miércoles, 30 de enero de 2008

De putas y puteros.

El otro día comentaba con alguien que me río yo de la Calle Montera y sus centenares de señoritas erótico-festivas de previo pago. Nada ¡¡nada!! comparado con lo que se ve en el polígono industrial y aledaños de donde curro, sobre todo teniendo en cuenta que esto no es una gran ciudad como Madrid y que estamos en medio del campo.

Obviaré el par mínimo de señoritas por rotonda que cruzo de camino al trabajo o a casa – mas de 5 y menos de 10 por viaje, dependiendo de la ruta que tome – y me centraré en la zona más próxima a mi trabajo, 2 kilómetros escasos donde es fácil que todos los días ejerzan la profesión más antigua del mundo en torno a 20 mujeres, mayoritariamente del este, contando a veces con alguna sudafricana. Y luego dicen los hombres que no van de putas…¡¡Fíjense ustedes si hay mercado para tantas!!

Carretera secundaria poblada de polígonos industriales a diestro y siniestro, con sus correspondientes cruces y rotondas de entrada, callejones, descampados y un largo etcétera de lugares que invitan a la práctica del oficio. Tráfico siempre cargado, de trabajadores de las distintas empresas, de transportistas y camioneros, en fin, lo normal tratándose de zona industrial. Vamos, que se dan las bases idóneas para que esto se convierta en un foco de prostitución – o en el coño de la Bernarda.-

Vaya por delante que a mi no me molesta en absoluto que cada cual ejerza la profesión que quiera. No soy quien para juzgarlas. De hecho incluso en parte me entretiene sobremanera observar las idas y venidas del negocio, sus pormenores, la clientela, los mirones... es entretenidísimo, salvo cuando quiero irme a casa y tengo que estar 10 minutos de reloj parada en la rotonda esperando que a los conductores de turno se les quite el complejo de niña del exorcista y dejen de girar la cabeza a la vez que aminoran la marcha de su vehículo para observar a las señoritas. O cuando he corrido el riesgo de ser aplastada por algún camión cuyo conductor estaba más atento al panorama que a la carretera y ha invadido en parte el carril contrario.

Todos, absolutamente todos los días podría contar algo al respecto de las putas y puteros del polígono. Podría decir incluso que tengo más que comprobado cuales son las horas o días claves del negocio. Es más, lo voy a hacer:

Horas clave: Entre las 2 y las 4 de la tarde, cualquier día de la semana, es hora punta para las putas. Puteros que salen de currar o están en la hora de la comida, cambian café y copa por mamadita o polvo rápido. Y lo de rápido lo digo con conocimiento de causa ya que en más de una ocasión he podido comprobar que las muchachas no tardan más de 15 minutos en cumplir con los servicios solicitados.

Días clave: los jueves. No me pregunten por qué, que yo no soy ni puta ni putero, pero juro que los jueves está el negocio que echa humo. Sobre todo los primeros jueves de mes. Se ve que recién cobradito se permiten el dudoso gusto de echar un polvo pagando. Eso, o que las putas son como el cine, y en lugar de hacer descuentos el día del espectador hacen descuentos el día del putero, y cae siempre en jueves.

Podría hacer un estudio detallado de la clientela... Siempre nos imaginamos que el típico putero es el varón adulto – casado o no – de entre 40 y 60 años, normalmente poco agraciado físicamente, un tanto solitario, quizá con una vida amargada, o tal vez simplemente un poco vicioso. Pues no señores, no. El cliente actual dista mucho de este prototipo. Ahora puedes ver a muchos chicos jóvenes, de entre 20 y 30 años, la mayoría de muy buen ver y al volante de coches de alta gama. Vamos, que apuesto a que ninguno de ellos tendría problemas en encontrar lo mismo que la puta les ofrece, pero gratis, con cualquier mujer si se lo propusieran.

Y éstos al menos pagan por su recreo y las putas se ganan el sueldo. Pero los hay más listos – o más sucios de moral si cabe – que disfrutan de los servicios pero sin pagar. Son los voyeur, que crecen como una plaga. Raro es el día que no veo algún coche aparcado justo en frente de donde las putas enseñan sus piernas – y otras cosas más que no me atrevo a describir por no herir sensibilidades… si supieran lo que han llegado a ver estos castos ojitos… – contoneándose de manera dudosamente sexy en la mayoría de los casos, buscando atraer clientela. Muchas, muchas veces se puede observar el movimiento ascendente y descendente de uno de los brazos del voyeur de turno. Supongo que no estará sacándole brillo a la palanca de cambios de su coche… que oye, a lo mejor también puede ser y es que yo, como vivo rodeada de todo esto que cuento, ya lo veo todo con mente sucia. Quién sabe… a lo mejor el señor que estaba hoy detrás de la valla de la empresa pegada a la nuestra, dentro del recinto, sólo estaba echando la meada del siglo discretamente de cara al público, y no estaba haciendo lo que a mi me ha parecido… Fíjense si tengo la mente sucia que claramente me ha parecido ver que éste señor se ha bajado de la carretilla elevadora con la que trabajaba y se ha acercado a la valla justo en el momento en que un coche – putero y puta dentro – aparcaba justo enfrente, en un pequeño descampado y se acomodaban en la parte trasera del coche. Fíjense que mal pensada soy que me ha parecido ver cómo el señor carretillero se la meneaba al ritmo de las subidas y bajadas de la puta. Quizá se estaba arrascando la polla porque le picaba, ¿no?. Y a todo esto, a escasos 8 metros estaba yo, junto con otros dos compañeros, fumándonos tranquilamente un cigarro y observando la jugada – la del voyeur, no la otra… aunque reconozco que también hemos mirado…¿a que nos hemos convertido en mirones? No me extraña -. Me han dado ganas de ofrecerle al señor carretillero un cigarrillo para después del trabajito, pero no lo he hecho. ¡¡Encima que disfruta del espectáculo gratis no le voy a regalar un cigarro!!

En vista de todo esto cómo no me voy a reír cuando alguien me dice “hay que ver lo que se ve en Montera”, o “cómo está de putas la casa de campo”, si yo lo veo todos los días.

Y dirán ustedes que qué les importa todo este ajetreo. Ya, lo se, lo se. Pero en mi blog suelo hablar de cosas que me pasan, cosas cotidianas, y a mi esto me pasa día si y día también.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

jajaja la virgen!! bueno, la virgen en esta ocasion casi qno, q estas buenas mujeres de virgenes nada, menudos espectaculos te tienes q encontrar todos los dias.

bessos

Angel dijo...

Ya ves, no te tienes que aburrir no, y lo digo en el sentido de movimiento que hay por alli, y de gente extraña que vive en ese mundillo, tanto clientes como profesionales...

Anónimo dijo...

En la construccion el día de putas también es el jueves! jeje. Pero yo tengo la explicación. De lunes a viernes curran lejos de sus casas, así que los jueves noche es su ultima noche de disfrute antes de volver a casita. Los estudiantes nos largabamos de juerga los jueves y ellos (a su manera) también.

Oye, que lo mismo somos muy mal pensadas y lo hacen por el bien de su matrimonio, para llegar a casa sin estar tan necesitado de toda la semana sin mojar, y así aguantarle más a la parienta. Puede ser no??

Anónimo dijo...

Te entiendo si donde curras es parecido a la rotonda que he tenido que coger cuando he quedado contigo por tu casa... pero si me paro hasta yo¡¡¡ A poco no me la pego el primer día que fuí y eso que no soy lesbiana¡¡

Entre que aparecen casi de la nada, ponen el coño casi encima de tu parabrisas sin mirar si eres potencial cliente o no, esquivas el coche de al lado que se tuerce y pegas el frenazo porque el de alante se ha detenido en seco... parece que estás en la jungla¡¡¡

No sé, respeto su profesión por supuesto (que no las mafias y a los chulos) pero creo que debería regularizarse como dios manda. Como un trabajo como otro cualquiera.

Besos malditos e inocentes¡¡

raquel... dijo...

jajajaajaj, qué bueno, sonrisa!!! jajajajaja. Pues la verdad es que me has hecho pensar en lo de los chavales de entre 20 y 30, coche tuneado entre las piernas...

Hay que joderse

Oye, y que les dure, que de eso comen (ellas, y va sin segundas :P)

bsos! :)

Masakoy dijo...

Bueno, de putas está lleno el mundo y de puteros ni te cuento. A las putas normalmente se las suele ver y los puteros se esconden en su fantástica¿? vida social y familiar... que te voy a contar.

Mola tu forma de contar lo que te pasa. Y como pasa, pasa, y yo paso, pasaré más por aquí.

Hasta el infinito y más allá.

doble visión dijo...

niña... estas a las puertas de conseguir un Pulitzer, nada más te falta una camarita con un buen zoom...
¿a que esperas?

:))

saludos y sonrisas
marcelo