus aguas... hasta ahogarme.

¿Sabes? Prefiero pensar que de veras me quisiste, que de veras sentiste todo aquello que decías, porque yo si lo sentí, sin ninguna duda. Algo así no se puede fingir... y si lo hiciste, no quiero saberlo. Quiero guardar el recuerdo de todo aquello que me diste, de aquello que hiciste florecer en mi, y que nunca olvidaré.


A veces aún me sorprendo acordándome de ti, de cosas tuyas, nuestras... la cosa más sencilla puede traerte de vuelta a mi mente por unos segundos: un mensaje en mitad de la noche, la luna guiñándome un ojo, una foto entre los escombros... hasta la etiqueta del bote de champú. Y me río de mi misma... y me digo que soy idiota por pensar que tal vez tu también te acuerdes de mi a veces, por pensar que tus recuerdos de aquello también sean bonitos.


Nunca lo entendí ¿sabes? Nunca. Como tampoco entiendo que por más que trato de mirar adelante siempre hay un golpe de aire que me trae algún recuerdo.


Te voy a contar un secreto: iba irme unos días, a hacer un viaje que debí hacer en su momento, un viaje que me arrepentiré siempre de no haber hecho cuando tuve que hacerlo. Pero ahora... ahora ya no puedo. Creo que aún estaría tentada de ir a ese lugar a buscarte en las miradas de la gente... y sé que te encontraría. Ya ves, he deshecho la maleta, me he vuelto una cobarde... ya iré... tal vez. No estoy lista para encontrarte, y quizá tu no quieras que te encuentre.


No voy a enviarte esta carta, aunque tal vez la leas, y en realidad no sé si prefiero que lo hagas o no.

El tiempo, el viento, la distancia... todo se cura y sana. No así el recuerdo.

Se feliz. Un beso.”


He vuelto a doblarla y a dejarla donde estaba... no quiero que su dueña la eche en falta.

8 comentarios:

Luq+uVe: dijo...

Ejem, ejem, ¿practicando el deporte nacional?
Si es que el 'tomate' nos gustaba a todos, eso de saber de la intimidad intima de las personas humanas, solo esperamos que no lo utilices para hacer maldades malevolas y malas, eah!

Saludos fresquitos.

Benjuí dijo...

Quien haya encontrado una carta ajena y no la haya leído, que levante la mano...


...¿Ves? Nadie. Ni un dedito.

A ver qué vida, hermosa mía.

Félix Amador dijo...

Huy, huy, huy.....

Anónimo dijo...

A riesgo de haber entendido mal, ahí voy.

Si tu querías de verdad, y sentiste de verdad todo, fue real. No importa lo mucho o lo poco sincero que fuera él, tus recuerdos son tuyos. Incluso esos recuerdos que el tiempo y la benevolencia de la memoria modifican para que brillen más, hasta esos, son reales. Porque tu pasado no es más que la imagen presente en tu cabeza en tu presente. Y esa carta guardala, pero no dejes que sea una obsesión.

Y ahora sobre el diagnostico, RNM??? Eso que es? Espero que muy buena noticia.

Un besazo.

PD: Parece que he vuelto ;)

Patricia dijo...

luq+uve, ya ves, siegggque lo de cotillear lo llevamos en los genes :P

benjuí... si tu supieras... tengo en mi casa una maleta llena de cartas escritas años antes de que yo naciera y siempre me prohibieron tocarla... no sé por qué, pero mis pasos siempre me llevan hacia ella, y en cambio ¡¡26 años resistiendo a la tentación!! no sé cuánto más aguantaré jajajaja

Félix, después que sigue? "mi gato hace ay ay ay ay"??? jajajaja Bienvenido :P

Pequeña, sin comentarios, ya fuí a tu blog a agradecerte. Me sorprendes muchas veces con tus comentarios, y en el fondo no sé por qué me sorprendo, si desde aquél puzzle sé que somos tan tan parecidas :)

Sasian dijo...

¿Dónde la encontraste?. La perdí hace tiempo. Tal vez quise perderla para que no llegara a su destinatario.

Ahora el tiempo me deja verlo de otra forma.

¡¡cuantas habríamos escrito esa misma carta!!!

un abrazo y un beso

Anónimo dijo...

he llegado a tu blog, por una casualidad buscada...y me apetecio mucho contestarte. Dejar un mensaje.
Yo me siento asi, como tu en esa carta.
Cuantas veces he escrito yo esas mismas palabras, en mi cabeza.
Son sentimientos preciosos, y a la vez hacen daño.
Quieres olvidarlos para pasar pagina, pero a la vez, forman parte de uno y no puedes seguir con ellos.

Los sentimientos son iguales en todas las personas .

Un abrazo.

Anónimo dijo...

el comentario de anonimo.... no es asi.... es mio de encarni.Nunca me gusto ser anonima.
un saludo.