lunes, 28 de enero de 2008

Cobarde

Sigo siendo una cobarde.
Cobarde porque te observo a hurtadillas sin que sepas que te miro.
Cobarde porque ya no me atrevo a creer en lo que siento, y decírtelo.
Cobarde porque tengo miedo de que lo que creo sentir sea verdad... o mentira.
Miedo de caminar hacia ti, miedo de caminar en dirección opuesta.
Hace tiempo me juré que el miedo jamás me paralizaría, y hoy lo vuelve a hacer.
Siempre quise lanzarme a la piscina de cabeza, sin pensármelo dos veces.
En cambio hoy pienso una y otra vez... compruebo la profundidad, tomo la temperatura del agua.
Y nunca me parecen las condiciones idóneas para saltar.... cobarde.
Mientras salto y no, me mojo en otros charcos.
He buscado brazos sustitutos, ojos donde buscarte, besos donde sentirte.
Y de momento me vale, si, me divierto, me satisface.
Pero cuando te miro... cuando te miro quiero estar contigo.
Cuando te miro me das miedo, y me siento más cobarde.
Y es raro que me de cuenta de ello ahora que aún estoy mojada de otros labios,
es raro darse cuenta que después de tanto tiempo eras tú a quien buscaba.
Y cobarde me repliego sobre mi misma para no verte y no tener que decirte
que cada vez son más las dudas que tengo sobre ti y sobre mi.
Cobarde porque no te he dicho que hace dos noches soñé contigo,
que vi tu cara, que vi tus gestos... sentí tus labios, tu aliento.
Cobarde porque se que no soy capaz de susurrar tu nombre,
a pesar de que mis letras lo estén gritando y tu no lo sepas.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Ostras que chulada, no digo más jeje.
bessos

Anónimo dijo...

No creo que sea tanto el ser cobarde como el tener miedo, en este caso no creo que tenga que ver lo uno con lo otro (aunque en la mayoría de los casos sí).

cobarde es cuando no te atreves a hacer algo por falta de arrojo o valentía (no es el caso)

miedo a perder la independencia, a caer atrapada en otras redes y acabar con un cuchillo despedazándote otra vez.

no sé si será de cobardes, mientras seas feliz, que sea lo que les d la gana al mundo. cuando dejes de estar bien contigo misma y de ser feliz, actúa.

besos malditos y miedosos¡¡

Anónimo dijo...

Para que yo saltase me tuvieron que poner la red. Hasta que no estuve casi segura de que EL sentía algo por mi (no sabía el que, pero algo sentia)no me atreví. Entiendo tu miedo. O creo. El mío no era a perder mi independencia, el mío era a que me volviesen a hacer daño. Y ese, a veces, sigue volviendo.

Que el miedo no te paralice. Un besito.

Angel dijo...

Es complicado estas cosas, la cobardia paraliza demasiado, pero quizás sea algo natural no? Se necesita mucha seguridad para dar determinados pasos, y eso nos pasa a todos... al menos eso creo.

Juan Rodríguez Millán dijo...

Si eso es ser cobarde, muchos lo somos. Mucha suerte.

Llevo unos días leyéndote y es la primera vez que escribo un comentario. Me gusta tu blog, me gusta lo que dices y cómo lo dices. Volveré seguro...

Patricia dijo...

Yaves, gracias ;) no digo más :P

Cobardía, miedo... ele, pueden ser cosas distintas, pero desembocan en lo mismo.

Pequeña, mis miedos se parecen más a los tuyos. Yo no tengo miedo a perder la independencia porque sé que es algo que nunca perderé. Pero el miedo al dolor a veces me paraliza unos instantes... entonces es cuando se levantan los muros. Otro día hablaré de muros.

Angel, se necesita seguridad o una chispa de locura, que a veces tb viene bien ;)

Juan, muchísimas gracias ;), vuelve cuando quieras.

Punch dijo...

este post expresa muy bien loque yo siento ahora,cuando lo leia parecia que lo decia yo porque has dado e el clavo. te felicito me ha gustado muy mucho :D

Mario Fizzio dijo...

yo me imaginé valiente, pero no, resultó que simplemente era temerario, sólo fué una ficción más.